Gerardo Hernández González |
El
Retorno de Sifuentes y Equilibrios
de Poder fueron los títulos bajo los que se
publicó la columna Capitolio
que escribe para varios medios de Coahuila
el periodista lagunero Gerardo
Hernández González. Los comentarios publicados el 05 y
06 de febrero tienen como base la entrevista que se publico en el bisemanario Espacio 4 hace un par de semanas,
medio del que es director Hernández
González.
Raúl Sifuentes
Guerrero esperó más de un sexenio para lidiar de nuevo en la arena política
estatal, tras su desempeño como secretario de Gobierno en la administración de
Enrique Martínez y aspirar, sin éxito, a sucederle. El anuncio de que el
Movimiento Ciudadano (MC) lo postulará para la alcaldía de Torreón genera
reacciones en partidos, columnas y círculos oficiales, por su conocimiento del
medio y los efectos que su participación podría tener en los comicios del 7 de
julio. ¿Lo hace para beneficiar al PAN y dañar al PRI, como se piensa?
Rubén Ignacio Moreira Valdez |
“Competiré por
la alcaldía de Torreón para ganar y no para afectar o favorecer a otros
aspirantes”, replica el ex jefe político de “La Burbuja”, cuyos operadores
fueron absorbidos por los gobiernos de Humberto y Rubén Moreira. Es su primera
entrevista en siete años, tras renunciar al PRI, que lo marginó de la
candidatura al gobierno del estado “por una decisión absurda” del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, influida por intereses de su
entonces presidente Eloy Fuentes.
Raúl Sifuentes Guerrero |
Sifuentes anticipa
que será candidato del Movimiento Ciudadano y de otras fuerzas que lo
postularon para senador en 2006. Asegura que sus posibilidades para suceder a
Eduardo Olmos —antiguo miembro de su equipo— son reales, pues la elección del 7
de julio “será de tercios”. Explica que la diferencia para obtener la victoria,
además del voto de las izquierdas y de grupos sociales, se la darán los
priistas y panistas inconformes “por la imposición de candidatos y la exclusión
que priva en sus partidos”.
Enrique Mártinez y Martínez |
Advierte que la
posición del PRI en Torreón es insostenible. Sectores sociales cada vez más
amplios buscan una alternativa distinta de las que han gobernado la ciudad en
los últimos lustros. Dice, por otra parte, que el desarrollo de las capitales y
el rezago del resto de las regiones refuerzan el sentimiento de abandono de los
gobiernos de Coahuila y Durango, alienta la creación del Estado de La Laguna y
pondera la necesidad de un gobernador lagunero.
Humberto Moreira Valdés |
La postulación
de Sifuentes marca su regreso a la política, en un plano más visible. En 2005,
el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le impidió participar
en el proceso interno del PRI, que nombró a Humberto Moreira candidato al
gobierno del estado, por no cumplir un requisito estatutario. El virtual
abanderado del MC y de otras fuerzas anuncia que su proyecto va más allá del 7
de julio. “El objetivo consiste en consolidar, en el norte del país, un
movimiento de izquierda capaz de incidir en procesos federales y locales
futuros”.
Dedicado a
negocios personales y familiares, Sifuentes basa sus proyecciones en los casi
setenta mil votos que el PRD, el PT y el MC obtuvieron en los distritos 05 y 06
de Torreón, en los comicios de 2012. “Existe un malestar ciudadano creciente
contra el PRI y el PAN, que se manifiesta en las calles y se expresa en las
urnas”, señala el ex priista originario de San Pedro.
Sobre el estado
que entregó Enrique Martínez y el que dejó Humberto Moreira, dice que los
ciudadanos cuentan con bases suficientes para comparar un gobierno responsable y
otro que no lo fue. La gestión de Martínez terminó con deuda cero y la de
Moreira con pasivos por más de treinta y seis mil millones de pesos —solo con
bancos—. Lo grave, observa, es que el destino de esos recursos aún no se aclara
y los responsables de adquirir créditos ilegales gozan de impunidad total; otros,
incluso, de fuero.
Erasmo López Villarreal |
Equilibrios de Poder
Entre los pocos
priistas que después de haber renunciado a su partido fueron alcaldes por otra
formación política, destaca el de Erasmo López Villarreal. Su experiencia es
aún más singular, pues primero presidió Ramos Arizpe bajo las siglas del PRI
(1973-1975) y luego por las del PARM (1985-1987). Por tanto, sabe de qué habla
cuando recita la máxima del presidente Ruiz Cortines, válida antes de la
alternancia en Los Pinos: “Los gobernadores, los diputados federales y los
senadores son del presidente de la República; los diputados locales, del
gobernador; y los alcaldes, del pueblo”.
López Villarreal
es uno de los ex alcaldes mejor calificados, entre otras razones, por su
educación, sencillez y porque “no robó”. La mayoría, no solo de Ramos, que
también los ha tenido pésimos, como el actual, sino del país, está en las
antípodas. El poder convierte a muchos no en empresarios, que para serlo se
necesitan ciertas cualidades y sujeción a las leyes, sino en nuevos ricos. Es
el caso de Ignacio Segura Teniente, de Parras, a quien por lo visto no le bastó
un primer período de cuatro años en la Presidencia Municipal; ahora busca un
segundo, como si la tierra del Apóstol de la Democracia no hubiera sufrido ya
bastante saqueo y deshonra.
Jorge Masso Masso |
Jorge Masso
(Saltillo) y Francisco Dávila (Torreón) buscaron ser también alcaldes fuera del
PRI, en su caso sin éxito, en los gobiernos de José de las Fuentes (dato digno
de tomarse en cuenta por el derrotero que tomen las elecciones en la capital
del estado) y de Enrique Martínez. El turno es ahora de Raúl Sifuentes
Guerrero, originario de San Pedro, arraigado en Torreón. La ciudad ha sido
gobernada por gente nacida en otros municipios, como don Braulio Fernández
Aguirre, sampetrino; y don Rodolfo Guerrero González, de Viesca.
Igual que Erasmo
López, Sifuentes avizora, con Enrique Peña, el regreso de las viejas formas
(“ruizcortinistas”). El PRI y Gobernación —prevé— controlarán a los
gobernadores, que en los doce años del PAN en Los Pinos tuvieron libertad
absoluta para manejar los estados y nombrar candidatos. En el futuro, las
decisiones pasarán de nuevo por las instancias federales y en algunos casos
será el presidente quien las asuma, para “volver al orden”. Peña está
comprometido con Acción Nacional y el PRD a celebrar elecciones libres y
respetar sus resultados, anota.
Francisco Dávila Rodríguez |
En el mismo
escenario, opina que la presencia del ex gobernador Enrique Martínez en el
gabinete de Peña Nieto y la de otros coahuilenses en posiciones relevantes
—Javier Guerrero en la subsecretaría de Desarrollo Social y Alejandro
Gutiérrez, asesor del líder del Congreso, Manlio Fabio Beltrones—, propiciará
“equilibrios de poder en el estado”, después de la concentración que ejerció
Humberto Moreira, exiliado en Madrid por el tema de la deuda y otros
escándalos.
En entrevista
con el bisemanario “Espacio 4”, Sifuentes habla de “La Burbuja” y de la
participación de sus antiguos operadores en las administraciones de Enrique
Martínez, Humberto y Rubén Moreira. Su comunicación con el actual gobernador
—dice— “es nula”. Asegura que ya superó “episodios del pasado” y que su retorno
a la política “no es con fines revanchistas”. Participar como candidato del
Movimiento Ciudadano a la alcaldía pondrá a prueba su capacidad persuasiva y la
memoria de la sociedad. El tiempo dirá si le sucede lo que a Masso y a Dávila,
o se convierte en líder de una nueva corriente que contrapese y sume a otras de
La Laguna y del estado.
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