
http://mx.noticias.yahoo.com/blogs/corte-de-caja/la-conductora-de-televisa-que-lleg%C3%B3-a-presidenta-150044256.html#more-id

Cuando
uno lo toma de esa forma, entonces la presencia de figuras de la televisión en
el ámbito de la grilla toma sentido, porque son parte de una serie de capítulos
donde algunas actrices caen rendidas ante los encantos de gobernadores, líderes
de partidos o incluso llegan a posicionarse dentro de cargos públicos a través
de la elección directa.
Por
eso extraña que cause tanta histeria en Veracruz el reciente nombramiento de
Ana Guadalupe (Anilú) Ingram Vallines como presidenta de la Mesa Directiva de
la LXIII Legislatura en el Congreso de esa entidad.
Apenas
tomó protesta y el colectivo en redes sociales dio rienda suelta a los reclamos
y burlas solo por el hecho de que su antecedente más conocido (y que sin duda
será su cruz por el resto de sus días) es como conductora para la pantalla
chica nada más y nada menos que para la empresa Televisa.

Lo
que a todos se les olvida o prácticamente nadie quiere ver es que Anilú Ingram
llegó a su curul a través de la elección directa en los pasados comicios. Es
decir, que ni es una representante plurinominal ni está ahí como suplente tras
haber cubierto el lugar de alguna diputada ‘juanita’.
Ahora
bien, nada levantaría suspicacia si no fuera por el hecho, primero, de que
precisamente en las pasadas elecciones el PRI (sí, la nueva presidenta del
Congreso es del PRI) buscó revertir el fracaso obtenido en las elecciones
federales de 2012 y se fue con todo, buscando entre lo mejor de su arsenal
político y al no encontrarlo, recurrió a caras conocidas y que mejor que las
que se ven en el canal de las estrellas.
En
ese sentido, aparte de Anilú, nominaron al Congreso a Tonatiuh Pola, también
conductor de Televisa por 20 años y hasta a Cipriano Hernández, nominado a
alcalde tras saltar a la ‘fama’ participando en el programa Cantando por un
sueño.
Si
tomamos en cuenta que hasta un gato obtiene más votos que el Sol Azteca y que
el gobernador es visto como un adalid en la defensa de la libertad de prensa
mientras a unos periodistas los
secuestran y hasta pierden la vida, entonces los nombramientos de este tipo en
el Congreso veracruzano toman sentido, porque resulta que Anilú Ingram
realmente no saltó de la pantalla a una curul, sino antes pasó por los equipos
de campaña y de gobierno del siempre cándido suertudo y nada sospechoso Fidel
Herrera y del mismo Javier Duarte, actual gobernador. Ahí es donde la ceja se levanta
y donde en realidad se debería poner atención.
¿Por
qué? Porque eso significa que en lugar de estar festejando el ascenso de una
mujer a uno de los puestos más importantes de gobierno en aras de la igualdad
de género, sin importar si en realidad alguna vez fue reina de un carnaval o si
conducía cápsulas televisivas sobre vida y estilo, resulta preocupante que uno
de los poderes de la entidad quede en manos y en la zona de influencia del
grupo del gobernador de Veracruz, cuyo poder se va extendiendo por todos lados
restando y casi nulificando toda posibilidad de contrapeso, por lo que no será
de extrañar que las prácticas de pasar leyes nada más porque las dijo el
‘góber’ sigan siendo una práctica común.
De
otra cosa estaría hablando todo el mundo de no ser por los pequeños
detalles que se convierten en
gigantescos antecedentes en esa relación conjunta de Televisa y el PRI. Antes,
ahora y quién sabe qué vendrá después.
Presuntas
locuras

¿Dónde
está Caro?

El
alcalde del año
Como
ya se acerca la época en que resaltan los personajes que nos dieron patria,
vemos que la competencia está ruda en la categoría para alcalde del año, pues
ahora los más fuertes contendientes son: el edil de Pueblo Nuevo Solistahuacan,
Chiapas, Enoch Díaz Pérez, quien encerró a 14 niños en la cárcel por el
horripilante crimen de pedir ‘calaverita’ nada más porque el señor es la
versión del Grinch para el día de Todos los Santos. Pero quizás el que le lleva
un poco de ventaja hasta ahora es el presidente municipal de Huejotzingo,
Puebla, Felipe Gorzo Ortega, que tras armar una trifulca –en estado de
ebriedad- en un local de tacos porque pagar 160 pesos le pareció excesivo,
terminó en el Ministerio Público con los pantalones abajo. Sospechamos que
nadie le creyó cuando dijo que no traía ni un quinto y lo pasaron a la báscula.
Y entre estas dos opciones, usted, ¿por cuál vota?
Mi
cuenta en Twitter
@geniomutante
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