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| Jesús Máximo MORENO MEJÍA |
Al entrar en la habitación le pregunto: ¿qué es lo que más te sorprende
de la humanidad?
A lo que Dios respondió: Que se aburren de ser niños y quieran crecer
rápido, para después desear ser niños otra vez. Que desperdicien la salud para
hacer dinero y luego pierdan el dinero para recuperar la salud. Que ansían el
futuro y olviden el presente y así no vivan ni el presente ni el futuro. Que
vivan como si nunca fuesen a morir y mueran como si nunca hubieran vivido...
Luego Dios añadió:
El periodista quedo en silencio un rato y luego le preguntó: Padre,
¿Cuáles lecciones de vida quieres que tus hijos aprendamos?
Y Dios con una sonrisa respondió:
Que aprendan que no pueden hacer que nadie los ame sino dejarse amar; Que
lo más valioso en la vida no es lo que tienes sino a quién tienes; Que el
aspecto físico atrae pero la personalidad enamora; Que quien no valora lo que
tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido; Que quien hace mal algún día
recibirá su merecido; Que una persona rica no es quien tiene más sino quien
necesita menos y Que el dinero puede comprar todo menos la felicidad, Dios
continúo diciendo: --Si quieres ser feliz haz feliz a alguien, si quieres
recibir, da un poco de ti. Rodéate de buenas personas y sé una de ellas.
Recuerda, a veces a quien menos esperas es quien te hará vivir buenas
experiencias. Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aun con
lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa “estoy bien...
cuenta conmigo”. ¡Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene
futuro!--.
El periodista hizo una pausa y salió meditando el contenido de aquellas
palabras del Creador. Finalmente escribió: "...después de tantos años de
caminar he comprendido que hay una sola religión... el amor; un solo
lenguaje... el del corazón; una sola raza... la humanidad; un solo Dios... y
que está en todas partes".
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