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8 de septiembre de 2013

El Sexódromo: dos de tres

Verónica Maza Bustamante.
Afortunadamente –dice Verónica Maza Bustamante- existe una gran diversidad de expresiones comportamentales al momento de las relaciones sexuales, a las que califica como normales en tanto sean sanas, seguras y consensuadas, el comentario aparecido en la columna El Sexódromo se publicó el último sábado en la sección El Ángel Exterminador de Milenio Diario Laguna.

La música y las otras conversaciones creaban un ruido blanco que de pronto pareció desaparecer. Guardó silencio. Luego me miró con ojos de cachorrito espantado y me preguntó: “¿Estoy mal? ¿Es muy perverso?”.

México • Ignacio me lo confesó así, de buenas a primeras, con la confianza que le dio hablar con alguien que, sin ser su amiga, sabía que lo entendería o, al menos, no le pondría cara de sorpresa o rechazo: “Lo que más me gusta es que una mujer me está mirando tener un encuentro sexual con mi pareja. Y cuando no tengo una, busco estar con dos chicas, una de ellas observando y la otra interactuando. También tengo erecciones con una sola mujer y llego al orgasmo, lo disfruto, pero me encanta cuando lo hago con dos, cada una en su papel”.
Estábamos en la casa de un amigo en común. La música y las otras conversaciones creaban un ruido blanco que de pronto pareció desaparecer. Guardó silencio. Luego me miró con ojos de cachorrito espantado y me preguntó: “¿Estoy mal? ¿Es muy perverso?”. Ya estoy acostumbrada a que la gente cuestione eso, pero no puedo evitar asombrarme de que pocas personas saben que hay una denominación para las diversas prácticas sexuales, la cual es “expresiones comportamentales de la sexualidad”, y que éstas son parte de la maravillosa diversidad sexual que existe en el mundo, en cada ser humano.
El doctor Juan Luis Álvarez-Gayou, sexólogo que propuso usar este término, señala que como seres racionales e individuales que somos, podemos encontrar placer en una gran diversidad de actividades: “La vida sin variación seria monótona y aburrida sobre todo en lo sexual”, razón por la cual hay quienes buscan cambiar de escenarios o incluir juguetes sexuales, disfraces o posiciones diferentes, intentar alternativas para mantener una relación de pareja y demás.
¿Qué es normal?, ¿Qué es sano? Cuando las prácticas sexuales son diferentes al coito normal, hay quien pone la etiqueta de perverso (calificándolo moralmente como algo unido a la maldad, el vicio o la perturbación) o desviado (que es la separación de las normas impuestas), menciona Álvarez-Gayou.
Ilustración: Valenzuela.
En el caso de Ignacio, él vive su expresión comportamental de la sexualidad con cierta vergüenza. Tras su confesión, le pregunté si todas las chicas con las que había estado bajo estos parámetros habían estado de acuerdo o alguna había llegado a ese momento a través de engaños, mentiras, por querer complacer sin importar su deseo o sintiéndose obligada. Respondió que siempre había sido una decisión compartida. La primera vez que le pasó fue con una novia que propuso incluir a su mejor amiga en ello; después fue con su esposa, con quien cada tanto hacía tríos en los que la otra mujer miraba, se masturbaba y, a veces, interactuaba con él mientras su compañera los veía. Según me contó, nadie estaba en desacuerdo con ello.
Ese es un punto importante para determinar si estas expresiones son sanas o no. A mí me gusta, lo saben, manejar cada una bajo los parámetros del “sano, seguro y consensuado”. Pero para ser más específica, les comento que las prácticas sexuales no son sanas si provocan malestar o incomodidad, hacen daño no deseado (ya sea físico o psicológico), producen alguna disfunción sexual, requieren la participación de otros en contra de su voluntad y/o interfieren en las relaciones sociales.
Lo que vive Nacho, si quieren ponerle una etiqueta, es un gusto por la exhibición. Es un exhibicionista: le excita y le produce placer sexual mostrar tanto su cuerpo desnudo como su desempeño erótico a su pareja y a otra persona. Aquellos que no tienen problema en enseñar su cuerpo sin ropa durante el encuentro erótico, que no apagan la luz, sonríen cuando sus parejas los alaban o los miran con deseo, también son exhibicionistas en grado mínimo o preferente (y hay muchos, por suerte).
Cuando esto es un requisito exigido o un acto necesario para tener una respuesta sexual que vaya desde la excitación o la erección hasta alcanzar el orgasmo, entonces se debe hablar de una expresión comportamental erótica predominante o exclusiva. Y, como explica la orientadora sexual Elsy Reyes, cuando se busca imperiosamente, obsesiona y se depende de ella afectando otras áreas de vida y pasa por encima de la integridad personal, entonces se pierde la libertad de vivir la sexualidad libre y plenamente. “Es un cuadro de adicción”, afirma.
Un asunto importante para poder disfrutar de estas expresiones es encontrar a personas compatibles con las nuestras, para que disfruten tanto como nosotros. Siempre hay un voyeurista para un exhibicionista, podríamos decir (pero, ojo, el típico “viejo cochino” de la gabardina que muestra sus “partes” en la vía pública no entra en este comentario, porque lo está haciendo sin el consenso de los demás).
Hasta ahora, Ignacio ha logrado que sus compañeras se sientan a gusto con su práctica. Se divorció luego de una relación de diez años pero por otros asuntos relacionados con la economía, no por los ocasionales tríos que hacían. Me cuenta que no es sencillo porque sabe, cuando conoce a una chica que le gusta, que en algún momento le tendrá que decir lo que más le excita. Por lo regular, las mujeres lo miran feo y no lo vuelven a buscar, porque trata de ponerlo en la mesa de discusión desde el principio, cuando ha establecido que podría tener una relación amorosa con esa persona. “Antes de pasar a esa fase, me siento obligado a decirles mi gusto por ese acto, pues no quiero que con el romance en pleno se enteren y decidan no continuar. Mejor antes de involucrar por completo el corazón, vemos si nuestros deseos son compatibles”.
A raíz de la historia de Nacho, releí al historiador Burgo Partridge, quien señaló, tras analizar las voluminosas memorias de Giacomo Girolamo Casanova, que este personaje —famoso por sus excesos y conquistas sexuales— sentía gran predilección por realizar el acto sexual con una mujer ante los ojos de otra.
Aunque Partridge comenta que a su parecer hay mucho de fábula en los escritos del italiano, señala que a Casanova le interesaban tanto, “si no más, las reacciones del espectador o los espectadores que las de la persona con la que realizaba el acto sexual”.
Esa es otra maravilla de la diversidad sexual y las expresiones comportamentales de la sexualidad: aunque se han dado nombre a algunas de ellas, cada quien las practica a su manera o le gustan por cosas específicas que pueden variar entre personas. A Ignacio le excita sentir la mirada ajena, la sensación de estar siendo observado, mientras que, por lo visto, a Casanova lo que más le atraía de la misma situación era lo que generaría en la persona que estaba mirando.
¿Qué pasaría si a la que contempla le pusieran una venda en los ojos pero fuera libre de escuchar todo lo que acontece en la habitación? ¿Les excitaría igual? ¿O si el exhibicionista estuviera completamente vestido? ¿A alguno le encendería el pensar que la mujer en acción está siendo observada por una congénere pasiva? Les digo que las posibilidades de una misma expresión son muy amplias.
Decía Friedrich Nietzsche que “el deleite de las pequeñas malicias nos ahorra más de una gran maldad”. Coincido con él porque me parece un error reprimir nuestros comportamientos (hablamos de los que son sanos, seguros y consensuados) tratando de seguir los parámetros que han establecido las sociedades en torno a lo “sexualmente correcto”.
Y como ha declarado el doctor Álvarez-Gayou, “todos formamos parte de la diversidad humana, todos tenemos la tarea de respetar la vida de los demás, tanto al vivir nuestra sexualidad a nuestro gusto como permitiendo que otros vivan la suya en libertad”.
@draverotika
www.facebook.com/veronicamazab

¿Ante el ruido?. Silencio

Roberto Orozco Melo.
El ruido, cualquiera, tiene consecuencias físicas y sicológicas en el oyente, sobre todo cuando es generado por la contaminación dice en su columna Hora Cero el historiador, abogado y periodista Roberto Orozco Melo, el texto fue tomado del periódico regional El Siglo de Torreón.

Enlace:

http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/910922.ante-el-ruido-silencio.html

Es la sensación de no saber qué nos molesta. Algo desequilibra nuestra estabilidad psicológica provocándonos una irritación íntima, ascendente, sin control. De pronto, una motocicleta nos da la clave: es el ruido de la ciudad; de los vehículos automotrices; de los radios encendidos a todo volumen; de las redes de comercios que, por medio de altoparlantes, contaminan las aceras con la ingenua creencia de que servirán para atraer a los transeúntes a su telaraña de ofertas cuando el efecto es --al menos para mí-- totalmente opuesto; es, en fin, el alboroto total con que la inventiva humana rompe, en distintos medios y formas, la tranquilidad de las personas. ¿Quién no ha sentido el deseo irresistible de agredir verbalmente y a golpes a los inconsecuentes motociclistas que agravian impunes a la población con los escapes abiertos de sus vehículos? Se requiere la máxima concentración mental y un supremo esfuerzo de control y prudencia para no ceder al impulso primario de atacarlos por su estúpida insania.
¿Quién soporta a los locutores de radio que se desgañitan frente a los micrófonos en vez de expresarse con voz temperada? ¿Ignoran acaso que cada aparato receptor tiene la cualidad de reproducir las señales de audio con el grado de intensidad que desee quien lo escucha? ¿Para qué, entonces, tanto desafuero de decibeles, como si estuviesen "ladrando" un partido de futbol al estilo vociferante del "Perro" Bermúdez?
¿Y qué me dice del hijo del vecino que llega a altas horas nocturnas con el estéreo a todo volumen, mientras se baja con toda calma a abrir la puerta de la cochera para meter su vehículo, interrumpiendo el sueño de la comunidad? ¿O de las carnes asadas de los vecinos, amenizadas con lo último de la canción ranchera a todo volumen?
Enrique "Perro" Bermudez.
¿Los bailes caseros?, ni se diga: a cuatro manzanas de distancia se oye la música atronadora, la desafinada voz del tenor de la familia, los gritos destemplados de los borrachines eufóricos, el discurso melifluo del padrino de la quinceañera y hasta el regurgitar de los esófagos ahítos.
Por supuesto que si queremos saber lo que es el silencio, sólo bastará pedir a nuestras autoridades municipales que hagan lo necesario para proteger a los habitantes del ruido, y, como por arte de magia, tendremos un silencio absoluto, acompañado de una indiferencia total. La alteración de la tranquilidad humana les importa un 'claxon'.
El doctor Samuel Maynes Puente escribió sobre el particular:
El ruido ejerce diversos efectos: causa lesiones físicas y trastornos mentales. Cualquier ruido contrae los vasos sanguíneos y causa lesiones permanentes al oído hasta provocar la disminución de la capacidad auditiva. Produce padecimientos de la piel, dilatación de las pupilas y tensión de los músculos voluntarios e involuntarios; reduce la secreción gástrica, aumenta bruscamente la cantidad de adrenalina en el torrente circulatorio. Se dice que la mayor amenaza es para los productos en gestación y los niños pequeños... El ruido hace a la gente irritable y susceptible, agresiva y distraída... El ruido retarda la recuperación de los enfermos... Hay una relación estrecha entre el aumento del ruido y el mayor grado de violencia en las ciudades... La extrema irritación del ruido ha sido factor desencadenante de homicidios...
Importa, y mucho, que se haga una conciencia social respecto al derecho a la tranquilidad que tenemos quienes vivimos en las ciudades. Las autoridades de Salud Pública, de Ecología, las estatales y las municipales deberían conjuntar esfuerzos para tomar medidas enérgicas y permanentes de control del ruido..., ese enemigo, siempre presente, que nos agrede a diario.

Malestar por bienestar

René Delgado
Ballesteros.
Hay ocasiones en que los inconvenientes que se presentan en alguna situación valen la pena cuando a cambio de sufrirlos se van a tener de manera permanente ventajas o bienestar señala en su columna Sobreaviso el analista político René Delgado Ballesteros el sábado 7 de septiembre en El Siglo de TorreónDelgado publica también en El Universal y en los medios impresos de Grupo Reforma.

Enlace:  http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/911005.malestar-por-bienestar.html

Es fastidioso y desesperante no saber si se podrá llegar al trabajo, la cita o al aeropuerto en virtud de las marchas y bloqueos del magisterio rebelde, pero ese malestar es poca cosa si, al final, esos días de perro se traducen en la mejora educativa de los escolares. El malestar temporal a cambio del bienestar general y prolongado es el sacrificio a sufrir cuando se quieren remover privilegios y prerrogativas mal concedidos a una porción de la sociedad a costa del resto.
Ese es el significado de esos días. Sin importar su ámbito de incidencia, cualquier reforma implica lidiar con resistencia. Desde esa perspectiva, y por lo que viene, más vale reconocer el Paseo de la Reforma como la Avenida de la Resistencia. Importa asumirlo porque muchas de las voces quejumbrosas o, peor aún, ansiosas por escuchar el golpe del tolete contra los escudos de la policía parten de la ilusión de que las reformas deben realizarse sin que las hojas de los árboles se muevan. No es así.
Aprobado el marco jurídico de la reforma educativa donde se vio la actuación del Poder Legislativo, falta por ver la actuación del Poder Ejecutivo en la instrumentación y el aterrizaje de ella, o sea, falta por ver el gobierno de la reforma educativa porque, no es nuevo, muchas veces las reformas se secan en las hojas donde quedan escritas.
Se dio un paso difícil, molesto, pero se dio. Es menester dar los siguientes.
***
Lo ocurrido en los últimos días, particularmente, durante el fin de semana pasado, exige revisar con mayor serenidad lo sucedido: festejar los aciertos, lamentar los errores, valorar lo conseguido y lo concedido, así como reflexionar si, aprovechando la reforma de las leyes, no convendría reformar también hábitos y conductas políticas.
Pese a quienes consideran que debió aplicarse la fuerza y someter a quienes atropellaron derechos ciudadanos, constituye una victoria la conjura del fracaso de la política y la instauración de la violencia. Se dice fácil, pero en un tris se estuvo de manchar con sangre la reforma. Abatir la violencia cuando ésta se ha instalado como una forma de relacionarnos es reivindicar la política y privilegiar la civilidad como mejor forma de entendernos. Y eso es motivo de satisfacción. Puede no reconocerse, pero fue una hazaña.
En sentido contrario de ese mérito, los poderes Ejecutivo y Legislativo, así como el gobierno del Distrito Federal, cometieron un error. Si bien el presidente de la República hizo bien al postergar su visita a Turquía y al mover día, hora y lugar de su mensaje con motivo del informe y si bien el Congreso hizo bien al apresurar la aprobación de la ley que obliga al magisterio a evaluarse, ambos poderes, junto al gobierno capitalino, se desentendieron de la ciudadanía. Incurrieron en reproches mutuos, sin que ninguno informara y explicara cabalmente a la sociedad el porqué de la tensión, subrayando lo que estaba en juego.
Al poner todo el empeño en garantizar la instalación del Congreso de la Unión, asegurar la entrega del informe de gobierno, blindar el mensaje presidencial y aprobar la ley mencionada se mandó una señal, que, desde la percepción ciudadana, resultó desalentadora: importaba garantizar las necesidades de la élite política, no los derechos de la ciudadanía.
Cumplidos los protocolos y actos de aquellos dos poderes, se dejó al magisterio convertir a la ciudadanía en el rehén de sus bloqueos, marchas y sitios. Por encima de la élite política, nada; a costa de la ciudadanía, lo que se quiera. Ese fue el desalentador mensaje.
De ahí los tweets del jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, ansiosos por establecer que el ahorcamiento de los ciudadanos exigía la actuación conjunta de los gobiernos involucrados.
***
En esos días de perro, se hizo política y, sin embargo, absurdamente, se negó practicarla. Lejos de destacarla como instrumento clave para conjurar la violencia, unos y otros ocultaron, como algo vergonzante, practicarla.
En esto hay algo curioso, la clase política en su conjunto -en el poder, en la oposición o en el no poder- comparte un discurso inflexible y una conducta flexible, ambos con ribetes deplorables. El gobierno no cede ante presiones, la oposición no da un paso atrás en su demanda, la reforma va porque va, la reforma no pasará, todos firmes en su discurso público, pero todos, en la práctica, negociando en los despachos del poder o incluso en los cuartos de hotel para, al terminar de negociar, jurar no haber negociado nada.
La negociación, no la transa, es consustancial a la política. Si se niega la negociación, se niega la política y es evidente que, en la aprobación de la ley del servicio profesional docente, el gobierno y los partidos negociaron con la resistencia magisterial: hicieron concesiones mutuas, por fortuna y hasta donde se alcanza a ver, sin torcer el reglamento sujeto a aprobación.
No sobraría que los integrantes del Pacto por México, gobierno y partidos, así como salen juntos a anunciar sus propósitos, salieran a hacer el balance de los resultados. Qué se concedió, qué se denegó y, a partir del ejercicio, señalar el límite y el horizonte de la reforma educativa y a comprometer la ruta crítica de su instrumentación. Si política es negociación, también es comunicación.
***
Pudieron hacerse de otro modo las cosas, posiblemente. Sin embargo, más allá de esas otras opciones, de los aciertos y errores cometidos en el procesamiento del marco jurídico de la reforma educativa, de los costos y las ganancias políticos y sociales en el corto y el mediano plazos, el tramo quedó cubierto: se cuenta con la ley para ensayar la mejora en la educación. Y eso es un triunfo.
El malestar temporal no puede olvidar cuántas veces se intentó la reforma, cuántas veces se pervirtió y transó. El malestar coyuntural no puede ignorar el posible bienestar estructural que, concretada la reforma, supone para los escolares y, por lo mismo, para el futuro nacional.
Conviene, por ello, revisar y reflexionar sobre lo ocurrido estos últimos días. Salir del grito de este-puño-sí-se-ve o de este-tolete-sí-se-siente. A partir de la experiencia, determinar el orden, los términos, el ritmo y los plazos para atender las reformas pendientes (telecomunicaciones) y las ya anunciadas: político-electoral, energética, fiscal, financiera... Tienen más impacto que pacto de por medio, su beneficio y perjuicio es todavía más debatible.
Pese a las molestias y resistencias que reformar provoca, es preciso darle al país una oportunidad, al país, no sólo a un sector. Venga lo que sigue.

En brazos de Morfeo

Gerardo Hernández
González.
Asegura en su columna Capitolio el comentarista político Gerardo Hernández González que la reacción de los políticos o funcionarios sorprendidos en falta es diferente, según su país de origen. El comentario apareció publicado en la sección Acentos de Milenio Diario Laguna, aunque también colabora con Zócalo de Saltillo.

En un país donde al Congreso se va a dormir, no extraña que el senador panista Luis Fernando Salazar utilice su escaño para mantener viva esa reposada tradición. Un día antes de que la fotografía del político lagunero, en brazos de Morfeo, circulara por las redes sociales, el senador republicano John McCain jugaba póquer en su smartphone mientras se discutía una minucia: si Estados Unidos intervenía o no militarmente en Siria contra el régimen de Bashar al-Asad, uno de los sátrapas que aún quedan en el mundo.
La actitud del ex candidato presidencial despertó críticas en las redes sociales y escarnio en los programas de comedia, a cual más de ácido. Sin embargo, el legislador de Arizona y ex combatiente de Vietnam tomó con espíritu olímpico el desliz. Lo pillaron y cualquier cosa que dijera para ocultar la evidencia habría resultado inútil. Salazar actuó en sentido contrario. Emitió un boletín para decir que no dormitaba, que parpadeaba; que las redes sociales sirven lo mismo para informar que para desinformar y que la fotografía fue “sacada de contexto”.
En un país donde se va a dormir al Congreso.
En la fotografía del “delito”, Salazar aparece junto a la senadora Mariana Gómez del Campo (PAN) que ya había sido sorprendida en un escarceo amoroso con su novio Eduardo Solórzano en las tribunas de la Cámara alta. Los medios y las redes sociales se regodearon. La senadora del Movimiento Layda Sansores también fue exhibida en cadena nacional mientras usaba su iPad para ejercitarse en el Diamond Dash, un juego que exige destreza y concentración, mientras se discutía la reforma laboral.
Si los políticos de todos los partidos se burlan de la sociedad, es normal que esta les pague con la misma moneda. Pero una cosa es jugar, dormir o colmarse de arrumacos en el Congreso y el Senado, lo cual jamás pasará de lo anecdótico, y otra muy diferente escuchar a Emilio Gamboa, uno de los prohombres del país, pactar con figuras siniestras como Kamel Nacif Kuri —sobre la apertura de casinos—, nombre que remite a Jean Succar Kuri y a uno de los delitos más deleznables como es la pederastia. Todo ello documentado por la periodista Lydia Cacho en “Los demonios del Edén”. El 12 de septiembre de 2006, algunos periódicos publicaron el contenido de una conversación telefónica filtrada entre Gamboa, entonces senador como ahora, y Nacif, de la cual reproduzco la parte sustantiva.
Lydia Cacho.
Gamboa. Vamos a sacar la reforma del hipódromo, ya no del juego… del hipódromo.
Nacif. ¿Para qué…?
Gamboa. Para hacer juego ahí, cabrón.
Nacif. ¿Cómo?... Bueno…
Gamboa. ¿Cómo la ves?
Nacif. No, no la chingues.
Gamboa. Entonces, lo que tú digas, cabrón. Por ahí nos vamos, cabrón.
Nacif. No, dale p’atrás, papá.
Gamboa. Pues entonces va p’tras. Esa chingadera no pasa en el Senado, eh.
Nacif. A güevo.
Gamboa. Ok.
Un año antes, en una charla igual de soez, Nacif había calificado de “héroe” y “gober precioso” al gobernador de Puebla, Mario Marín, por haber ordenado la detención ilegal de Lydia Cacho. En cualquier país democrático y de leyes, la carrera de Gamboa y de muchos otros de su estofa ya estaría liquidada. En México no. Ojalá que los políticos —de todos los partidos— durmieran más. Así le ahorrarían al país múltiples quebrantos.
gerardo.espacio4@gmail.com
@espacio4.mx

Cacofonías

Acerca del ruido de cualquier tipo que nos encontramos nos habla Marco Provencio columnista en la sección Acentos de Milenio Diario Laguna. En donde señala que: “El mundo está lleno no solo de ruido, sino de cacofonías, las que generan una disonancia entre lo que se alcanza a escuchar y lo que se ve. Hay quien dice que la tolerancia a ese ruido (auditivo, visual, táctil, de todo tipo) es sinónimo de madurez, aunque Schopenhauer (El mundo como voluntad y representación) sostenía que la capacidad de tolerar ruido sin inmutarse es inversamente proporcional a la capacidad mental de quien escucha.”

Enlace:  www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9190837

La peor llanta del carruaje es la que hace más ruido (Benjamin Franklin)… y es la que se lleva la mejor aceitada (refrán popular).

Enrique Peña Nieto.
El mundo está lleno no solo de ruido, sino de cacofonías, las que generan una disonancia entre lo que se alcanza a escuchar y lo que se ve. Hay quien dice que la tolerancia a ese ruido (auditivo, visual, táctil, de todo tipo) es sinónimo de madurez, aunque Schopenhauer (El mundo como voluntad y representación) sostenía que la capacidad de tolerar ruido sin inmutarse es inversamente proporcional a la capacidad mental de quien escucha. Van cuatro ejemplos para documentar algunas de nuestras cacofonías sociales.
Francia.
El jefe de Gobierno del DF ha presentado una iniciativa de reforma constitucional que busca que la Ciudad de México se transforme en el estado 32 de la unión, propósito anhelado por no pocos capitalinos. Quien argumenta a su favor señala que daría derechos plenos a los habitantes de la ciudad y aseguraría sus libertades, al tiempo que propiciaría “el adecuado funcionamiento de sus servicios [de la capital] y velaría por la seguridad de sus habitantes”. (Manuel Camacho, Reforma, 5 de septiembre, pág. 1-c).
No falta algo de razón a lo anterior, pero simplemente hay que revisar cualquier diario estos días para constatar qué corteses pueden ser las palabras y qué grosera la realidad. Ante la literal “entrega de llaves” que el Sr. Mancera ha hecho a nuestros visitantes distinguidos… ¿“derechos plenos a los habitantes de la ciudad”? ¿“Adecuado funcionamiento de los servicios”? Tiene razón Óscar Espinosa en un texto publicado ayer cuando dice que “la demanda de tener todo lo que nos beneficie y nada de lo que nos responsabilice… [es] reclamar derechos políticos de adulto aceptando sólo obligaciones de niño”. En efecto, éste es un tema que concierne a todo el país, no solo a los sitiados chilangos.
Andrés Manuel
López Obrador
Héctor Serrano, secretario de Gobierno del DF, dice que, para que se pueda realizar la movilización programada de AMLO, los maestros de la CNTE deben retirar sus carpas del primer cuadro de la ciudad y el gobierno debe levantar las que instaló en el Zócalo cuando todo parecía color de rosa en la capital. ¿Y para el grito del 15 de septiembre? El Sr. Serrano espera que “se pueda llegar a negociaciones con los maestros disidentes…”.
¡Ajá! Es difícil no percibir cierto descaro. Todo este manejo pulcro con las palabras, las expresiones, las intenciones o deseos de que el conflicto en la ciudad se solucione por la vía pacífica y el diálogo y el bla bla bla, pierde su careta cuando se muestra el sentido real de las acciones del gobierno. Éste ya apostó todo al 2018, aunque, por lo visto, tenga una lectura equivocada y lo haga mirando para atrás y no para adelante.
Con frecuencia, el ejército de reserva de la “insurgencia magisterial” (no es seguro que procedan las comillas) ha deleitado a los transeúntes con una cascarita en plena Plaza de la Constitución o en Paseo de la Reforma. Se ve que esto del balompié es genético, aunque la técnica, la forma y la condición física y mental de los improvisados pamboleros dejen mucho que desear.
Ahora amenazan con bloquear el juego contra Honduras en el Azteca. ¿Dónde quedó ese derroche de pasión, de entrega, de sacrificio por el futbol que se ha visto en estos días en las abarrotadas canchas del Zócalo y de la principal avenida de la ciudad?
Miguel Ángel Mancera.
Mientras en San Petersburgo el presidente Peña Nieto y el presidente de China, Xi Jinping, celebran “la intensa dinámica de diálogo y colaboración bilateral” y el secretario de Hacienda firma con contrapartes chinas un memorando para promover la inversión bilateral, en nuestro país algunos representantes del sector privado inician su propia “insurgencia empresarial” contra un proyecto de inversión mexicana que incentivaría, precisamente, el comercio y la inversión entre México y China.
El tema llega al grado de que el presidente de la Canacintra cita el ejemplo de Francia para defender su aparato productivo nacional: “Cuando las autoridades [francesas] observan un peligro a su industria, no les importa violar sus leyes con tal de frenar cualquier acción que pueda dañar” (El Economista, 6 de septiembre, pág. 27). Si a un miembro de la cúpula del sector privado le parece natural que la autoridad viole la ley en aras de un “nacionalismo industrial”, ¿por qué a alguien le sorprende que la CNTE diga ahora que la triada de leyes en materia educativa no les será aplicable a ellos?.

Decía una vieja

Mario Domínguez
Zerboni.
Aunque es de autor desconocido, el presente texto lo compartió uno de los contactos de Facebook Mario Domínguez Zerboni que trata acerca de un decálogo, experiencias de vida de una anciana, que me parecen muy adecuados para llevarse mejor con los que tenemos cerca: Los consejos son dirigidos a mujeres, pero considero que igual aplican para hombres y que nos llevan a tener una mejor actitud en las relaciones con nuestros semejantes y ante la vida.  

"Mira, mija, pa´que dejes de andar quejándote, te voy a dar unas cuantas sugerencias pa' que vivas bien, y no nomás sobrevivas... ¡Mírame a mí, estoy en la flor de la vida y me sigo riendo!.

1.- Agradece por todo.
No te quejes, dale gracias a Dios que estás, que sigues, y que vives, nomás piensa que a otra bola de gente ya se la llevó...¡la vida!.

2.- Cuando puedas comer... come, cuando puedas dormir... duerme, cuando puedas disfrutar... disfruta, cuando puedas trabajar... trabaja, y si aún puedes, échate unos traguitos, juega con los hijos, haz el amor o ponte a silbar, a cantar en la ducha, y dá gracias a Dios porque tienes Salud. No te la pases quejando,¡¡ayyy si hubieraaaa!, ¡¡ayyy las di!... ¡ayyy si tuviera... ¡cuánto sacrificio!,¡no m'ijita, altas y bajas siempre han habido y siempre habrán!

3.- Si  en la noche no puedes dormir, sí estás vuelta y vuelta en la cama, pos' párate y ponte a hacer algo, arregla un cajón, plancha tu blusa pa mañana, ponte a leer, porque si te quedas acostada con los ojos abiertos...  ¡vas pensar puras huevadas!. Y lo peor es que te paras y las haces... Ya de por sí...

4.- Los problemas grandotes, esos que son del mundo, y que se oyen en la televisión, que sí se está calentando el planeta, que sí a tal país ya se le llevaron los dineros, que si los narcos... ¿esos mija?, mándalos a la m... ¡¡no los vas a arreglar tú!. Luego ni les entiendes, ¡no te hagas bolas!, Deja que los que pueden, los arreglen. Pero tú... ocúpate de los que se ven más chiquitos, esos que sí están en tus manos. Despabílate, aunque sea a ratos, atiende esos, los demás ¡¡a la p… madre!!.

5.- Si te dan... agarra todo lo que te den. Agárralo, aprovéchalo, así sea un beso o una pendejadita, porque uno vive pensando, que las cosas las genera uno, pero no sabes de qué forma te llegan... ¡así que tú agarra y no te acorbades!.

6.- ¡Ahhh! pero eso si..
¡No agarres lo que no es tuyo¡, ni la bicicleta, ni la bolsa, ni el dinero, ni al marido o amante de otra, lo ajeno respétalo, es de otra, cada quien tiene lo suyo, ¡lo que se gana y lo que se merece!.

7.- Lo que hagas hazlo con ganas, con muchas ganas y mucho gusto, hazlo bien o no lo hagas y déjate de pendejadas, olvídate de las envidias. Tú… a lo tuyo porque no sabes cuánto vales...

8.- Cuídate de las cabronas y aléjate de las pendejas, fíjate bien como son… porque ¡¡hay malvadas!!, conócelas y nunca seas como ellas… ayuda y escucha a tus amigas, no hables mal de la gente, ni de las cabronas, ni de las pendejas, sé orgullosa, pero no seas arrogante ni prepotente. Sé humilde, no agachada; sé valiente, no imprudente. Cuando ganes, sonríe, cuando pierdas, no armes un escándalo, y si te da la gana... llora.

9.- Nunca te preocupes por lo que no tienes, por lo que no puedes comprar, cuántas cabronas que tienen todo el dinero del mundo están en la cárcel, enfermas de la cabeza, o guardadas en un hospital, asustadas e inseguras, o tienen un marido pendejo, no son felices, no saben comunicarse, no tienen una familia como la tuya. Tú tienes algo más valioso que es… tu gente y tu salud.

10.- Manda a la mierda la muerte, que sea ella la que se preocupe por no poderte llevar, y no seas tú la que se preocupe porque ya te va a llevar. ¿Así?, ¿o más claro?. Y, por último, mijita, si la vida te da limones... ¡qué limonada ni que mierda! ¡Tú pide tequila y sal!

¿A toda madre?

Julio César.
Hay ocasiones en que los políticos pierden el sentido del pudor, de la proporción y del decoro cuando de formular declaraciones se trata tal como le ocurrió en días pasados al gobernador Rubén Moreira Valdez quien atropelló la sensibilidad de los afectados por la violencia y delincuencia en Torreón al comentar que nuestra ciudad “está a toda madre” y que se han reducido las situaciones que nos roban la paz. El comentario apareció el sábado anterior en la Columna Salve César que escribe Eduardo Holguin alter ego de los personajes César y Brutus.

César y Brutus dedican el sábado a “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo”.
––¡Está a toda madre!
––¿Ya vas a empezar, Brutus, con tus acostumbradas palabras altisonantes?
––No compadre, sólo repito lo que dijo Moreira II en la colonia Aquiles Serdán, de Torreón.
––Oye Brutus, ¿por qué dijo eso?
Rubén Moreira.
––Pues él mencionó que “se está muy bien donde estamos, ¿a poco no?”
––¿A poco sí?
––Bueno, pues él es muy optimista, y además Moreira II también tiene libertad de expresión.
––¡Y vaya que la ejerce! En las reuniones no deja hablar a nadie. Lo que sorprende, mi Brutus, es el contraste que su opinión tiene con respecto a la de la mayoría de los torreonenses.
––¡Sí es cierto! Según datos de la última encuesta de Barómetro de México Avanza, los servicios públicos de la ciudad obtuvieron una pésima evaluación: seguridad pública 3.8 sobre 10, pavimento 3.9, agua potable 4.2, alumbrado 4.5, vialidades 5.01 y transporte 5.7
––“A lo mejor” oíste mal, mi Brutus, y no dijo “está a toda madre”, sino: “está hecha un desmadre”.
––La verdad es que a Moreira II se le puede acusar de optimista pero no de dormirse en su trabajo después de una francachela.
––¿Francachela es dónde francamente se toman un chingo de chelas?
––Algo así compadre. Pero yo me refería a la fotografía de Fernando Salazar durmiendo en su acojinada curul.
––Oye Brutus, pero Fernandito aclaró que lo agarraron parpadeando, sinónimo de pestañeando.
––¿Pestañando? Yo creo que quiso decir “echándose una pestaña”. En la foto se ve clarito como se acurruca en su cómoda poltrona del Senado. Hasta la baba se le salía.
Mejor vamos a desearles salud y un excelente fin de semana.

Don José Ayup Tedy, un libanes prometeico

Fernando Ramírez López.
Una de las características de La Laguna es que durante sus años de bonanza se convirtió en polo de atracción de hombres y mujeres procedentes de todo el orbe, los que al emigrar a ésta tierra bendecida dejaron profunda huella de su tránsito bienhechor, uno de esos hombres pródigos fue Don José Ayup Tedy que habiendo nacido en Líbano eligió a MatamorosCoahuila como su tierra de promisión y de quien hace una afectuosa evocación  Fernando Ramírez López*.

Para el heroico pueblo de Siria en solidaridad con su digna lucha.

“El hombre común necesita de la poesía, que sople sobre su vida y la embellezca, que la salve de los tremendos infortunios que la amenazan y la haga digna de ser llevada con orgullo sobre los hombros”.
José Gorostiza. Muerte sin fin.
León Felipe.

“Dura es la tierra y obstinadamente dura la piel del tiempo que pisamos”.
Rafael Alberti. Del pensamiento en un jardín.

“No es en la primera página, sino en la última página de la crónica en donde está escrito el nombre verdadero del héroe, y no al comenzar sino al acabar la jornada, es cuando acaso pueda decir el hombre como se llama”.
León Felipe. Ganarás la luz.

“La tierra muerta es una señal para ellos. Nosotros la hacemos vivir y sacamos de ella grano del que comen. Si ponemos en ella jardines de palmeras y viñedos y hacemos que broten en ella fuentes”.
Ya Sin 23:33-34. El Corán.

Múltiples hombres y mujeres vinieron de todos los rincones del orbe para habitar esta tierra que mana leche y miel; así Prometeo hijo de Zeus fue capaz de regalar el fuego a los hombres no obstante su castigo, este es el caso de un libanés llamado José Ayup Tedy que emigró a finales del Siglo XIX a La Laguna para darle lo mejor de sí a esta y a su descendencia.
Este hombre tuve la oportunidad de tratarlo, personaje que al devenir del tiempo y del trato continuo, me dio la oportunidad de conocerlo y de saber detalles de su vida. Recuerdo de sus juegos con los niños de Matamoros, Coahuila que lo saludaban y después de apretarles fuertemente la mano, soltaba sonora carcajada y les regalaba como premio un chicle o un dulce.
Terrible castigo sufrió
Prometeo, hijo de Zeúz,
por atreverse a obsequiar
el fuego a los mortales.
Era alto, blanco y fuerte, había nacido en Elkfur Libano y al frisar los 18 años se embarcó rumbo a América en busca de su destino, pasó por Marsella y de ahí partió al Puerto de Veracruz, venía como muchos hombres y mujeres de esa época a descubrir este continente de color, que alberga en su seno al Ulises Criollo de José Vasconcelos. Llega a Torreón en búsqueda de su tío José Aún Nájer, se vivía La Laguna de finales de ese Siglo que dio albergue como madre generosa a gente proveniente de casi todo el mundo, venían a formar La Babel del Norte. La fiebre del oro, el algodón y el ferrocarril atraían a buscadores de fortuna, estaba por iniciarse el Siglo XX y él habría de vivir en carne propia la primera revolución del Siglo XX: la mexicana.
Posteriormente encuentra en Matamoros, Coahuila la razón de su vida plural y de su principal cometido formar una gran familia: los Ayup; en compañía de una mujer de largo aliento, su esposa Doña Feliciana Sifuentes Urquizo, sampetrina, prima hermana del general Francisco L. Urquizo, quien escribiera una gran cantidad de novelas entre ellas “Tropa Vieja” y en el marasmo de la algarada revolucionaria, fue testigo de la tragedia de Madero y posteriormente del asesinato de Carranza en Tlaxcalantongo.
Don José se dedicó siempre al comercio y a producir ropa sencilla de mezclilla en su taller de maquila, se les decía barilleros a aquellos vendedores  que recorrían los caminos polvosos de esta tierra y de Santo Niño Aguanaval.
Vinieron catorce hijos en su matrimonio: Julián, Salomón, Rosa, José, Dora, y otra Dora, la primera de ellas pierde la lucha por la vida al enfermarse de sarampión, Rodolfo, Ema, Sergio, Olga a quien la tos ferina se la llevó a temprana edad, Homero, Jaime, Rogelio y Álvaro. En el México de ese entonces, el sarampión y la tosferina causaron graves estragos.
Actualmente sobreviven dos de sus hijos, todos ellos han sido hombres y mujeres que han dado frutos fértiles a la región; la muerte vuelta tragedia al quitarles la vida a sus hijos Julián y Salomón y años más tarde a Sergio quien estaba en la plenitud de su existencia y de su éxito empresarial le provocó una huella de dolor que nunca superó.
Rodolfo Ayup Sifuentes.
Mi oportunidad de llegar a la familia de Don José, fue cuando uní mi vida a la de su nieta Sonia, hija de Don Ernesto Domínguez de la Rosa y de Doña Rosa Ayup Sifuentes, nos llegaron tres críos y nueve críos de los críos, además de la oportunidad de conocer el amor.
Relata la historia que poco antes del reparto agrario de 1936, un grupo de campesinos se reunió en una de las esquinas del Mercado Municipal de Matamoros solicitando tierra, mismos que encontraron como respuesta del gobierno y de los hacendados que se les reprimiera arteramente, muchos de ellos fueron masacrados y algunos pocos salvaron la vida gracias a Don José, que al darse cuenta de la refriega y en su huida escondió a algunos de ellos en los cestos que utilizaba para guardar los sombreros de ala ancha muy usados en ese entonces, así lo reseña Valentín Campa en su libro “Mi Testimonio”. Don José fue un hombre de ideas de izquierda, aunque nunca hizo labores de proselitismo, siempre se identificó con la lucha de los marginados, su oído fue fiel escucha de los sucesos de la revolución bolchevique en Rusia, que en estos días de septiembre es sede de la reunión del G-20 en san Petesburgo, que reúne a los dirigentes de las naciones más poderosas del orbe y que en su agenda buscan solución al difícil problema de la pobreza, al devastador panorama en Siria y al espionaje norteamericano en el orbe, que ha encontrado como justificación su lucha contra el terrorismo.
Don José al paso de los años, de vez en vez se reunía con la arabada, paisanos entre los que se encontraba Don Juan Abusaíd Chaya que consolidó una de las fortunas más grandes del país, le manifestaba que su gran riqueza consistía en el tesoro familiar que tenía. Además fue un gran promotor del deporte, introdujo el basquetbol a la Laguna y en su juventud había sido practicante de lucha greco romana. Hombre austero hacía suyo el principio de que comía para vivir, no vivía para comer, en su casa siempre figuraron las aceitunas, la crema y el pan.
El deporte como parte importante de su personalidad, lo llevó a integrar el equipo de basquetbol “Camisas Mariscal” el cual estaba compuesto por sus hijos y por su nieto mayor Ernesto Domínguez Ayup, los cuales adquirieron un gran prestigio y lograron lo más importante formarse un carácter y lograr un modo honesto de vivir.
Rodolfo que cariñosamente le llamaban “el potrillo” fue jugador internacional y formó parte de la quinteta mexicana que participó en diversos torneos internacionales como el de Argentina, hoy este se encuentra en el salón de la fama y antes de partir al infinito se le hizo un gran homenaje en el Auditorio Municipal de Torreón.
Arcelia Ayup Silveti.
“Por sus obras los conoceréis” dice la Biblia y en Don José como libanes mexicano encontramos una vida plural, que entregó a los suyos y a todos aquellos que nos fuimos cobijando a la sombra de este gran árbol.
Trajo a la Laguna desde su lejana tierra el ejemplo de los fenicios que son precursores del comercio, además practicó la medicina doméstica y durante toda su vida enseñó a sus hijos caligrafía, gramática y aritmética.
Muchos de sus descendientes hoy son prósperos comerciantes, agricultores, deportistas, artistas, empresarios y políticos destacados; él transitó a la eternidad en el año de 1970 y su compañera de vida Doña Feliciana en 1992,  hoy viven dos de sus hijos, Jaime que es comerciante y papá de la escritora Arcelia Ayup Silveti de Hernández Velez; Álvaro el menor el cual es ejemplo de vida, ha dedicado su existencia a servir como médico cirujano a los más necesitados y como maestro de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila, durante más de cuatro décadas ha ejercido la docencia y la investigación.
Tratar a gente de esta dimensión humana nos imprime el deseo de convertirnos en reflejo de su actuación, las generaciones posteriores han aportado logros importantes a su comunidad como pintores, médicos e investigadores y han seguido cada uno de ellos en la forja de caminos exitosos.
Este es un alto en el camino, es una sencilla reflexión sobre la vida de un ser humano que hoy sus descendientes le tienen como paradigma y han formado “la fundación José Ayup Tedy” que se dedica a obras de beneficio social; deseamos sinceramente que estos valores inunden a esta tierra indomeñada, que en La Laguna construyamos muchas familias como la de Don José que han generado con su ejemplo un estímulo para ser mejores, menos egoístas y más comprometidos con la hora social que nos ha tocado vivir, con el propósito firme de construir una sociedad más justa, más sana y con una elevada vida espiritual.
*Escritor
Celular: 871 163 3813