Como un cuento o novela,
nuestra reseña del país esta plagada de cosas y eventos maravillosos
y a la vez nefastos. País el nuestro que se mece entre ambivalencias y
paradojas, complejo en sus historias, desde la oficial, hasta la nunca contada,
la olvidada y, la que día a día repetimos, una historia que nos conviene.
Cada seis años
muchos mexicanos renovamos la esperanza, dejamos atrás las desilusiones,
los proyectos y sueños fallidos, sorteamos los tiempos borrascosos y
emprendemos el vuelo hacia horizontes mejores.
Desde hace tiempo que en
México gobiernan funcionarios que no tienen nada de estúpidos, son
personas listas que simplemente forman parte de los diferentes pactos políticos de
impunidad en donde jueces, fiscales y otros poderes de la justicia están detrás de
las redes delincuenciales y de ahí que el horizonte que dejamos, sea oscuro,
manchado o salpicado de temores, el presente con la incertidumbre latente y
muchos resabios en contra de la casta divina que nos gobierna, mientras el
futuro llega repleto de esperanzas.
Fincamos y renovamos nuestros
votos con actos de fe, cada vez que hay elecciones, ellos (Las instituciones)
ponen los gallos y gallinas y nosotros el alimento, el producto también ellos
lo comercializan, sin embargo en este futuro perdido de nación tal vez se
logre rescatar algo de esta gran tragedia en nuestro simple sistema
de dominación que como herencia banal por siglos seguimos recibiendo.
El vivir antes,
ahora y después en este país, es sobrevivir entre la vida y la
muerte, entre esperanzas y desesperanzas, entre sueños y pesadillas y, en
aquella sentencia o metáfora a la que Nietzsche hace referencia;
el dogmatismo.
En otras palabras en
México estamos encerrados en la impostura de la obediencia, el conductismo
cotidiano de parte de los expertos "yoyos" que nos imponen en la caja
luminosa e implícitos van la ingenua generosidad del gobierno hacia
sus súbditos, es decir el lobo, no disfrazado, sino sólo simulando ser un
manso gatito.
De una u otra forma hemos
sido sometidos a las reglas que nos dictan, estén ebien o mal
redactadas y peor llevadas a cabo -Hace años el mejor cronista
de Béisbol que tuvimos en México El Mago Septien repetía que en este
deporte –el beisbol- contra la base por bolas y en la vida, contra la muerte no hay defensa
y, en lo particular, como están las cosas y sus consecuencias en este
país le agregaría que ante la corrupción e impunidad que permea a toda la
sociedad y estratos económicos tampoco hay defensa posible.
Nuestro pasado
esta concebido en la ambición, la prueba es la historia plagada de
traiciones y asesinatos que se dio entre caudillos, héroes, bandidos,
villanos y tiranos en pos del poder, eliminados por el simple hecho
de ser estorbos en las ambiciones de poder ede otros.
El presente, lleno de
tecnología con una modernidad descarnada que mata, mutila, roba y saquea al
pueblo en forma por demás descarada a sabiendas que el fuero, la impunidad y la
corrupción son las armas modernas usadas para hacer imperios de fortunas y
pasear inclusive por el mundo sus vergüenzas de ser bandidos de
alcurnia, este es parte de nuestro presente con más muertes que cualquier país
en guerra, con récord no sólo de violencia sino de impunidad.
Mientras en el futuro de
la nación se extiende un horizonte pálido como la duda
y, parece ser este rasgo llamado esperanza que a los mexicanos aún
nadie ni extranjeros o nacionales nos han podido quitar…
Esperanzas renovadas,
fallidas y hasta repletas de desilusiones, pero no dejan de ser eso;
esperanzas, tal vez no prometidas por nadie, sólo como proyectadas en nuestras
mentes.
Así que debemos aprender
de nuestro pasado, sin repetir lo malo y tomar lo bueno, componer nuestro
presente comenzando por nosotros, sin esperar a que otros lo hagan y pensar lo
que en todos los aspectos dejamos a las generaciones que llegan en tropel.
¿Fácil verdad?.
Sugerencias y Comentarios: kinotre@hotmail.com