Si no puede, ¡¡Renuncie!!

FERNANDO Royo
Díaz Rivera

Excitativa que FERNANDO ROYO DÍAZ RIVERA le hace a EDUARDO OLMOS CASTRO  y a los integrantes de su administración en su columna GANAR GANAR: “Si la vara está demasiado alta y no pueden superarla: ¡renuncien!”.

Finalmente llegó el Instituto de Competitividad y nos ubicó en la realidad, somos el 44 de 77 municipios, exhibió con cifras lo inocultable, lo que todos vemos, pero las autoridades niegan. La ciudad es un desastre, el abandono es absoluto, el desempleo a todo, las obras que debieron ser inauguradas hace ya mucho tiempo, abandonadas y obviamente las que le tocaban a esta administración, brillan por su ausencia. En Agosto siguen discutiendo cuales hacer este año con el Impuesto sobre Nóminas y qué decir de lo que debería ser el orgullo de la administración municipal, su sede, su Palacio Municipal, da pena, y es un fiel reflejo de la actitud de las autoridades.

La confrontación con los críticos es la constante, tratan de tapar el sol con un dedo, con una cantidad de interminables de pretextos y declaraciones. Nunca es una confrontación sustentada, nunca en los tribunales, siempre en los medios.

Cómo estará la situación que hasta la prudente Cámara de la Construcción, CMIC, reclamó públicamente adeudos del Municipio y del Estado, por más de $150,000,000 y en privado se sabe que es mas, situación que tiene a varios de sus socios al borde de la quiebra.

Ya en otra ocasión, en esta columna, le preguntaba al alcalde que si no le daba vergüenza ir a Saltillo, donde es el lado opuesto de la moneda, sus bulevares modernos y limpios, qué decir de las salidas a Monterrey, México y Zacatecas, el distribuidor vial el Indio, donde el Estado invirtió $1,500,000,000, los parques industriales modernos, funcionales y con los servicios necesarios que requieren los inversionistas, la ciudad se ve limpia, se ve el orden, los taxis uniformados de un solo color, incluso las patrullas unificadas, situación que no ocurre aquí. De las inversiones mejor no hablamos, llevan en los últimos 7 años, aproximadamente $8,000,000,000 de DÓLARES, aquí no llegamos en el mismo periodo, ni a 500 millones. Aunque reconozco que acaban de anunciar una inversión que pudiera llegar a 800 empleos, esperemos hasta que abra sus puertas, porque estamos cansados de ceremonias de colocación de primeras piedras.Alcalde, sabemos que su lealtad es al gobierno Estatal y a su Titular, pero y nosotros sus gobernados, ¿Cuándo?.

feroyo@hotmail.com

Más gasto público

EDUARDO HOLGUÍN quién escribe la columna DRAGONES en el matutino MILENIO DIARIO LAGUNA se pregunta el por qué los gobernantes insisten en que quienes escriben en los medios los alaben y aplaudan, muestra también su desacuerdo con la forma como se está engordando el aparato gubernamental lo que representa más gasto y no necesariamente mas eficiencia a favor de los ciudadanos. 

                                   “Tengo ciertas reglas por las cuales vivo, mi primera regla: No creo nada de lo que el gobierno me diga”. George Carlin.

Los gobernantes gastan miles de millones en promocionar su imagen y en aparecer todos los días en televisión, radio, periódicos e Internet.

Los gobernantes tienen bajo su mando a miles de funcionarios públicos, afines, en la mayoría de los casos, a lo que declare, quiera y disponga “El Jefe”. De ahí el chiste del cocodrilo que vuela bajito; o el de: “es la hora que su merced diga.”

Los gobernantes cuentan con un chingo de paleros que los adulan, los invitan a sus eventos sociales, los montan en un pedestal, con tal de ser favorecidos con obra pública, contratos de servicios, infraestructura, puestos en la burocracia, posiciones en el Congreso.

¡Entonces! ¿Para qué chingados los gobernantes quieren o necesitan que los columnistas, en nuestros pequeños espacios mediáticos, los alabemos, estemos de acuerdo con ellos, o de perdida nos “hagamos penitentes” y no critiquemos los “supuestos” errores, pifias y excesos que cometen. Y recalco “supuestos” porque la crítica de un columnista es sólo la provocación a un debate y no necesariamente una verdad.

No somos dioses para tener siempre la verdad moral ni somos jueces para tener la verdad jurídica, pero tampoco lo son los servidores públicos; quienes, en una democracia participativa, deben aceptar la critica como el punto de partida de una gobernabilidad consensuada.

Y que me perdone el señor gobernador de Coahuila pero por dos razones estoy en total desacuerdo con engordar el gabinete con nuevas secretarías y subsecretarías. Primero, por simple lógica de austeridad, ante la grave problemática que implica una mega deuda que tienen que pagar todos los Coahuilenses. Segundo, es un error pretender que con pesadas estructuras burocráticas y con más oficinotas, más suburbans, más celulares, más tata mandones, se van a atender las demandas específicas de ciertos sectores sociales. Las alternativas son muchas, como por ejemplo: en vez de consumir el dinero escaso en gasto corriente (sueldos, salarios, gasolina, rentas, etc.) destinarlo a invertir en la infraestructura y en los servicios que requiere el sector, a través de las entidades, privadas y públicas que ya existen, organismos altruistas y/o ONG´s.

columnadragones@yahoo.com