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4 de junio de 2015

Calle de las Machincuepas

A propósito de las elecciones intermedias en el Distrito Federal Lilia Margarita Rivera Mantilla escribió el presente artículo en el que rememora  el origen de la Calle de Las Machincuepas al que dio lugar un suceso ocurrido hacia 1714 en la Ciudad de México. En su colaboración Lilia habla de cómo quienes pertenecen a nuestra clase política parasitaria “Con tal de conseguir un hueso, con tal de seguir pegados a la ubre del erario, son capaces de echarse las maromas que sean necesarias, de perder la dignidad bajándose la ropa interior que les estorbe y enseñando las partes más despreciables de su cuerpo y de su ser con tal de seguir avasallando a la ciudadanía”. 

Fadlala Akabani fue Delegado en Benito Juárez, Distrito Federal, durante el período 2003-2006, ganó esta delegación representando al Partido Acción Nacional. Ahora en estas elecciones de 2015 busca una diputación local por el PANAL.
Germán de la Garza fue Delegado en Benito Juárez, Distrito Federal, durante el período 2006-2009, ganó esta delegación representando al Partido Acción Nacional. Su esposa, María Pía de Vecchi Armella, estuvo a cargo del DIF en esta Delegación, ella es dentista de profesión. Ahora en estas elecciones de 2015, ambos buscan una diputación o delegación (lo que les puedan conceder) a través del Partido Movimiento Ciudadano.
Xiuh Tenorio, uno de los fundadores del PANAL desde 2005, y quien tiene una muy merecida fama de ser un político totalmente camaleónico, ya que se acerca a cualquier partido en donde pueda prestar sus servicios, está postulado como candidato a delegado en Benito Juárez, arropado en esta ocasión por la mancuerna PVEM-PRI.
Leticia Varela, quien en la pasada contienda electoral casi logra derrotar al panista Jorge Romero, quien hizo un desastroso papel como delegado en Benito Juárez, en esa ocasión era candidata por el PRD; ahora busca una diputación local apoyada por Movimiento Ciudadano.
Don Mendo de Quiroga
y Suárez.
Y muchos nos preguntamos el por qué de esta actitud desvergonzada y cínica de los políticos en el país. Por qué esa falta de respeto a la inteligencia de todos los ciudadanos, nos preguntamos con qué derecho nos tratan como si fuéramos menores de edad a quienes pueden engatusar por su falta de experiencia para vivir y pensar con autonomía. Y creo que es por las siguientes actitudes que, desgraciadamente, siguen adheridas a un gran número de ciudadanos de todo el país:
**El eterno “yo primero”, “a mí pónganme donde hay”; la ambición desmedida, la corrupción individual y oficial; ser criticones y díscolos; chismosos, calumniadores, egoístas y albureros; abusivos, vulgares, flojos, corrientes y mal educados. Irrespetuosos y farsantes, borrachos y ruidosos, de prepotentes maneras al afrentar a los otros. Todavía echamos cohetes que truenan espantoso para llamar la atención, no de Dios, sino en una especie de rústica promoción “usos y costumbres” como escudo de la ignorancia. La irresponsabilidad con hijos, pareja, trabajo; el lenguaje soez y majadero, la insolencia, la bravuconería, todo sinónimo de vulgaridad y prepotencia presuntuosa, pensar en ganar más haciendo menos.
**Estar en la televisión sin tener talento, en la radio sin saber hablar, pensar que con el cuerpo y la cara se compensa la falta de recursos artísticos. Aficionados al espectáculo barato que anula todo pensamiento. Transmitir programas chatarra, con doble sentido, corrientes, echar palabrotas por no tener argumentos o comicidad. Tirar basura en la calle, maltratar a los perros, gatos y cualquier forma diferente de vida. Pegarles a los niños y a la esposa. Ser padres indiferentes, echar hijos a la calle, maltratar y violar niños. Engañar y ser infieles. La falsa política. La corrupción generalizada. La avaricia, el robo y el secuestro. El tráfico de drogas. Cualquier forma de infligir sufrimiento al prójimo. Escupir en la calle. Llegar tarde al trabajo. No esforzarse por hablar mejor, recurrir al uso constante de muletillas insulsas como: “ora sí qué”, “qué nos apoyen”, “exigimos”, “salir adelante”, “lo que pasa es que”, y otras que fomentan más la ignorancia, la superstición, la infamia, el denuesto, la podredumbre propia y ajena. Ser glotones hasta la diabetes, viciosos, tontos, ladinos y mañosos.
¿Y cómo podríamos lograr los ciudadanos que la clase política, la cual también adolece de todos los defectos antes mencionados, nos trate dignamente y con respeto?
**Al combatir todo lo anterior en primera persona, no en el vecino; cultivar la inteligencia, la bondad, la honestidad, la amabilidad, la compasión, la generosidad, la comprensión, el perdón, el amor al otro y a uno mismo, el respeto, la armonía, el afecto, el buen humor, la felicidad y todos los grandes valores humanos a nuestro alcance, sin pretexto de clase, nivel cultural, económico, fe religiosa, edad y género.
**Nadie le dice que cambie de repente su vida, lo abandone todo y se convierta en una persona abnegada con olor a santidad, no. Basta con empezar por las pequeñas cosas, la casa, el trabajo, la familia. Un mejor mundo necesita seres humanos que mejoren cada día. Todo se resume, desde el ámbito de la acción y de la energía, en iniciar cada día con mejores intenciones de pensamiento, palabra y obra, con la conciencia de la verdadera realidad, es decir, asumir que sus actitudes y acciones repercuten en usted y en el mundo entero.
Los párrafos que inician con ** no son de mi autoría. No estuve en algún curso de esos que se imparten en algún retiro espiritual, tampoco fui a algún taller donde se tratan temas de superación personal, y no tengo algún coach (asesor) que me dirija los pasos. Los textos con  doble asterisco son parte del libro Guía De Fantasmas De La Ciudad De México, de Yolanda Sierra, Editorial Endira, 2008.  Está tan saturada la ciudad de malas vibras, que hasta los desencarnados están que trinan.
En otro tema de este mismo artículo, ¿saben ustedes qué es una machincuepa? ¿No? Bueno, pues una machincuepa es una maroma. Y todo este brincar incesante de los políticos chapulines me ha traído a la memoria una historia parte de las leyendas de la antigua Ciudad de México. La calle de La Machincuepa.
Cuenta la leyenda que allá por 1714 llegó desde España un hombre muy acaudalado y muy bien visto por el Virrey de Alencastre, quien llevaba el nombre de Don Mendo de Quiroga y Suárez. Hombre espléndido para vivir, pero que al quedar viudo, aparte de la soledad, estaba enfermo de gota y reumatismo. Se pasaba gran parte de sus días encerrado en su habitación, además, su enfermedad junto con los medicamentos que debía tomar, hacían que su cuerpo despidiera un olor bastante repugnante.
Cierto día recibió la noticia de que su hermano, quien radicaba en España, había fallecido y, antes de morir, había escrito una carta para él, pidiéndole que se hiciera cargo de su joven hija, una bella mujer de nombre Paz Quiroga. Y así se hizo. Doña Paz Quiroga fue hecha venir desde Madrid a vivir a la Nueva España al lado de su tío Don Mendo Quiroga.
Mujer altanera, despectiva, poco generosa apenas disimulaba la repulsión que le causaba el olor que despedía su tío. Cuando entraba en la recámara del viejo a llevarle sus alimentos o a darle sus medicamentos, siempre lo hacía tapándose la nariz con un pañuelo. Pero gastaba a manos llenas el dinero de su tío, y vivía esperando la hora en que éste falleciera; lo cual cierto día ocurrió. Momentos aquellos que aprovechó para mostrar un dolor que estaba lejos de sentir a pesar del llanto incontenible que fingía ante los dolientes en el funeral.
Llegó el día en que se leyó el testamento de don Mendo Quiroga y Suárez y, como era de esperarse, su fortuna pasaba íntegra a manos de doña Paz, pero había una condición para que se le entregara, y se trataba de lo siguiente. Se le avisaría a la gente que habitaba aquella parte de la Ciudad de México que en un coche tirado por caballos, doña Paz tenía que dirigirse a cierta calle de la ciudad en donde estaría  un entarimado, para que sobre éste ella ejecutara varias machincuepas (maromas) frente a toda la gente que llegara a reunirse en el lugar. Cuando escuchó estas condiciones, doña Paz se desmayó, se enfureció al despertar y, en principio, se negó a aceptar, pero la ambición le ganó, y aceptó hacer lo que su tío había dejado como condición para entregarle la herencia.
Altiva como era, sin inmutarse, subió al entarimado que estaba rodeado de la gente de la ciudad, de todas las clases sociales, y frente a ellos ejecutó varias machincuepas, desbaratando su elaborado peinado, rompiendo su peineta, rasgando la fina tela de su vestido, y enseñando su ropa interior y aquellas partes de su cuerpo que, en aquellas épocas, ni los mismos maridos de las mujeres llegaban a conocer bien a bien.
Regresó a su casa furiosa y humillada, de donde no salió por algún tiempo. Hasta que ya no se le volvió a ver más. Se cree que tomó su fortuna heredada y regresó a España.
Así están los políticos de todo el país en estos tiempos de elecciones intermedias. Con tal de conseguir un hueso, con tal de seguir pegados a la ubre del erario, son capaces de echarse las maromas que sean necesarias, de perder la dignidad bajándose la ropa interior que les estorbe y enseñando las partes más despreciables de su cuerpo y de su ser con tal de seguir avasallando a la ciudadanía.
Nota: Lo que ahora es la tercera calle de La Soledad, por el rumbo de La Merced, es donde se supone que estaba la calle de La Machincuepa.
Lilia Margarita Rivera Mantilla
Mèxico, Distrito Federal, a 14 de mayo de 2015

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