En su columna CURRENTE CALAMO, el compañero PEDRO BELMONTE RIVAS se ocupa de cómo el TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN obligó al CDE del PAN a devolverle sus derechos políticos a MANUEL VILLEGAS GONZÁLES, quien según algunos es un panista disfrazado.
Manuel Villegas González es diputado local. Llegó al cargo apoyado por su partido, Acción Nacional por la vía plurinominal porque la elección constitucional la perdió ante Salvador Hernández Vélez, del PRI.
Los pocos o muchos votos que obtuvo en esa ocasión fueron muy cuestionados por los priístas quienes lo acusaban de haber híper inflado la nómina de SIMAS Torreón, para dar cabida a cuando menos 300 personas que, obvio, serían votos a su favor y mejor aún, trabajarían para él en el proceso electoral.
Todo pintaba color de rosa, según Villegas González, por aquel entonces regidor del ayuntamiento que presidía José Ángel Pérez, pero el PRI trabajó aún mejor y sacó adelante la elección con todo y la supuesta ventaja que llevaba Manuel quien, como lo señalo en un principio, logró llegar al Congreso local por la vía plurinominal.
Pero mire usted como da vueltas el mundo. Las protestas en su contra enderezadas por los priístas por el manejo que hizo con recursos del erario municipal para agenciarse votos, sí, esas protestas se trocaron en apapachos hacia el legislador quien así, a vistas, se convirtió en aliado de la bancada tricolor, lo que no pasó desapercibido a los mandos albiazules.
Efectivamente, cuando Villegas González se apuntó en su partido para participar como aspirante a conseguir la candidatura para ser gobernador del Estado, como era de esperarse, le negaron la posibilidad, aparte de que con anterioridad ya lo habían echado prácticamente del PAN, o sea, le quitaron sus derechos políticos al seno de ese partido.
Pero, de acuerdo a nota que hoy publicamos en este espacio, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al organismo panista de Coahuila, que se le restituyan sus derechos a Villegas González así que aunque los blanquiazules no lo crean o quieran, el aún legislador debe ser reincorporado a las filas panistas y sólo falta que lo consideren prospecto para los comicios que se avecinan.
Leyendo las declaraciones que ayer mismo vertió el controvertido Manuel Villegas, llegamos a la conclusión de que los panistas tienen razón al no quererlo en sus filas, y si usted no me cree, lea lo siguiente:
“El precandidato del PAN a la gubernatura y senador con licencia, Guillermo Anaya, utiliza la estructura del gobierno federal a través de las delegaciones para tratar de coaccionar el voto. Cada persona que es beneficiada con alguna ayuda, becas, despensas, reforestaciones, guarderías, proyectos, el programa Oportunidades y el Procampo, tiene que afiliarse al PAN”.
Dijo luego que en los municipios de Francisco I. Madero y San Pedro “se entregaron apoyos de un programa a unos 100 hombres y mujeres que al día siguiente ya eran militantes de Acción Nacional: que son muchas las irregularidades en el proceso electoral que ha cometido Anaya porque los delegados federales tienen la consigna de operar políticamente a favor de quien les consiguió el trabajo”.
Y fue más allá al señalar que el senador con licencia controla todo, “porque como compadre del presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, él con sus influencias prácticamente nombró a los delegados de la SEDESOL, SAGARPA, CONAFOR, Comunicaciones y Transportes (SCT), Registro Agrario Nacional (RAN), Salud, Educación, Economía.”.
Aseguró que Anaya Llamas ofrece a la gente que la “Tarjeta del Hogar” que da el Gobierno del Estado por la cantidad de 200 pesos por familia, para comprar leche y tortillas, “se las va a aumentar a mil pesos si votan por él y llega a ser el próximo gobernador de Coahuila.
Y dijo muchas cosas más: que Anaya está violando el Código Electoral de Coahuila porque está haciendo campaña abiertamente, no interna como se supone debe ser; que dicha elección interna es una farsa y pidió la intervención de la FEPADE para que investigue y sancione estas violaciones a la ley electoral.
Ni el más furibundo priísta se le hubiera lanzado así de filo a la yugular del compadre Anaya por eso, aunque Villegas lo niegue, se confirma la especie de que el PRI lo está utilizando, desde cuandote (válgaseme la expresión) como la quinta columna al interior de Acción Nacional o como dice el rarito de un rollo que circula en la red cuando llegan a buscarlo sus amigos y le dicen a su madre: ¿Está el joto de su hijo? La señora responde molesta: “no, jóvenes, mi hijo no es joto” a lo que grita el rarito desde el fondo de la casa:. “Sí soy… amá”
Más claro, ni el agua. Se vislumbra pues el salto de Villegas González a las filas del Revolucionario Institucional, sin temor a lo que dice el viejo, sabio y reconocido refrán “el que traiciona una vez, traiciona de nuevo” o este otro: “perro que come huevos, aunque le quemen el hocico”.
Que la vida le sea leve. Nos leemos en la próxima, S.D.Q.
Sugerencias y comentarios a pbelmonte@lalaguna.mx
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