José María Mena Rentería |
Ancestralmente,
los gobiernos han mantenido adormecidos a los gobernados con el sencillo
expediente de darles pan y circo, una variante de ello como lo fue en el tiempo
del Coliseo Romano lo tenemos en la época contemporánea
con eventos como el de La Calle es de
Todos, que auspiciaron
el Gobierno de Coahuila y
la Presidencia Municipal de Torreón como
un medio de proselitismo descarado a favor del candidato a alcalde del PRI Miguel
Ángel Riquelme Solís,
nos comparte José María Mena Rentería en la columna Telón
que eventualmente se publica en el espacio de internet www.lalaguna.mx y que puede visitar en el siguiente enlace:
Redobladas,
actividades como las emprendidas por éstos días en Torreón, auspiciadas por el
municipio en lo que se ha dado en llamar “Plaza Mayor”, semejanza tienen
–guardadas proporciones de por medio- con lo acontecido milenios atrás en el
coliseo de Roma, capital del imperio de los césares.
Obviamente,
en el presente no se trata, como en tiempos remotos, de enfrentar toros bravos
con leones o bien, tigres contra osos, capítulo que incluyó dejar que las
fieras destrozaran a los primeros
cristianos, arrojados a la arena para que fuesen devorados por animales
salvajes llevados a Roma desde los diferentes confines del imperio.
Actualmente,
la “Plaza Mayor” encaja perfectamente en el contexto de “circo”, para que las
masas acudan a presenciar “gratuitamente” espectáculos que enmascarados
pretenden captar simpatías de melómanos así motivados para que se sientan
proclives a votar -en su momento- por candidatos del partido político que dejó
de ser “aplanadora” e invencible el año 2000.
Tan
singular situación tiene bemoles. Por ejemplo, el hecho de que a la fecha el
Gobierno del Estado adeude 117 millones de pesos al municipio de Torreón,
dinero con el que fueron comprados, a precio de oro, terrenos que en el primer
cuadro de la ciudad se hicieron “necesarios” para edificar, a paso de tortuga y
con evidente y costosa demora, el edificio de la Presidencia Municipal, aún no
terminado, y la “Plaza Mayor”.
Al
respecto, no hay, desde entonces, torreonense que haya sido consultado por las
autoridades para que emitiese opinión referente a la “obra”, unilateralmente
concebida en el despacho principal del Palacio Rosa, a la sazón ocupado por el
que actualmente ve transcurrir su existencia, en España, a todo lujo, y en
euros, situación que ni de broma a sido abordada por su consanguíneo, actual
gobernante de Coahuila.
De
alguna manera tal situación, en sus preámbulos, devino en la mar procelosa que
entre integrantes del mundo oficial generó “ganancia de pescadores”…con la
compra de fincas… al precio que fuese, dejándoles “comisiones” o lo que
pudieron agarrar. Todo empezó con el sonado caso de la concesión posteriormente
manipulada, del estacionamiento subterráneo de la “Plaza Mayor”, capítulo que
originó arrebatinga y “pleito entre comadres”.
Mientras,
el vaivén de la ciudad de Torreón y sus habitantes se mantiene bamboleante no
hay carencia que no aflore, sobre todo, en materia de servicios públicos en
tanto la tesorería municipal entró de tiempo atrás en la vorágine de la
insolvencia para la que su titular adelanta el adjetivo de “manejable” en
tanto, como cantara el jibarito, las clases sociales más desprotegidas “mueren
de necesidad”.
“Debo
no niego, pago no tengo” es, según parece, la tónica aplicada por el gobierno
local generador de marcado incremento en la nómina municipal vía aviadurías y
pago de servicios a particulares aspectos negados sistemáticamente más no sin
reflejar indeleblemente sus consecuencias en perjuicio de los torreonenses.
Para
que “circo” haya, sí hay recursos, en la arena…perdón, en la “Plaza Mayor”,
cuya construcción en Torreón determinaran prepotencia y abuso emanados, en su
momento, del Palacio Rosa donde hoy por hoy la pretensión es ver “ojos verdes”
a los así “gobernados”. ¡Ave César imperator! ¡Morituri te salutan!
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