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Juan ELIZALDE LARA |
El pasado 12 de agosto se cumplieron 25 años del fallecimiento de don EDUARDO ELIZALDE ESCOBEDO, motivo por el que fue recordado por sus seres próximos, precursor del periodismo de televisión llenó una época en LA OPINION, la presente retrospectiva la escribió JUAN ELIZALDE LARA.
Nadie muere realmente mientras habite en el recuerdo de quienes lo trataron y amaron, esto ocurre con don Eduardo Elizalde Escobedo quien falleció hace 25 años el 12 de agosto de 1986 cuando apenas contaba con 56 años durante los que escribió páginas brillantes del periodismo regional.
Eduardo Elizalde Escobedo fue el primero de 14 hijos del matrimonio formado por don Juan Elizalde López y María de los Ángeles Escobedo Casas, nació el primero de junio de 1930 en San Pedro de las Colonias donde estuvo durante pocos años, pues la mayor parte de su niñez y adolescencia transcurrió en la ciudad de Saltillo.
En la capital de Coahuila realizó desde los estudios elementales hasta los profesionales, la carrera por la que optó fue la de estenógrafo y contador privado que en aquella época también se conocía como tenedor de libros.
Pero su natural vocación e inquietud lo llevaron por diferentes derroteros, pues casi niño se sintió fuertemente atraído por el periodismo y a esa corta edad realizó sus pininos, primero como comentarista radiofónico, después en el periodismo escrito.
Como comentarista radiofónico fue el responsable de un espacio deportivo, “Con sabor a beis” dedicado al llamado rey de los deportes, el béisbol.
Impulsó desde ese espacio una liga de aficionados que sirvió a los muchachos de Saltillo para encauzar su energía hacia la actividad deportiva, lo que al mismo tiempo los alejaba del vicio y la vagancia.
Su tío Antonio Escobedo Casas fue quien le dio la oportunidad de participar en la radiodifusora XESJ, aprovechando su posición como administrador de la empresa y que tuvo hasta su fallecimiento.
Años más tarde llegó hasta la redacción de “El Heraldo de Saltillo” que en aquel entonces dirigía el autodidacta periodista don Benjamín Cabrera. Ahí inició con “Parrafitos” su faceta como columnista.
Ahí también se codeó con otros jóvenes que se iniciaban como reporteros y que al paso de los años destacaron en la actividad, entre otros Óscar Flores Tapia, Humberto Gaona Silva, Roberto Orozco Melo y Juan Elizalde Escobedo.
Hacia 1950-51 regresó a la región ya casado con Consuelo Lara Orozco, durante algunos meses se desempeñó como administrador de una empresa ejidal en Luján, Durango pero no era lo suyo y decidió tocar la puerta de La Opinión, El Diario de los Laguneros.
Se inició como meritorio sin goce de sueldo, pero en base a tenacidad y capacidad escaló poco a poco posiciones. Su modelo era “Don Panchito” Francisco León Rodríguez general revolucionario y periodista que en ese entonces dirigía “La Opinión”.
Fueron más de veinte años los que trabajó para La Opinión, ahí se desempeñó como cablista, corrector, reportero de guardia, reportero policíaco, primer reportero y subdirector.
En La Opinión se codeó con los mejores tunde teclas de la época, entre otros Alejandro Saborit Irigoyen, Arturo Cadivich Michelena, Alfonso Ramírez Leyva y otros.
Al final de los 50 y principio de los 60 hizo mancuerna con Alejandro Saborit, los dos fueron pioneros en los espacios televisivos, uno de los primeros programas fue “Estudio 7” que se trasmitía por XELN Canal 4 de televisión.
Otros programas de la época fueron “Noticiero Regional” conducido por Juan Valentín Ayala (Juan de Ayala) y “Signos de los Tiempos”, una emisión de corte religioso que conducían los sacerdotes católicos Batarse y de la Torre.
Más tarde surgió el concepto de “Olla de Grillos”, en un principio conducido por Alejandro Saborit y Eduardo Elizalde Escobedo, años después se incorpora Arturo Cadivich Michelena.
En 1963 falleció Saborit por lo que se quedaron como mancuerna Eduardo Elizalde y Arturo Cadivich, quienes combinaban su trabajo en el periódico con el programa “Olla de Grillos” y con un espacio de noticias en la radiodifusora XETB.
El pulso de los acontecimientos diarios era seguido por los lectores de La Opinión en espacios como “Vértice” de Alejandro Saborit, “Perfil” de Arturo Cadivich, “Primer Cuadro”, “Sístole o Palpitaciones de una Ciudad” y “Minutero Político” de Eduardo Elizalde Escobedo.
Hacia el final de los 60 y principio de los 70 terminó la trayectoria de Eduardo Elizalde Escobedo en “La Opinión”.
Los primeros años de los setenta atestiguaron el nacimiento de un medio escrito, tabloide que se publicaba de lunes a viernes llamado “Noticias de Hoy” y de los espacios informativos “Hoy Mismo” y “Hora Cero” que trasmitía XHIA Canal 2 de televisión.
Entre los últimos meses de 1974 y los primeros de 1975 Eduardo Elizalde Escobedo se asoció con un grupo de hombres de negocios para publicar lo que sería el tercer periódico en importancia de Torreón.
Así nació “Noticias Diario de la Laguna” que revolucionó a los medios de la comarca pues fue el primero en utilizar equipo de Offset –una prensa incluida- que eliminó la necesidad de los linotipos y las pesadas matrices de plomo lo que hizo más ágil la producción del periódico.
La publicación de “Noticias” inició a partir del martes 13 de mayo de 1975 y entre su personal incluyó a reconocidos periodistas y escritores, entre otros el propio Eduardo Elizalde Escobedo como Director General, Humberto Guadalupe Gaona Silva como Jefe de Información y colaboradores de la talla de Luís Felipe del Río, don Enrique Mesta y Raymundo de la Cruz López.
En el periódico iniciaron su actividad una gran cantidad de jóvenes que en el taller y la redacción empezaron a transitar en el periodismo, la mayoría de ellos se mantienen vigentes hasta la fecha y destacan lo mismo en medios electrónicos e impresos.
Eduardo Elizalde Escobedo permaneció al frente de “Noticias” hasta finales de mayo de 1976, dejó la publicación por diferencias con los accionistas pero su inquietud natural no lo dejó estarse quieto y emprendió otros proyectos editoriales.
Uno de ellos fue la revista “7 Días” que aparecía semanalmente en su primera época, tiempo más tarde fue llamado a participar en un diario de circulación estatal “El Coahuilense”, propiedad de Óscar Flores Tapia por ese entonces gobernador de Coahuila y que dirigía Javier Villarreal Lozano.
Durante ese período (de 1969 a 1981) se desempeñó además como corresponsal de medios estatales y nacionales, entre otros “El Sol de Norte” con cuyo director Roberto Escamilla González (+) cultivo una buena amistad.
También sirvió como corresponsal a los periódicos “Excelsior” y “El Universal”, en dos ocasiones fue Director de “La Opinión de Monclova”. Es por esa época entre los años 78 y 80 cuando empezó a enfrentar problemas graves de salud por lo que se trasladó a Laredo, Texas para recibir atención hospitalaria.
En los primeros meses de 1980 Armando Castilla Sánchez le pidió que se pusiera al frente de la sección Laguna del periódico saltillense “Vanguardia”, es aproximadamente entre abril de 1980 y junio de 1981 cuando se desempeña como director regional de “Vanguardia”.
El 28 de junio de 1981 con la mayoría de quienes participaban en la edición de “Vanguardia” inició la publicación de “Hoy Expresión de la Laguna” y de “7 Días” en su segunda época.
Eduardo Elizalde Escobedo ejerció como periodista hasta el final y solo interrumpió su actividad cuando su delicado estado de salud ya no le permitió continuar.
El 7 de junio de 1986 recibió del entonces gobernador José de las Fuentes Rodríguez la presea Antonio Estrada Salazar, por su trayectoria periodística.
El premio se había instituido apenas un par de años atrás para reconocer a quienes acreditaran 25 años de actividad, aunque Elizalde Escobedo tenía una trayectoria de más de cuarenta años pues inició alrededor de los 16 años de vida.
Fue en el mes de agosto de 1986 cuando libró su última batalla con la parca, finalmente fue vencido el 12 de agosto de ese mismo año.
Desapareció físicamente pero a 25 años de distancia su recuerdo lo mantienen vivo una gran cantidad de personas que lo conocieron y trataron personalmente, pero también quienes nunca cruzaron palabra con él pero que cotidianamente lo seguían en sus espacios electrónicos e impresos.
Durante toda su vida como reportero, Eduardo Elizalde Escobedo tuvo la virtud de dejar que se le acercaran los jóvenes, particularmente quienes mostraban vocación de comunicadores a los que siempre apoyó y sin egoísmo les trasmitió su experiencia y conocimientos.
Muchos de esos jóvenes son hoy experimentados y destacados periodistas, que lo reconocen como su impulsor y maestro en una época en que no existían estudios formales de periodismo en Coahuila.
La carrera se aprendía de manera empírica en las redacciones de los medios. Ahí los jóvenes bisoños se acercaban a los reporteros de muchos años, esos viejos sabios que tomaron su mística, ética y métodos de la práctica cotidiana de su actividad.
Caminando por las calles de Torreón, Saltillo y Monclova son frecuentes los encuentros con personas que conocieron y trataron a Eduardo Elizalde Escobedo, la mayoría de esas personas tienen un buen recuerdo de él ya que supo en vida sembrar afectos.
Esos afectos los prodigó no solo a la gente de su círculo próximo sino entre todos los que se le acercaban, su carácter era gregario y tenía facilidad para hacer y conservar amigos.
No resulta extraño entonces que esos afectos trasciendan a su desaparición física, los que se manifiestan 25 años después y permiten a don Eduardo desde donde sea que se encuentre seguir abriendo puertas a sus seres queridos.
En vida hermano, en vida… dice el poema de Ana María Rabatte… No visites panteones, ni llenes tumbas de flores, llena de amor corazones… En vida hermano, en vida… En su momento así lo comprendió don Eduardo…
A 25 años de su desaparición física nos invade la melancolía por su ausencia, pero en seguida nos consuela la fuerte seguridad de su presencia impulsada por el recuerdo de sus acciones buenas.