Verónica Maza Bustamante |
Por Verónica Maza Bustamante
Conocí a Fernando Deira hace un par de años, cuando me escribió
tras leer en esta columna que había entrevistado a divers@s actrices y actores
de cine para adultos de este país y otras latitudes. Se presentó como productor
de películas porno mexicanas, me habló de su empresa SexMex, me facilitó links
para que viera su trabajo y establecimos contacto debido a todo ello. Tiempo
después nos vimos en persona. Luego me invitó a la Expo SexMex, que organizó en
el Centro de Convenciones Tlatelolco en 2013.
Desde entonces he seguido su carrera con
interés. Su historia me parece por demás curiosa: después de estudiar durante
algunos años en un seminario, con la intención de convertirse en sacerdote, se
dio cuenta de que —poniendo aparte su amor por Dios— no le gustaban los dogmas
ni que le dijeran qué hacer y qué no hacer porque, a su parecer, el mundo no es
solo blanco o negro, sino que tiene muchos matices. Tras abandonar la instancia
religiosa, se metió en otro viaje igual de intenso: se volvió músico versátil,
por lo que viajó de ciudad en ciudad, acompañado por una guitarra y una cámara
fotográfica, con la que comenzó a registrar todo lo que veía, incluyendo
mujeres hermosas.
La primera experiencia de Fernando con
el erotismo la tuvo viendo las famosas “películas de ficheras”, protagonizadas
por El Caballo Rojas, Alfonso Zayas, Chatanuga, Sasha Montenegro, Gloriella,
Grace Renat, Merle Uribe (“la nómina es interminable”, diría Jairo Calixto
Albarrán), es decir, mujeres de cuerpos contundentes, de rostros hermosos y
poca ropa, que siempre eran conquistadas por hombres comunes que se daban
sendos atascones con semejantes beldades.
Con ese estereotipo en la memoria,
fotografió a su primera modelo, Maritza Méndez, una chica que reunía las
características físicas que le parecían excitantes. Esas imágenes las envió a
un concurso de fotografía erótica, mismo que ganó. Con el dinero se compró un
equipo mejor y siguió explorando el asunto hasta que decidió pasar de la foto
fija al video, de las poses a la acción, creando el portal Mexican Lust en
2004. Años después abrió SexMex, donde cada mes sube entre 12 y 15 clips con
escenas de sexo con historias sencillas y también, en su sección de “porno de
autor”, mediometrajes con anécdotas más elaboradas y actuaciones no solo de
pornstars, sino también de actores de teatro y amigos. En 2011 abrió la venta
de dominios con extensión .xxx.
Al inicio, las mujeres querían aparecer
a cuadro con antifaz o máscara, pues les daba vergüenza que las reconocieran.
Los hombres se ponían felices cuando se enteraban de que no era necesario que
tuvieran un cuerpazo como el de Nacho Vidal o unas medidas como las de Ron
Jeremy; a Deira lo que le importa son los cuerpos cotidianos, como los de esos
jóvenes y no tanto que vemos cada día, quizá delgados, quizá con unos kilos de
más, peludos, lampiños o medio, medio. El reto, como en toda producción de este
tipo, era que pudieran mantener la erección el tiempo que él necesitara para
filmar sus escenas y, muy importante, que eyacularan cuando se los pidiera
(como comprobé que sucede el día que fui a su estudio de grabación en
Guadalajara). Ese es el filtro más difícil de pasar.
Actualmente su catálogo de actores y actrices
es vasto. La mayoría de sus actrices se olvidaron del antifaz, se pusieron un
atractivo nombre artístico, comenzaron a vivir de sus filmaciones. Para
Fernando Deira es un negocio, sin duda. Y quiere ser el mejor del género (tiene
poca competencia en México), cosa que pretende lograr siendo creativo, serio,
buscando la manera en que no se salga de los límites de la ley pero sin dejar
de ser un provocador. Cuando lo veo de traje y camisa sin corbata, muy serio
con sus lentes de intelectual, hablando con la voz pausada de un seminarista y
pidiendo una limonada (no bebe alcohol), pienso que es un ejemplo de la
diversidad del mundo: no todos los directores de cine para adultos son tipos
groseros, sucios, descuidados y excesivos.
Después de la exposición en Tlatelolco,
su idea fue ocupar el espacio vacío que dejara la Expo Sexo y Entretenimiento
en el Palacio de los Deportes, pero por circunstancias relacionadas con asuntos
legales, de imagen pública, de límites y permisos, no pudo concretarlo. No
abandonó la idea. Meses después encontró un nuevo espacio para realizar su
evento, cumplió todos los trámites gubernamentales, estructuró shows y ahora
está listo para realizar su Expo Sexo y Erotismo los días 31 de octubre, 1 y 2
de noviembre en Expo Reforma en el Distrito Federal.
Hace unos días se llevó a cabo su
segunda conferencia de prensa, donde me contó los detalles de esta producción:
“Estarán presentes alrededor de 150 modelos, entre mujeres y hombres. En los
escenarios principales tendremos bandas de rock en vivo con espectáculos de
pole dance, danza aérea erótica y otros números en vivo y concursos donde quien
desee participar puede subir al escenario. Los otros 15 son temáticos, para
todos los gustos, dependiendo de fetiches o anhelos de la gente, por ejemplo,
podrán encontrar el escenario de las maduras, de las colegialas, de las
voluptuosas, de las Barbies (mujeres con rasgos muy bellos), las rebeldes
(sensuales y tatuadas), las cosplayers (con disfraces de caricaturas). Para las
mujeres tenemos los strippers del Women’s Palace, también los colegiales, que
son chavitos de entre 18 y 21 años muy guapos. Además, el escenario que más
éxito ha tenido: el de las chicas transexuales. Todos van a interactuar con el
público, harán dinámicas, se tomarán fotos”.
Gali Diva La Devorahombres, una de las
actrices mexicanas más cotizadas —quien, al igual que la ahora internacional
Nicky Ferrari, ha estado desde el principio con Deira—, me dice que “a
comparación de la anterior en Tlatelolco, esta expo estará más completa, más
diversa. En la primera éramos pocas chicas pero sustanciosas. Ahora seremos
más, pero igual o más cachondas”. Con ellas dos estarán Sara Jay, Cherry
Morgan, Tina Jordan, Sofi Mijares, Frida, Celezte y Liza Moon, entre otras.
Para las asistentes también habrá
sorpresas: los strippers del Women’s Palace harán shows de chippendale. Juan
Carlos López es uno de ellos. Afirma ser el mejor de Argentina, ahora buscando
suerte en México. Seguramente la tendrá, pues es realmente guapo, de cuerpo
musculoso pero no en exceso, y presume bajo su boxer blanco una envergadura de
25 centímetros (lo cual puede ser cierto o un truco, pero esos detalles no
importan en las fantasías).
Me cuenta que harán un número vestidos
de gladiadores, otro de militares y performances individuales. “Quiero hacer un
espectáculo de tango grupal, coreografiado, con otros compañeros, algo muy
sensual”, señala. También estarán los pornstar de SexMex: Marco Rico (de
regreso tras participar en el Salón Erótico de Barcelona), Ricky Martínez,
Adrián Wolf y Erick El Grande.
Le pregunto a Fernando por la cuestión
legal. “Nos vamos a adaptar a todo lo que las autoridades nos digan, desde la
Procuraduría hasta el gobierno capitalino y la delegación, porque ofrecemos
espectáculos eróticos de calidad para adultos, con ingreso únicamente a mayores
de edad. No queremos transgredir ninguna de las leyes, sino que todos nos la
pasemos a gusto y contentos”, responde.
El costo de entrada general será de 200
pesos, de 250 en zona VIP (parte delimitada por vallas, para estar más cerca) y
500 pesos en la zona Premium, con salones privados para convivir con l@s
protagonistas. La próxima semana regalaremos pases para que asistan los
lectores de esta columna. ¡Estén pendientes!
@draverotika
Facebook:
La Doctora Verótika
La
publicación original está en:
http://www.milenio.com/blogs/qrr/Erotismo_de_exposicion_7_388831115.html
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