Fernando Ramírez López |
Al conmemorarse en días recientes el centenario del fallecimiento de Porfirio Díaz Mori es pertinente la publicación del presente artículo de * Fernando Ramírez López escrito en 2013 a propósito de los 106 años de la entrevista que James Creelman le hizo al ex dictador y que se publicó en inglés en el Person’s Magazine de Nueva York, nuestro fallecido colaborador analiza la manera en que ese suceso influyó en el movimiento iniciado por Francisco I. Madero en 1910, al igual que otros acontecimientos como la publicación de La Sucesión Presidencial de 1910.
Para
Salvador Allende en memoria de su ejemplar sacrificio en La Moneda.
“Ganaron en apariencia los partidarios de la federación, no obstante en la
realidad, México siguió siendo un Estado centralista y patrimonialista. No
tuvimos reyes sino caudillos y dictadores constitucionales que llamamos
Presidentes”.
Octavio
Paz. Sor Juan Inés de la Cruz o las trampas de la fe.
“En la rebelión de La Noria, Porfirio Díaz había levantado contra Juárez
la bandera Sufragio Efectivo, No Reelección. Bandera que mantuvo en el Plan de
Tuxtepec”.
Enrique
Krauze, Fausto Zeron Medina. Porfirio.
El Poder.
“Ningún gobernante de México ha gobernado democráticamente por la sencilla
razón de que el pueblo mexicano no es demócrata”.
Francisco
Bulnes.
“Arribó a esta ciudad esa ave de mal agüero James Creelman, autor de la
inconsulta interviú con el general Díaz, causa inmediata de que los desafectos
a la dictadura, hayan entrado en manifiesto desasosiego e inesperada valentía
que Dios sepa a donde pueda llevarnos”.
Federico
Gamboa.
“Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes para el lecho salvatico
fragante a sol y a selva. El que trajo en los brazos jacintos amarillos y rosas
desgarradas. Y amapolas sangrientas”.
Pablo
Neruda. El Hondero Entusiasta.
En 1908 James Creelman entrevistó a Porfirio Díaz, en un acontecimiento que se considera antecedente de la Revolución Mexicana. |
Ha
pasado más de un siglo de la entrevista Porfirio Díaz – James Creelman, los
días 3 y 4 de marzo de 1908, el influyente diario oficioso “El Imparcial”,
reproducía casi íntegro y en español el texto de la entrevista que el entonces
Presidente había concedido seis meses antes, al mencionado periodista
norteamericano y que el Person’s Magazine de Nueva York publicó lujosamente en
su número de ese mismo mes. Las primeras reacciones fueron muy variadas. Muchos
llegaron a dudar de que la entrevista hubiera tenido lugar realmente, otros
creyeron enfrentarse a un mensaje cifrado. Algunos más consideraron usarla
tácticamente, sin embargo la mayoría de los mexicanos desconocieron la
entrevista o la ignoraron.
Este
es el panorama que vive actualmente el sistema político nacional, los diversos
partidos a través de sus dirigencias, presidentes de cámaras empresariales,
secretarios de estado, legisladores, magistrados y el propio titular del
ejecutivo hacen llegar tal cantidad de declaraciones, que el doble lenguaje tan
común en el mexicano, nos da la apariencia que una cosa es lo que dicen y otra
lo que sucede en realidad.
Hoy
día se habla de reformas ingentes para lograr el tan ansiado desarrollo y en
los hechos la pérdida en la capacidad del poder adquisitivo, una producción
deficitaria, el crimen y la impunidad nos dibujan un país distinto al que se
refieren en el discurso.
Previo al Plan de San Luís, Francisco I. Madero escribió La Sucesión Presidencial de 1910. |
En
el histórico suceso que inicialmente narramos, acabó ignorando lo sustancial el
Presidente Díaz, como lo era su propósito de no volver a reelegirse y su
creencia en que la Nación estaba lista para una plena vida de libertades
políticas.
En
tan inusitado documento político el General Díaz ensayaba un balance aceptablemente objetivo
de su obra de gobierno.
En
estos días, apenas el lunes 2 de septiembre en lo que ya dejó de ser el Día del
Presidente, Enrique Peña Nieto aplaudió la aprobación por el legislativo de la
nueva ley del Servicio Profesional Docente, después de haber cambiado de
escenario varias veces, para terminar diciéndolo en una carpa improvisada en Los Pinos,
mientras que en las calles de la Ciudad de México resonaban las protestas de la
CNTE y el domingo 8 en el monumento a Juárez, López Obrador obtenía la
aprobación de sus agremiados para iniciar un sinfín de protestas contra la
Reforma Energética.
¿En
qué país vivimos? Por un lado Miguel Ángel Mancera dice que respeta el derecho
a la libertad de manifestación en el D. F. y por otra miles de capitalinos se
inconforman por los hechos que viven diariamente, al decir del académico Jorge
Castañeda: se hacen pendejos.
En
la entrevista Díaz – Creelman, el Presidente consideraba que su larga
permanencia en el poder y la insignificancia de los disidentes, implicaba la
aprobación tácita de su estilo personal de gobernar. Reconocía que a la paz
implantada por él, era una paz forzada pero en todo punto necesaria, para que
la Nación pudiera al fin regenerarse, pensar y trabajar.
Tampoco
aparecía exenta de ambigüedades y de ciertas dudas, la creencia presidencial de
que hubiera llegado ya el día en que el pueblo pudiera cambiar sus gobernantes
por medio de elecciones pacíficas y sin peligro para la estabilidad del país,
puesto que también hablaba de la democracia mexicana como de un futuro impreciso,
como de algo que debería seguir creciendo pues sus principios no habían
adquirido aún profundas raíces en el pueblo mexicano cuya heterogeneidad,
vicios de carácter y real despreocupación por la cosa pública, estaba lejos de
ser eficientemente desarrollada para formar una democracia.
Han
pasado 106 años y hoy la democracia se sustenta en la compra del voto por
despensas para los hambrientos, amenazas, injurias y cárcel para los que
protestan, avalado el gobierno por la gran plutocracia nacional e internacional
para imponer a los candidatos más serviles y corruptos.
Así,
el esquema entero de la entrevista aparece montado sobre las ideas más caras al
positivismo mexicano y cuyo representante Justo Sierra, las sostuvo desde mucho
tiempo atrás privada y públicamente, las dio a conocer directamente al General
Díaz con inteligente desenfado desde 1899.
Es
similar el momento en el que vivimos este 2013, el Fondo Monetario
Internacional prevé nuestras políticas de crecimiento, así sea para deteriorar
la raquítica economía mexicana, a final de cuentas los Justo Sierra de ese
entonces, son los Chuayffet, Videgaray y Osorio Chong del presente, siempre al
servicio del poder en turno.
Antes de eternizarse como Presidente de México, el General Porfirio Díaz tuvo una destacada participación en la lucha contra la intervención francesa. |
De
ahí, que en ese entonces, que con buen sentido y ante el silencio que había
seguido a la momentánea locuacidad de Díaz, Filomeno Mata el aguerrido director
de “El Diario del Hogar” le envió una carta el 19 de octubre de 1908,
solicitándole una entrevista para algunos de los periódicos de la república y
de la capital y establecer una comunicación directa con el pueblo, pues era el
propio General Díaz la única persona que podía disipar dudas y orientar a la
nación en su marcha política.
Así
hoy la CNTE, los grupos de autodefensa popular, los Yaquis en Sonora, los
padres agraviados por sus hijos secuestrados y numerosos grupos piden hablar
con Peña Nieto para saber que sucede en este país, pero su actuación en casos
tan contradictorios como la liberación inesperada de Caro Quintero en Puente
Grande, las reformas sociales y demás iniciativas promovidas por su gobierno,
nos demuestran que no quieren o no desean escuchar la opinión del pueblo
afectado.
Olegario
Molina, en sus declaraciones de aquella tan lejana - cercana época, demostró haber asimilado
plenamente la fórmula porfiriana de “poca política y mucha administración”.
Pero ciertamente una de las primeras y más tenaces consecuencias del asunto
Creelman, fue haber servido para definir o al menos matizar las posiciones
políticas de las personas y de los grupos. Porfirio Díaz había sufrido el
viraje más espectacular de su vida pública. Saliendo de su medio rural, la
política práctica incursionaba por primera vez en los terrenos de lo
doctrinario.
Francisco I. Madero, iniciador de la Revolución Mexicana de 1910. |
Hoy
Peña Nieto debe salir del closet y enfrentar una realidad que cuestiona su
presencia en el poder, y que la movilidad social lo ha rebasado, debe
convertirse en el líder que hasta hoy no ha sido y saber que la dinámica actual demanda de un tipo de
conducción colectiva que lo lleve a tomar el timón de la embarcación de este
país, más allá de pactos y componendas, si el entiende que su presencia y
valentía puede llenar los espacios que sus secretarios y asesores han dejado
vacíos, si el entiende que éste país y que su gente con trato adecuado es
sencilla y sin complicaciones; y deja atrás el boato e inicia un proceso de intercomunicación directa sabrá
que este pueblo no desea agredirlo, sino que desea ser escuchado y juntos
construir el país que a todos conviene, no solo a las minorías privilegiadas.
La
entrevista Creelman era la buena nueva que marcaría el principio de la plenitud
política nacional de su personal apoteosis. Díaz descendía voluntariamente del
poder para ascender por su propia grandeza a la gloria eterna de la historia.
La ilusión momentánea se desvaneció y volvió a callar. Comprendió quizá por
primera vez que su poder era limitado y que su capacidad de decisión y de
maniobra era menor de lo que había creído. Tal vez en ese momento tomó la
decisión de morir en el poder, de no abandonarlo de ninguna manera y a ningún
precio.
En
mayo de 1909 después de publicar “La Sucesión Presidencial de 1910”, Francisco
I. Madero constituyó el Centro Antirreeleccionsta de México, los hechos
posteriores reseñan que el 31 de mayo de 1911 Díaz se embarcó en el
Transatlántico Ypiranga, que lo llevó al exilio para nunca volver.
No
es deseable para el actual régimen el final de esta historia, pero a 106 años
de la entrevista Díaz – Creelman, cuando desde la cúspide del poder Don Porfirio pensaba que la cima era el
significado de su eficaz obra de gobierno, se equivocó, es en todos los
sentidos una enseñanza política para no cometer los mismos errores.
Aunque
hoy los tecnócratas de vestíbulo, los comunicadores al servicio gubernamental y
los fracasados teóricos del poder fáctico, señalan que en este país nada
sucede, lo hacen para la protección de sus prebendas dada la pequeña estatura
en qué consisten sus objetivos. México ya cambió y el proceso en el cual se
encuentra inmerso actualmente tiene cauces, porque el río embravecido no
obedece los designios de la madre naturaleza, el titular del ejecutivo debe
agudizar sus sentidos, el malestar social ha subido de tono y la quejumbre ya
tocó la puerta. Tengamos cuidado.
* Escritor
Email: licfernandora@hotmail.com
Celular: 871 163 3813.
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