A
estas alturas de la caminata de las caravaneras no es solo La Opinión el diario
que cubre la información del suceso representado el periódico por su enviado
especial Eduardo Elizalde Escobedo, quien acompañó a las mujeres durante todos
los días de su recorrido.
Son
ya varios medios de diferentes ciudades del país los que están informando sobre
el proyecto de las 202 valerosas mujeres sampetrinas, que no se quedaron como
en México es costumbre calladas y sin protestar ante las autoridades y su
eterna indiferencia respecto a la pobreza de la gran mayoría de nuestros
compatriotas.
Es
el jueves 23 de marzo.
Ignacio
Quiroz M. de El Sol del Norte empieza a cubrir la marcha y en su primer
despacho informativo nos dice:
“Loma
Bonita. Mujeres surcadas por el tiempo, sedientas de que el vertedero
demagógico de los políticos derrame en sus hogares algo de bondad, carne de
México que se pierde en el desierto, forman un nutrido grupo que como “Caravana
del Hambre” vienen bajo el recalcitrante sol primaveral en busca de ayuda,
quieren que el Gobierno Federal vuelva
sus ojos a la Comarca Lagunera y organice fuentes de trabajo, y así los hombres
de esta región obtengan para sus hijos el pan para mitigar el hambre que ahora
inclemente los azota”.
Por
su parte desde el lugar de los hechos Eduardo Elizalde Escobedo de La Opinión
nos informaba que las mujeres estaban “Determinadas a Continuar Hasta la
Capital del Estado”.
Se
encontraban en ese momento en Loma Bonita, punto localizado a unos once
kilómetros al oriente de Paila, y su arribo a la capital de Coahuila era
esperado para ese domingo 26 de mayo.
A
continuación, la información cronológica de la marcha:
Determinadas a
Continuar
Hasta la Capital
del Estado
Por Eduardo
Elizalde Escobedo
Enviado Especial
de La Opinión
Jueves 23 de mayo. Hoy a las 16.00 horas
la Caravana del Hambre formada por aún 200 mujeres o quizá ya más, esposas,
madres y hermanas de trabajadores agrícolas de San Pedro y poblados aledaños,
habían arribado a unos once kilómetros al oriente de Paila, esperándose en la
capital del estado su arribo, para el próximo domingo 26.
Al ser entrevistadas por el diario La
Opinión representado por el reportero Eduardo Elizalde Escobedo, quien cubrió
toda la travesía y las acompañó diariamente, las auxiliares de la caravana
informaron que –“ahora si están
plenamente determinadas para continuar su caminata hasta la capital de la
República”.
Calculaban llegar esta noche a Loma
Bonita, para descansar algunas horas y mañana muy temprano reanudar su
caminata.
Mientras tanto, gran cantidad de vecinos
de San Pedro y de lugares circundantes, como cada día, han acudido a bordo de
camionetas llevándoles alimentos y agua.
Las caravaneras, calculan que podrán
seguir caminando a razón de 20 o 30 kilómetros diariamente, a pesar de que
entre las mujeres, hay algunas de más de 60 años de edad.
Confían en que pronto, se entrevistarán
con el presidente Licenciado López Mateos para exponerle de viva voz sus
problemas, esperando que el plan de rehabilitación “sea una realidad y no quede en hermoso proyecto”.
NOTA
PERSONAL:
A estas alturas de la caminata de las Caravaneras, son ya varios periódicos de
diferentes ciudades del país los que están dando información sobre el proyecto
de estas valerosas mujeres mexicanas que no se quedaron como luego en nuestro
México es costumbre: calladas y sin protestar de ningún modo ante las
autoridades y su eterna indiferencia respecto a la pobreza de la gran mayoría
de nuestros compatriotas.
ANÉCDOTAS
PERSONALES:
Uno de mis hermanos se encontraba con unos tíos en El Paso, Texas, aprendiendo
inglés, ya que la situación económica de la familia no permitía que más de uno
de sus integrantes pudiera estudiar una profesión. Fue allá donde se enteró que
su mamá andaba en una caravana, según me platico, se lo dijo la tía con quien vivía,
y ella lo leyó en un diario de Ciudad Juárez, Chihuahua.
De igual manera, mi otro hermano quien
pudo ser apoyado con sacrificio para estudiar, en la precaria situación de la
región, estaba en la Universidad en Monterrey, Nuevo León, también se enteró
por un diario de esa ciudad.
Me imagino que era tanto el entusiasmo
de mi madre de aceptar la invitación de ir como auxiliar en la manifestación,
que hasta se le pasó avisar a sus hijos, que se encontraban fuera de San Pedro,
sobre su participación en la caminata.
Mi hermano menor contaba con 6 meses de
edad y quedó bajo el cuidado de “su mamá Concha” como él llamó a esta tierna
mujer que hizo las veces de madre durante los 12 días que duró la Caravana. Mi
papá se quedó a cargo de todos los demás y contribuyó en la entrega de
despensas de las que ya hablé, así como constantemente visitaba a mi mamá y
como médico revisaba y daba remedios a las caravaneras enfermas. Fueron varios
los doctores sampetrinos que continuamente ayudaron a las enfermas de la caravana.
Sería injusto dejar de mencionar que elementos de la CRUZ ROJA de nuestro pueblo, realizaban visitas, llevando agua,
alimentos, etcétera. Y prestando sus servicios de primeros auxilios, cuando era
necesario.
Así como mi mamá tuvo que cerrar los
ojos y lanzarse a esta acción para ser escuchada junto con las otras mujeres,
por la máxima autoridad del país, las demás mujeres que asistieron a esta
loable manifestación debieron haber hecho lo propio.
Carne de México
que se Pierde en el Desierto
Por Ignacio
Quiroz M.
El Sol del Norte
Loma Bonita. Mujeres surcadas por el
tiempo, sedientas de que el vertedero de la de la demagogia de los políticos
derrame en sus hogares algo de bondad, carne de México que se pierde en el
desierto, forman un sufrido grupo que como “Caravana del Hambre” vienen bajo el
recalcitrante sol primaveral en busca de ayuda, quieren que el Gobierno Federal
vuelva sus ojos a la Comarca Lagunera y organice fuentes de trabajo, y así los
hombres de esa región, obtengan para sus hijos el pan para mitigar el hambre
que ahora inclemente los azota.
No había pasado desapercibida la marcha
que desde el pasado lunes se inició en San Pedro, Coahuila, estábamos en espera
de que la reciedumbre de la mujer mexicana diera muestras de férrea voluntad
siguiendo adelante en la tarea que se han marcado, y ayer, cuando oficialmente
se nos comunicó que habían reiniciado la marcha desde Paila, acudimos a recoger
su sentir, buscando para nuestros lectores, la realidad y objetivo de esa
original marcha. Hasta el momento ni el aire, frío o calor les ha menguado su
intento y aunque lentamente marchan a razón de veinte a treinta kilómetros
diarios, progresan en su avanzada, habiendo pernoctado anoche en Loma Bonita en
donde cansadas, pero optimistas, dijeron a este matutino que para el domingo o
lunes llegarán a Saltillo, prosiguiendo de inmediato su marcha a la capital del
País.
ANÉCDOTA
PERSONAL:
Las mujeres tuvieron que luchar contra las inclemencias del desierto entre
otras los fuertes vientos, casi siempre acompañados de tolvaneras, contaba mi
mamá que cuando eso sucedía, las mujeres más delgadas tenían grandes
dificultades para avanzar, ya que el viento no se los permitía, entonces se
agarraban de los cinturones de los hombres que las acompañaban como auxiliares.
Creo justo mencionar los nombres de los mismos hombres valerosos, que como
únicos varones comisionados, acompañaron a modo de protección a nuestras
caminantes: Juan Nájera Alonso, Leopoldo Estrello, Juan Nolasio, Juan Juárez
Macareno y Alejandro Gutiérrez Murguía.
Férrea Voluntad
de las Mujeres
Por Ignacio
Quiroz M.
El Sol del Norte
También vienen “asesorando” al grupo las
señoras Mercedes Murguía de Gutiérrez, Aurora García de Navarro, Concepción
Díaz de Gutiérrez y Juanita Medellín de Gutiérrez, disponiendo durante la
jornada todo lo necesario para que las señoras de más avanzada edad y
consecuentemente de poca salud, puedan ser atendidas y si es necesario,
regresarlas a su lugar de origen, pero estas, renuentes a todo, dicen que “prefieren quedar en el camino para
demostrar con su voluntad que cambian este sacrificio, por una vida mejor para
los suyos”.
Ahí, bajo el inclemente sol, preparan
sus exiguos alimentos, refrescan con agua cristalina sus gargantas y
alegremente cantan canciones regionales, improvisando corridos con su
situación. Entrevistamos a la señora Laura Estela Díaz de León, que siendo
madre de tres niños, los ha dejado en el terruño para ir en busca de su futura
felicidad. Nos dice: -“mis hijos
necesitan alimento, la falta de trabajo hace que estemos en completa pobreza,
por eso vamos a México, queremos que se ‘abran trabajos’…”
Más allá, rodeada de muchas otras
caravaneras, estaba Leandra Ramírez de 52 años, deja en San Pedro a sus ocho
hijos pero va contenta porque tiene esperanzas de “que haya trabajo para bien de las familias campesinas…”
Ninguna quiere decir nada personal, al
unísono gritan –“no somos políticas solo
queremos que haya trabajo en nuestra tierra…”
Exactamente en una simbólica línea que
trazaron a la vera de la carretera, donde marcaron hasta ayer 111 kilómetros de
marcha, se entregó una copia del memorándum que llevan a las Autoridades
Federales, (el cual ya se presentó en páginas anteriores).
“Adelante,
Siempre Adelante”, Afirman
Pude concluir, fácilmente, por su pliego
petitorio, que dentro de ese movimiento hay mucho de razón, son los eternos
problemas que abaten al agro mexicano y son siempre los obstáculos por los
cuales, el campesino no puede franquear su existencia a una vida mejor.
“Ya
hemos sentido determinada presión”; nos dijo una de las auxiliares, “La Policía Federal de Caminos impide que
algunos ‘tráileres’ ayuden al transporte de las más ancianas y sabemos también
que se negó permiso para que algunas gentes de Monterrey enviaran camiones,
pero eso, lejos de debilitar nuestra voluntad, la hace más fuerte y ahora más
que nunca tenemos intención de caminar más rápido para llegar a nuestro destino
y cumplir con los nuestros la intención que nos trazamos, San Pedro tiene
esperanzas en nuestro esfuerzo y no les vamos a quedar mal”.
Precisamente, pudimos darnos cuenta
nosotros que de algunas partes y de San Pedro les envían agua, pan, frutas y
algunas pastas, pero aunque dispongan de esos alimentos la jornada que se han
echado a cuestas es dura y ahora se espera que la intervención federal, (ya que
han sido visitadas por gente de Gobernación), haga que se dicte alguna maniobra
para evitar ese doloroso espectáculo.
115 Kilómetros han Caminado las
Valerosas Mujeres
Por Ignacio Quiroz M.
El Sol del Norte
Loma Bonita, 23
de mayo.
Pese a que se han registrado varias
deserciones, el grupo de las mujeres que integran la “Caravana del Hambre” luce
más numeroso a su arribo a este pintoresco punto, si pintoresco se le puede
decir a algo verde –que contrasta con el arenoso desierto y la intermitente
cinta asfáltica.
Son las 21.30 horas.- Un vientecillo
frío ha empezado a soplar, esta noche puede llover, amenazadoras nubes ocultan
las estrellas. Hay alegría entre los
miembros de este homogéneo grupo de sampetrinas.
-“…ya
ve. Se han ido algunas, pero han venido el triple”. En realidad hay
caras nuevas en el grupo, sampetrinas que se unen a la protesta, por la falta
de fuentes de trabajo, por el hambre que impera en sus hogares, en fin por una
serie de cosas, todas ellas tendientes a terminar con la miseria.
Y aunque le parezca imposible, con el
conjunto marchan, también la señora Manuela Cárdenas viuda de Ríos, anciana de
67 años de edad, que es quién prácticamente sostiene a dos hijas y catorce
nietos. -¿Cómo le hace?,
preguntamos. “Planchando y lavando”,
contesta. “Ahora voy en busca de algo
justo, vamos a conseguirlo, de eso esté usted seguro”-, añade. Virginia
Torres, viuda de Mendoza, de sesenta y ocho años, también marcha en la caravana
y aunque no parezca, es del grupo puntero de las que encabeza por lo regular la
larga hilera, que por un lado de la carretera causa el asombro de turistas, la
comprensión de los traileros y la curiosidad de muchas personas.
Un padecimiento de asma no ha sido
motivo que detenga a la señora Francisca Rodríguez viuda de Olasio, de cuarenta
y tres años, madre de nueve hijos, quien se gana la vida lavando y planchando
ropa. “Cuando se me cierran las puertas,
hasta limosna pido. Prefiero ponerme roja, que mis hijos se queden sin comer”
insistió. Ni las lluvias ni las granizadas, ni siquiera las autoridades
municipales, ni estatales han podido detenerlas.
Solo un hombre, uno solo en México, puede dar
fin a este inenarrable sacrificio. El Presidente de la República.
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