No acostumbro repetir en una sola edición, los enlaces que me envían mis corresponsales,
pero el presente texto aportado por JUAN FRANCISCO
ELIZALDE GARCÍA de verdad me conmovió y me hizo recordar aquello de “Si
tienes una madre todavía / da gracias al señor que te ama tanto…”
Un
joven con un récord académico excelente fue a solicitar un puesto directivo en
una gran empresa.
Pasó
la primera entrevista, el director hace la última entrevista, y es quien toma
la decisión final.
El
director descubrió a partir del análisis del Curriculum Vitae que los logros
académicos del joven fueron excelentes en todo momento, desde la escuela
secundaria hasta la investigación de postgrado, nunca había tenido un año en el
que no obtuvo excelentes calificaciones.
El
director le preguntó: "¿Obtuviste alguna beca en la escuela?" el
joven respondió "ninguna".
El
director le preguntó: "¿Fue tu padre quien pagó los honorarios de tu
escuela?" El joven respondió: "Mi padre falleció cuando tenía un año
de edad, fue mi madre la que pagaba todo".
El
director le preguntó: "¿Dónde trabaja su madre?" El joven respondió:
"Mi madre trabajaba lavando y secando ropa. El director pidió al joven
mostrar sus manos. El joven mostró un par de manos lisas y perfectas.
El
director le preguntó: "¿Alguna vez ha ayudado a su madre a lavar la ropa
antes?" El joven respondió: "No, mi madre siempre quiso que yo
estudiara y leyera más libros. Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido
que yo".
El
director dijo: “Tengo una petición. Al volver hoy, vaya y limpie las manos de
su madre, y luego venga a verme mañana por la mañana.”
El
joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era muy alta. Cuando
regresó, felizmente pidió a su madre para limpiarle las manos. Su madre se
sentía extraña, feliz, pero con sentimientos encontrados, y mostró finalmente
sus manos a su hijo.
El
joven comenzó a limpiar las manos de su madre poco a poco. Sus lágrimas cayeron
a medida en que lo hizo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos
de su madre estaban tan arrugadas, y con tan numerosas callosidades y
contusiones. Algunos eran tan dolorosas que su madre se estremeció cuando los
limpió con solo agua.
Esta
fue la primera vez que el joven se dio cuenta de que era este par de manos que
lavan la ropa todos los días, los que hacia posible pagar la cuota de la
escuela y la universidad. Los moretones en las manos de su madre fueron el
precio que pagó por su graduación, por su excelencia académica y su futuro.
Después
de terminar la limpieza de las manos de su madre, el joven lavó toda la ropa
restante.
Esa
noche, madre e hijo hablaron durante un tiempo muy largo.
A
la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.
El
Director notado las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: "¿Puede
usted decirme qué ha hecho y que aprendió ayer en su casa."
El
joven respondió: "Yo limpié las manos de mi madre, y también terminé de
lavar toda la ropa que aun quedaba.”
El
Director le preguntó: "por favor, dígame que siente."
El
joven dijo,
Número
1, Ahora sé lo que es la apreciación. Sin la abnegación de mi madre, no habría
tenido hoy éxito.
Número
2, Al trabajar juntos y ayudar a mi madre, sólo ahora me doy cuenta de lo
difícil y duro que es conseguir que se haga algo.
Número
3, He llegado a apreciar la importancia y el valor de la relación familiar.
El
Director dijo: "Esto es lo que estoy buscando en mis gerentes.
Quiero
contratar a una persona que aprecia la ayuda de los demás, una persona que
conoce el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no
pondría el dinero como su única meta en la vida. Usted está contratado.
Con
el paso del tiempo, este joven trabajó muy duro, y recibió el respeto de sus
subordinados. Cada empleado trabajó con diligencia y en equipo. El desempeño de
la empresa mejoró enormemente.
Comentario
Un
niño, que ha sido protegido y se le ha dado todo lo que quería, desarrollará
una "mentalidad de derecho" y siempre se pondrá en primer lugar. Será
ignorante de los esfuerzos de sus padres.
Cuando
comienza a hablar, se supone que cada persona tiene que escucharlo a él, y
cuando se convierte en un gerente, nunca sabe de los sufrimientos de sus
empleados y siempre culpa a los demás.
Para
este tipo de personas, que pueden ser buenos académicamente, pueden tener éxito
por un tiempo, pero finalmente no tendrán sentido de logro. Se quejan y se
llenan de odio y luchar por más. Si queremos este tipo de protección de los
padres, ¿estamos realmente mostrando amor o en su lugar estamos destruyendo al
niño?
Usted
puede dejar que su hijo viva en una casa grande, comer una buena comida,
aprender piano, ver una gran pantalla de televisión. Pero cuando usted está
cortando el césped, por favor, deje que lo experimente.
Después
de una comida, que laven los platos y vasos junto con sus hermanos y hermanas.
No es porque usted no tiene dinero para contratar a una sirvienta, pero es
porque quiere enseñarle de una forma correcta.
Usted
quiere que entiendan, no importa lo rico que son sus padres, que un día su pelo
crecerá gris, al igual que la madre de ese joven. Lo más importante es que su
hijo aprenda a apreciar el esfuerzo, que experimente la dificultad y conozca la
capacidad de trabajar con otros para hacer las cosas.