Buscar este blog

15 de junio de 2013

El Sexódromo: Semáforo en verde

Verónica Maza Bustamante
De la ignorancia y la desinformación surgen las enfermedades, particularmente las de trasmisión sexual, por eso nos parece muy importante la labor de orientación y difusión que realiza acerca de erotismo y sexualidad Verónica Maza Bustamante, ella es colaboradora de Milenio Diario Laguna y la que sigue es su más reciente entrega, que se refiere a una práctica cada día más frecuente entre los jóvenes de nuestro continente. El link para que la leas en la publicación de origen es el que sigue:
http://laguna.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/b0c0edb25988370715e9fe3407204470

EL ÁNGEL EXTERMINADOR • 15 JUNIO 2013 - VERÓNICA MAZA BUSTAMANTE
Si vas de verde, quiere decir que eres alguien libre, sin pareja ni compromisos, por lo que, quizá, puedas irte esa noche a la cama con alguien.

Ilustración: Sandoval
México • Después de que varios artículos periodísticos develaron la existencia de una práctica erótica entre adolescentes conocida como “carrusel” o “ruleta”, que está de moda en Colombia (donde se forma una ronda para bailar y al detenerse la música, los jóvenes penetran a las chicas rápidamente; el que eyacula, pierde y sale del juego), ahora se da a conocer que en Perú los chavos están organizando las “fiestas semáforo”. De acuerdo con el diario La República, el factor distintivo en estas pachangas es el uso de brazaletes de colores: el rojo indica que el asistente tiene pareja o está acompañado, el amarillo que tiene dudas para iniciar una relación y el verde que está dispuesto a todo a nivel sexual.
Esta opción tiene su origen —o, cuando menos, yo supe ahí sobre ella hace una década— en las reuniones swinger para adultos, donde los recién llegados podían elegir, en la entrada, una pulsera que indicaría, de acuerdo a su color, si los portadores sólo estaban ahí para ver y conocer pero no para relacionarse, si deseaban hacer un trío o intercambiar parejas. Funcionaban bien (no sé si se sigan empleando) pues le ahorraban a los asistentes el estar pregunte y pregunte a los demás qué querían hacer.
Obviamente servían en un espacio donde solo hay acceso para mayores de edad que saben a lo que van, cuáles son las ventajas y cuáles los riesgos de estar ahí e interactuar. Recientemente leí que esta estrategia se emplea en pachangas privadas en México, organizadas a través de Facebook, a las que el personal llega vestido del color adecuado según sus deseos: el rojo significa que te encuentras en una relación y no estás interesado/a en conocer a alguien más, aunque hayas asistido solo/a a la reunión. El amarillo indica que estás en una situación emocional indecisa y podrías ligar con alguien. Si vas de verde, quiere decir que eres alguien libre, sin pareja ni compromisos, por lo que, quizá, puedas irte esa noche a la cama con alguien que conozcas ahí.
Es algo práctico y moderno, sin duda. Pero el asunto cambia cuando quienes lo practican son jóvenes de entre 12 y 17 años. Y mucho.
En Perú las reuniones son cada vez más comunes, tanto en casas (cuando los padres no están) como en bares y restaurantes. Ha habido varias redadas en donde han encontrado a los chicos borrachos y sin ropa; ya hasta hay un caso de sexting, pues una muchacha que estaba en una “fiesta semáforo” y quería demostrar que estaba en verde quedándose en topless fue fotografiada por sus compañeros, quienes después la chantajearon bajo la amenaza de que subirían las imágenes a las redes sociales.
Milton Rojas, representante del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas de Perú, dijo: “No podemos permitir que nuestra juventud se pierda de esa manera”. En los medios de comunicación han sido llamadas “orgías juveniles”, “fiestas desenfrenadas”, “placer desbocado”, “celebraciones de lujuria y perdición”, “impactantes y peligrosas reuniones”, pero además de detallar las situaciones que en ellas se viven y adjetivar a diestra y siniestra, poco se habla de la necesidad de que los padres atiendan a sus hijos, de que se les dé educación sexual en las escuelas, de que tengan opciones para saber más sobre infecciones de transmisión sexual, métodos anticonceptivos y, muy importante, sobre erotismo.
La labor educativa —lo he mencionado aquí— no solo se debería concentrar en lo relacionado con la salud, la anatomía y la fisiología, sino también con el sentido de la práctica erótica, de sus virtudes y sus complicaciones. Necesitamos “escuelas de erotismo”, es decir, apoyo para saber cómo disfrutar al máximo sin riesgos.
No me asusta la libertad sexual de los jóvenes. Siempre ha existido, de una u otra manera. En toda etapa de la historia de la humanidad ellos han vivido su despertar sexual de manera intensa y experimentado con el placer, incluso en aquellas eras de mayor represión. Pero los peligros que se viven hoy en día en esta sociedad tecnologizada son cada vez mayores, así como el valemadrismo, la crueldad e indiferencia de muchos seres humanos.
Que cada quien haga con su vida un papalote pero con sus calzones no un borlote. Habría que responsabilizarse de los hijos, saber un poco más sobre ellos, lo que viven, a dónde van. Hablar, facilitarles libros de sexualidad.
La labor es ardua y compleja. Pero espero que este destape, en medios de comunicación y redes sociales, de las situaciones que se viven hoy en día pase de ser un asunto amarillista a una alerta roja que les dé a los adultos la luz verde para reflexionar al respecto y actuar en función de ello.

*** ***

El buzón de Verótika
Cuando me estoy masturbando me “jalo” el prepucio y me he dado cuenta que tengo un poco de esmegma. No tengo la circuncisión y quisiera saber cómo hacer para limpiarme el glande a la hora de bañarme porque, como sabes, es muy sensible y me duele si me caen las gotas directamente en esa zona al momento de la ducha.
BA

De acuerdo con la investigación publicada en la Revista de la Academia Europea de Dermatología y Venereología, los investigadores han determinado que el esmegma se compone de células muertas de la piel, aceites de las secreciones prostáticas, hormonas sexuales y células blancas de la sangre, mismas que se alojan debajo del prepucio del pene y se miran como pequeñas protuberancias blancas que parecen un suave migajón. Es un fenómeno natural y ayuda a promover la lubricación entre el glande y el prepucio.
El esmegma, mi estimado amigo, se debe quitar a través de procesos de higiene normales, es decir, lavando diariamente debajo del prepucio con agua tibia y jabón. Normalmente esta acción no debería ser molesta (menos aún doler), y eso me llama la atención de tu mensaje, pues tú afirmas que así resulta para ti.
Es importante que laves bien esa área, porque el esmegma puede endurecerse y causar cultivos de bacterias que aumenten el riesgo de contraer infecciones y enfermedades, como se menciona en el sitio www.infeccionesenelpene.com. Por lo regular es inoloro, pero si genera otra problemática entonces puede surgir mal olor.
Si no puedes limpiar bien esa zona de tu pene, es necesario que visites a un urólogo, ya que los hombres que experimentan dificultades para retraer el prepucio y exponer la cabeza de su pene pueden tener una condición conocida como fimosis (de acuerdo con un estudio publicado en The Journal of Urology, los hombres con fimosis tienen casi el doble de probabilidades de experimentar esmegma que los hombres sin ella). También podría tratarse de una hipersensibilidad del glande.
La única manera de resolver esa duda sobre el dolor que percibes es visitando al médico especialista. Te pido que lo hagas. Y te mando un beso con cariño.
@draverotika
elsexodromo@hotmail.com