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31 de mayo de 2016

¿Combaten nuestras instituciones los males que padecemos hoy?

A diferencia de otros países donde los gobiernos si proceden para resolver los problemas que afectan a sus ciudadanos, lo normal en México es que nuestras autoridades hagan todo lo contrario y un día sí y al siguiente también dan muestra palpable de su ineficiencia. Jesús M. Moreno Mejía, en otro tiempo reportero de El Siglo de Torreón es el autor del presente texto en el que asegura que lejos de resolverse los problemas ancestrales que nos afectan como país se agravan, no obstante el compromiso de mandatarios como Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto para combatir la corrupción y al crimen organizado, al momento presente lo único que se ha “logrado” es que aumenten los índices de violencia así como la cantidad de muertos y desaparecidos.  

“Temerarias (pensar sin fundamento) son aquellas Ilusiones que nos  arrastran”
Eurípides

Tenemos en México toda clase de instituciones públicas que prometen dar término a todo aquello que nos perjudica en la aparente vida democrática de hoy (inseguridad, impunidad, corrupción, etc.), pero en realidad seguimos arrastrando un lastre cada vez mayor sin saber cuándo y cómo habrán de terminar esos problemas sin fin.
Si se trata de la inseguridad, por ejemplo, el presidente Calderón nos aseguró que “combatiría  frontalmente” al crimen organizado para terminar de una vez por todas con ese flagelo, pero lo único que se obtuvo fue un incrementó en el índice de la violencia en todo el país, con miles de muertos y desaparecidos.
Terminó el sexenio calderonista y vino el de Peña Nieto, en el cual a seguido la escalada de crímenes, y con resultados todavía peores. Y las instituciones que se supone deberían contribuir a la lucha contra la impunidad, la corrupción, la transparencia, y todo aquello que vulnera la vida democrática del país. ¡Nada! ¡Absolutamente nada!
Una Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, que coadyuvó a la procuración de justicia desde 2006, logró la detención del ex presidente de ese país, Otto Pérez Molina, por delitos de corrupción. Algo que no veríamos en nuestro México actual.
Por lo anterior, hay quienes se preguntan: ¿Se necesitará que vengan organismos supranacionales a castigar actos de corrupción de nuestros servidores públicos de todos los niveles? “Ya que –dicen--, somos absolutamente incapaces de combatir la corrupción de los altos niveles de gobierno a través de nuestras instituciones”.
Incluso en Brasil se vive una crisis política, donde se ha hecho efectivo un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, si bien se discute todavía si es verdad lo que se le  acusa o es víctima de una conspiración en su contra.
Porque todo parece indicar que en ese país si funciona la división real de poderes, mientras que en México ha quedado demostrado que el poder legislativo y el judicial, giran en torno al Poder Ejecutivo en turno.
“El flagelo de la corrupción, afirma categórico el ex legislador Samuel Aguilar Solís, arrasa a su paso legitimidad, confianza, esperanza, instituciones y a la democracia misma, que va más allá de ser un mal humor social, que provoca una profunda irritación que cuestiona los fundamentos mismos de la democracia, así como a sus principales actores”.
Aunque hasta hace poco privaba la inmovilidad ciudadana ante la corrupción que padecemos, pues la gente prefería quedarse callada ante las injusticias que padecemos, todo parece indicar que hoy ya empieza a darse la protesta pública masiva, tal como ha ocurrido recientemente en Chiapas, Ciudad de México, Veracruz, Querétaro y otros estados del país.
En nuestra anterior colaboración en este medio, titulado “¿Arde París? Equivale a ¿Hoy arde México?”, avizorábamos que el descontento de la ciudadanía estaba a punto de estallar, y todo parece indicar que ese problema social ya está en proceso.
Existe un dato que pocas personas conocen: México se ubica actualmente en el lugar 95 de 168 países que padecen corrupción, según lo revela el organismo denominado Transparencia Internacional. Ubicación que no es nada halagüeña, amén de que también incide en el ámbito económico nacional, pues de acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad ello representa un costo (Producto Interno Bruto) para los habitantes de nuestro país, ya atrasado de por sí con más de un 50 % de pobreza, y que anualmente crece entre un 2 y 5 %.
La clase política, en cambio, avanza en abundancia económica y nada le preocupa la situación que vive el resto del país. Incluso cuando se le propone que se establezcan límites de enriquecimiento a los gobernantes (Proyecto  de iniciativa denominado 3 de 3), lo reforman en el Congreso para que todo siga igual.
Estamos impedidos para obligar a nuestros legisladores a que traten temas a favor de sus representados, tales como una efectiva lucha contra la corrupción; una auténtica democracia; una real impartición de justicia, así como genuinos derechos humanos, ya que existen hechos tan lamentables como la desigualdad social, la impunidad, la inseguridad; mismos que siguen vigentes en toda la república, ya que no son abordados con ética, con decisión y todo aquello que implique un verdadero beneficio para todos.
 Porque, falta ver qué ocurrirá en materia de transparencia democrática en las elecciones del 5 de este mes. ¿Tendremos más de lo mismo?
Los resultados en las urnas se anticipan a favor de quienes logran el triunfo con la compra del voto, con la ingeniería electoral y hasta la amenaza de la violencia física en aquellos estados donde se teme que los resultados no favorezcan a los intereses políticos de quienes ya sueñan con apetecer las mieles del poder.
En fin, todo parece indicar que seguiremos padeciendo los problemas que hemos sufrido desde hace décadas, pero que se han venido agravando en los últimos tiempos, salvo que nuestros gobernantes decidan llevar a cabo auténticos cambios a favor del bien común. ¿O usted amable lector, qué opinión tiene al respecto?
¡Hasta la próxima!

12 de mayo de 2016

Saludar es muestra de cortesía, pero ¿usted como lo manifiesta?

El saludo tiene la dualidad de ser muestra de cortesía y obligación social que según las culturas se manifiesta de diferentes maneras nos dice Jesús M. Moreno Mejía en el presente artículo que les comparto en el blog y que también es posible leer en medios digitales con los que nuestro compañero colabora.

La cortesía es indispensable en la vida social, como el aceite a la maquinaria.
Alexis Carrel.

            Desde pequeños aprendimos lo que es un saludo, pero no siempre nos explicaron el significado de esa manifestación, y mucho menos sabemos cómo es el saludo en otras partes del mundo o entre determinados grupos sociales.
Pues bien, tendremos que entender en principio que el saludo es una muestra de urbanidad, y a su vez una forma de establecer contacto amistoso con otra persona; de ahí que Alexis Carrel, fisiólogo y filósofo francés del siglo pasado, haya señalado que la cortesía es indispensable en nuestra vida social, comparando esto con la necesidad de uso de un lubricante en toda maquinaria.
¿Y cómo es el saludo en nuestra sociedad? ¿Será igual en todo el mundo? ¿Se utilizarán siempre las manos y las mismas frases? Desde luego que no, aparte de que un beso, un abrazo y hasta una palmada en el hombro, son utilizados en el mundo occidental.
También debemos considerar que según el grupo social es el tipo de saludo, y así los militares se saludan con el brazo derecho en ángulo de 90 grados y la mano extendida y colocada arriba de la ceja, estando en “posición de firmes”; los “Scout” hacen lo mismo, pero en lugar de la mano extendida, con los dedos índice, medio y anular abiertos y el meñique sostenido con el pulgar.
Y podemos mencionar a otros grupos étnicos con saludo parecido a los anteriores, como sería el usado por los indios norteamericanos, quienes extienden la palma de su mano derecha, o bien el caso más conocido en el mundo occidental: estrechar la mano derecha con la otra persona, a menos que ambos sean zurdos y lo sepan que lo son uno y otro, quienes lo harán con su mano izquierda.
Ahora bien, precisemos el significado de lo anterior: Se dice que el saludo militar tiene su origen en el acto de levantar la visera del yelmo de los hombres blindados de la Edad Media, para ver los ojos del contendiente, por lo que no era justamente un saludo pero en esto quedó entre los militares.
Los “Scout”, según indican los reglamentos de esa noble institución, saludan de la manera descrita, para significar que se protege a los más pequeños. En tanto, el saludo del “Piel Roja” significa que tienen la mano lejos de su arma y la muestran abierta en señal de saludo y entrega de amistad. Situación parecida ocurre con los que se estrechan la mano en el mundo moderno, pues se da a conocer que su mano no está armada y por tanto es señal de no agresión.
Esto último es el saludo más utilizado en el mundo moderno, aunque haya países que tengan sus propias costumbres y solamente utilicen el saludo de estrecharse la mano para tratar con extranjeros.
Entre nosotros predomina dicho saludo, especialmente en personas latinas, tanto a nivel social o laboral, y hasta hace relativamente poco tiempo el intercambio de besos en la mejilla, sólo se daba entre las damas, pero ahora se usa incluso entre un hombre y una mujer, y muy raras veces el beso entre los hombres, salvo que sea entre padre e hijo, incluyendo en todos los casos, pero no siempre, el abrazo y alguna expresión de buenos deseos entre ambos.
Por cierto, en el abrazo se incluye, en ocasiones, las palmetadas en la espalda de quienes se saluda, y esto tiene origen árabe, quienes no lo hacían inicialmente por dar un mayor énfasis al saludo, sino para asegurarse de que el otro no llevaba armas bajo la ropa.
En el siglo XVII surgió el beso en la mano de las damas, que actualmente rara vez se usa, significando que el hombre brinda apoyo moral, religioso y sumisión a la mujer que saluda. En Europa, Rusia y otras partes del mundo, el beso en la mejilla entre hombres es un saludo obligado, y la más de las veces es en ambas mejillas (a las damas, en ocasiones, se repiten hasta tres veces, según me lo explicó un holandés, y vamos que la mayoría de los neerlandeses son poco afectivos).
Antes de abordar el saludo de otras étnicas, que son de lo más variado, abordemos otro tipo de saludo del mundo occidental, como lo es el saludo deportivo, de los cholos y del mundo artístico.
En el deporte la manifestación de saludo, de alegría compartida o de otro tipo, es de lo más variado, sobresaliendo en la actualidad el palmeteo de manos o dedos, seguido del choque de puños cerrados, afirmándose tiene su origen en grupos motociclistas.
Otro saludo de tipo deportivo en el que se utilizan las dos manos, es el llamado Bao Quan Li, que se utiliza en Tai Chi principalmente y que consiste en unir el puño de la mano derecha, la palma derecha, significando ésta la inteligencia equilibrando la fuerza.
Otro saludo generalizado entre la juventud (por imitación a sus ídolos del rock o por ser común de los cholos y grupos afines, pero sin saber su significado), es el estirar el dedo índice y abrir el pulgar, doblando hacia el interior de la mano el resto, formando una especie de cuerno, es en realidad el saludo y reconocimiento de los iniciados en los ritos satánicos, pues tiene una doble significación: los cuernos de la Luna y los cuernos del macho cabrío. La única diferenciación que hacen algunos jóvenes es que no exhiben la mano hacia arriba en forma de cornamenta, sino con el brazo doblado hacia al lado opuesto.
Nos faltaría comentar otros tres saludos en los que está de por medio la utilización de la mano o ambas: el saludo romano, que consiste en extender el brazo derecho con la palma de la mano hacia abajo, que representa un saludo al Sol y a sus representantes, o sea a los seres que pueblan el planeta Tierra.
El saludo de los habitantes de India, Tailandia y otras naciones de la región, que incluye a chinos, tibetanos, entre otros; consistente en unir las palmas de las manos a la altura del pecho, con una ligera inclinación, que según la religión hindú significa el deseo de conectar el propio espíritu con el del saludado, inclinándose levemente en señal de respeto. También se usa, al finalizar una sesión de yoga y agregando la expresión verbal Namasté o Namaste, que proviene del sánscrito y significa “Perfectamente concluido”, y por tanto es un saludo de despedida.
Por no poder extendernos en razón de espacio, mencionaremos otros saludos en los que no se utiliza de manera primordial las manos, sino otras partes del cuerpo, como es el saludo de los esquimales, de Groenlandia y otros grupos étnicos del cercando Polo Norte, que consiste en frotarse nariz con nariz en señal de confianza y de amor.
El saludo de Micronesia y otros grupos de Oceanía, quienes se saludan levantando una o las dos cejas, y que en algunos países hispanos se usa pero como saludo informal, y finalmente el saludo de los tibetanos (aunque en la actualidad no todos, sobre todo en la extensión de la práctica del budismo en occidente), que consiste en  mostrar la lengua al que saludan, demostrando que no son la reencarnación de un terrible rey que tenía la lengua negra.
Existen otras formas extrañas de saludo, pero se circunscriben a reducidos grupos étnicos de diversos puntos del orbe. Pero usted, amable lector, cuál prefiere dentro de los aceptados en nuestro medio, o cuáles rechazaría en caso de corresponder un saludo.
¡Hasta la próxima!

10 de mayo de 2016

La ciudad y los perros

A propósito del mes de mayo y el día de las madres, Lilia Margarita Rivera Mantilla se refiere en el presente artículo a como se han modificado las costumbres de las parejas jóvenes y a cómo hoy optan por la adopción de uno o dos perros en vez de procrear hijos y a destinar el tiempo y el dinero de la crianza y educación de los niños a tener una vida más decorosa, y menciona como ejemplo la Ciudad de México, una urbe con las casas y las calles con numerosos perros pero en la que ya casi no se ven niños.

Una ciudad llena de perros, calles en donde ya casi no se ven niños. Eso es lo que observo por los alrededores de la ciudad donde vivo, y no precisamente en la novela de Mario Vargas Llosa.
Y es que ahora que está por celebrarse una vez más el Día de la Madre como se viene haciendo desde hace 94 años, reflexiono en cuánto han cambiado las costumbres de hombres y mujeres, ya sea que vivan juntos, que estén formando una familia, o que cada uno viva por su lado. Ahora lo que se estila como complemento de la casa que se habita, es tener un perro.
Desde que era niña, cuando sabía de alguna pareja que acababa de contraer matrimonio, era muy natural esperar que en cierta cantidad de meses, tuvieran un bebé, y en raros casos, hasta dos. Ahora los nacimientos gemelares son algo muy común. Siempre me sentí algo importante por tener hermanos gemelos, precisamente porque se veía como algo muy de herencia que no todo mundo tenía.
Ahora cuando una pareja se casa, junto con todo el montaje para el nuevo hogar va una mascota, en la mayoría de los casos será un perro. Ah, porque aunque vivan en un espacio pequeño, pueden tener mínimo dos. Y así como se prepara todo para recibir a un bebé, así se esmeran los recién casados para recibir al nuevo miembro de la familia.
Se le compra la camita, el plato especial para servirle su muy cara comida, juguetes, correa, plaquita para imprimir su nombre, ropita especial para cada estación del año, y se le llevará al médico veterinario igual que se lleva a un bebé con el pediatra y, si el presupuesto lo permite, también irá a la estética canina. No, definitivamente no es barato el mantenimiento de un perro en casa.
Cuando mis hermanos y yo fuimos niños, tuvimos, según recuerdo, solo dos perros, uno se llamaba Oso y el otro Nerón; a pesar de los imponentes nombres eran canes de raza pequeña. Fueron nuestros compañeros de juegos, les eran muy simpáticos a nuestros amigos, correteábamos todos juntos por toda la casa, pero siempre fueron perros y nosotros niños. A la hora de la comida, cuando mi mamá nos hablaba para sentarnos a la mesa, nosotros corríamos rumbo al comedor, y nuestro perrito rumbo al patio en donde tenía su plato con la comida lista.
Pero ahora han cambiado las cosas. Parece que las mujeres llenan su tan cacareado instinto maternal adquiriendo un perro. Tener un perro o un gato como compañía cuando se vive solo, es bastante comprensible y hasta terapéutico. Sin embargo, pasan los años y aunque una pareja viva armoniosamente unida, prefieren tener uno o dos perros como testigos de su amor, en lugar de concebir un hijo.
¿Por qué perros en lugar de niños? ¿Por un egocentrismo exagerado de los posibles padres? ¿Será que tener perros y gatos da cierta sensación de status a una pareja joven? Esa enorme cantidad de tiempo y dinero indispensable para la crianza de un hijo, mejor la invertirán en sí mismos.
Porque lo de hoy en día es el “doble sueldo, no niños” del inglés DINK, double income, no kids. Y lo reconozco, es una agradable sensación de libertad el disponer de buenos ingresos para gastar en lo que a cada quien se le antoje, ir y venir sin presiones de horarios, solamente responder por las decisiones que uno tome para sí, dormir y hasta enfermarse cuando a uno se le antoje. Es difícil renunciar a todo esto. Y un perro no juzgará y tampoco habrá que darle explicaciones de nuestro modo de vida.
Además, aunque dicen que cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde, no me imagino que a un perro le llegue a dar “síndrome de emperador”, esa conducta alterada que manifiestan niños ya más bien a inicio de la pubertad o de la adolescencia, que se vuelven unos verdaderos tiranos, al grado de llegar a golpear a sus propios padres cuando estos no cumplen sus caprichos, niños demandantes, exigentes, manipuladores, arbitrarios. No, un perro es fiel y solidario. Y si el perro mostrara un negativismo desafiante al no obedecer las órdenes de sus amos, así como lo hace un niño rebelde, para eso están los nuevos encantadores de perros. Nunca tan caro como un terapeuta para el niño malcriado, hiperactivo y con trastorno por déficit de atención, sintomatología que vine a conocer hasta que mi primer hijo llegó a la sección maternal de la escuela de barrio en donde lo inscribí antes de cumplir los tres años de edad.
Según se informa, el número de madres adolescentes crece de una manera alarmante en el país; sin embargo, el porcentaje de hijo por mujer ha bajado de 1976 a la fecha. En 1976 se consideraba 5.7 hijos por mujer, en la actualidad es 2.2 hijos por mujer. Pero percibo que ahora las mujeres que desean tener un hijo, lo hacen de manera reflexiva y consciente. Un gran número de ellas, cerca o un poco después de los treinta años.
Y pienso. Si a las mujeres se les ofreciera un verdadero incentivo para ser madres, ¿pondrían menos pretextos para evitar la maternidad? Por ejemplo, si por cada tarea que realizan en casa –algunas llevan horas terminarlas- recibieran una paga así como cualquier prestador de servicios que cobra por cada tarea que realiza, ¿aceptarían permanecer en el hogar? La crianza de un hijo requiere de muchas habilidades: enfermera, niñera, nutrióloga, malabarista, institutriz, educadora, formadora, orientadora, cuentacuentos, canta autora (hay que inventar arrullos, rondas, juegos) y lo que se vaya ofreciendo en el día a día de un niño que va creciendo fuerte y sano. Si las mujeres supieran que por desempeñar todas estas funciones durante un promedio de 16 a 18 horas en el día, todos los días de la semana, recibirían sueldo y prestaciones de acuerdo a la eficiencia con que las realizaran, tal vez habría la carrera de Madre de Familia dentro del programa de enseñanza de la mayoría de las universidades del país; y no habría necesidad de convertirse en otra “dink” señalada por la sociedad por el egoísmo y materialismo que rigen su vida.
En noviembre de 2013, nos enteramos que Sandra Lertzman (62 años), de Ohio, se suicidó en el garaje de su casa junto con 31 perros. Sandra era Directora Ejecutiva de la Fundación a Favor de los Derechos de los Animales. Sandra había planeado su suicidio pero no quiso hacerlo sola. Temía que después de su muerte, esos perros que había cuidado, protegido y rehabilitado del maltrato que habían sufrido, pasaran otra vez por  abandono y corrieran peligro. Solo un perro se salvó, el cual logró escapar de la cochera, y no morir por los gases tóxicos que despedía el motor encendido del carro de la activista. También tenía 20 gatos, los cuales no corrieron la suerte de sus compañeros de ama.
Hombres y mujeres hoy en día justifican su decisión de no tener hijos, alegando que no quieren verlos sufrir en este pobre, pobre viejo mundo, que cada día se pone peor. No quieren morir y dejarlos desamparados en este planeta lleno de guerras y plagas invasoras y amenazantes.
Para la crianza de un hijo, se tiene que entregar, mínimo, parte de la vida de uno mismo durante 24 años, ¿suena cursi y exagerado? Con la pena, pero así es. Mínimo. La esperanza de vida de un perro es de un promedio de 13 años cuando mucho.
Sí, ha de ser más fácil lidiar con un perro. Y es que ya está tan cansada la humanidad, que  causa muchísima fatiga criar más hombres.
Lilia Margarita Rivera Mantilla
Ciudad de México, mayo de 2016

4 de mayo de 2016

¿Arde Paris Equivale a Hoy Arde México?

Quizá México no esté en guerra pero en la situación actual que enfrenta resulta válido parafrasear a Hitler cuando ordenó incendiar Paris para preguntar ¿Arde México?, según lo hace Jesús Máximo  Moreno Mejía. El ‘Indio’ Amaro, personajes de la serie Señora Acero repite constantemente una frase: “Nada puede estar tan malo que no puede estar peor”, que se desmiente con la situación de nuestro país que llegó a lo ‘más peor’ como diría el ranchero. El artículo de nuestro colega y colaborador que hoy publicamos en el blog, realmente no tiene desperdicio.

“Es una desgracia lo que sobrepasa la medida”
Valmiki (El Ramayana)

            Indiscutiblemente que todas las comparaciones son odiosas, pero es válido hacer una paráfrasis entre lo que preguntaba Adolfo Hitler en relación a la orden de incendiar París (que afortunadamente no ocurrió) cuando se enteró de que las fuerzas aliadas recuperaban Francia, y el peligro que corre nuestro país al enterarnos de que en lugar de cesar la violencia y la impunidad, pareciera que México sí que está ardiendo.
Sería prolijo e innecesario enumerar todas las desgracias ocurridas en los últimos meses en la república, porque la mayoría de la gente se entera por la prensa escrita y electrónica a diario, incluso los que o no leen el periódico o ven y escuchan los noticieros en la TV y en la radio, tienen todos los días conocimiento referido por amigos o alguna experiencia negativa que han vivido de manera personal (por ser víctimas de una hambre irremediable o víctima de un acto de violencia de cualquier tipo).
Es por ello que la gente en nuestro tiempo se refugia en todo aquello que lo haga olvidar la amarga existencia, ya sea presenciando un encuentro de futbol o platicando de lo que sabe en torno de sus ídolos del deporte o del medio artístico, pero en el peor de los casos recurriendo a las bebidas espirituosas (cerveza, tequila, aguardiente, etc.), o bien consumiendo productos tóxicos (sea mariguana, tinner, cocaína, kristal, etc.).
Las desgracias que que padecemos son de toda índole, algunas provocadas por el crimen organizado, que constituyen un estigma indeleble en nuestro tejido social y que exhibimos, lo mismo hacia el interior del país o internacionalmente, entre las que destacan: la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, sin que se tenga establecido qué fue de ellos a dos años de ocurridos los hechos; la tragedia ocurrida en el complejo petroquímico “Pajaritos”, recientemente, y que pudo haberse evitado; los ataques armados ocurridos en Acapulco, a pesar de los operativos de seguridad; el clima de violencia que no tiene fin en Michoacán y en otros estados del país, son sólo algunos de los muchos males que a diario vivimos, sin ninguna solución.
El sistema gubernamental minimiza lo que ocurre y se atreve a afirmar que todo está bajo control, sin embargo lo que aseguran hacer las autoridades se les escapa de las manos o la complican aun más, al grado tal de que el mes pasado el escritor Fernando del Paso denunció al recibir el Premio de Literatura “Miguel de Cervantes” en España, lo siguiente:
“Las cosas no han cambiado en México, sino que han empeorado. Continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, los abusos del poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo”.
Pero no sólo se circunscribió a decir lo anterior (que ya es bastante), pues añadió: “Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza. Pues bien, me trago esa vergüenza y aprovecho este foro (Estando presente el rey de España y su esposa) para decir a los cuatro vientos que existe la aprobación en el Estado de México, la bautizada Ley Atenco. Es una ley opresora que habilita a la policía a apresar y disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes públicos y privados”
“Esto pareciera el actuar de un estado totalitario que no podemos permitir”. Lo que bien pudiera interpretarse como una advertencia de un posible estallido social en nuestro país.
Sin duda, no tuvo “pelos en la lengua” el insigne escritor, que el año pasado fuera también galardonado en Mérida con el Premio a la Excelencia de Literatura “José Emilio Pacheco”.
Y como si lo anterior fuera poco, mencionaremos otra exhibida internacional por el actuar de nuestras autoridades, al publicar el diario estadounidense “New York Times”, en primera plana una información muy negativa para el gobierno mexicano, pues la cabeza de la nota indicaba, ya traducida al español, Los investigadores (independientes) dicen que México ha frustrado los esfuerzos para resolver la desaparición de estudiantes.
El periodista Raymundo Riva Palacio señala que el caso Ayotzinapa abrió una vena que no alcanzaron a ver en Los Pinos, y a la fecha se les ha vuelto “bolas el engrudo” pues lo que no resuelven alcanza ya niveles de denuncia mundial. “La información del Times fue el colofón. Esto viene a sumarse como si no tuviera el gobierno suficientes problemas de credibilidad”, concluye el analista político.
Ciertamente, pues existen otros problemas sumamente graves que se han venido dando y sin intenciones de clarificar, como fue la mega explosión con trágicos resultados  del complejo petroquímico “Pajaritos”, a cuyo hecho el gobierno federal pretende hacer creer fue un accidente imprevisto de Pemex, cuando en realidad es responsabilidad de una empresa particular, concesionada por la paraestatal en 2013 (antes de las reformas energéticas) a Mexichem y a su filial Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV).
Se asegura que la supuesta alianza Pemex y Mexichem, cuyo aparente dueño es el ex banquero Antonio del Valle (despedido por supuestos fraudes bancarios), se realizó por presiones del líder petrolero Carlos A. Romero Deschamps, manejándose como una desincorporación de Petróleos Mexicanos, seguramente para beneficio del representante de los trabajadores de la industria petrolera.
Obvio es que el Gobierno Federal no desea se sepa la privatización “Pajaritos”, prefiriendo asumir la responsabilidad del accidente, pues se sabía que la planta adolecía de una serie de irregularidades en sus instalaciones, las que pudieron las autoridades haber exigido fueran reparadas y hasta entonces autorizar sus operaciones y así evitar los trágicos resultados.
Total, al sistema se le siguen haciendo “bolas el engrudo” y con ello propiciando que se llegue a un estallido social, pues el país está que arde (Arde por aquí, arde por allá y arde por todos lados). ¿O usted qué opina, amable lector?
¡Hasta la próxima!

Un viaje de 1000 kilómetros empieza con un primer paso (máxima china)

“Una odisea sin paralelo en los anales de la Comarca Lagunera con resonancia nacional y tal vez internacional, descrita pormenorizadamente en el libro intitulado  “202 sampetrinas hicieron retemblar en su centro la tierra misma”, escrito a la manera de ensayo histórico por la maestra Gutiérrez Medellín,  con el apoyo de su hija Paloma Peña Gutiérrez, quien se encargó de ordenar y secuenciar documentos, publicaciones periodísticas,  anécdotas y comentarios recopilados por la autora de sus días en los meses subsecuentes de la original protesta mujeril”, escribe Higinio Esparza Ramírez a propósito del ensayo que se refiere a la llamada Caravana del Hambre y con la que más de 200 mujeres de San Pedro de las Colonias lograron la atención de los gobiernos federal y estatal para paliar en alguna medida la terrible situación económica que enfrentaban. Refiere Higinio Esparza que los reporteros que en aquel entonces cubrieron el suceso se involucraron sentimentalmente con las marchantes, pero ello no afectó su objetividad de periodistas y mostró en cambio el rango de humanidad de Eduardo Elizalde Escobedo, Ignacio Quiroz M. y Jesús Sánchez Hermosillo comisionados para cubrir la marcha por La Opinión, El Sol del Norte y la Revista Impacto. De alguna manera el artículo de Higinio Esparza  que me llegó por medio del colega Jesús Máximo Moreno Mejía sirve para celebrar como cada mayo el Día Internacional de la Libertad de Expresión.

A doña Olga De Juambelz y Horcasitas

* Elementos del Ejército,  tratando de amedrentar a las mujeres, las rodearon y apuntaron, cortando cartucho…
* La Policía Federal de Caminos impide que algunos “traileros” ayuden al transporte de las más ancianas y negó permisos para que gente de Monterrey enviara camiones (con víveres y agua)…
* El gobernador (Raúl Madero) condenó enérgicamente la marcha de la Caravana de Hambre de las Mujeres de San Pedro, asegurando que las azuzan las fuerzas regresivas del estado…
* La CNC (con sus líderes tripones) también impugnó el sacrificio de las caravaneras, diciendo que son juguete de terceras personas…
* Agentes policiacos destruyeron los mechones que las caravaneras pretendían usar para alumbrar su camino durante la noche, y las obligaron a retirar los cartelones con sus demandas,  los cuales iban dejando en las orillas de la carretera…
* Dos choferes detenidos en San Pedro por haber auxiliado a las doscientas mujeres que se lanzaron a la aventura de protestar por la caótica situación económica por la cual atraviesan…
* Eustaquio Fernández Terrazas, jefe de la Policía Federal de Caminos, anunció que no permitirá que ninguna persona de San Pedro o de poblados por donde pase (la caravana), entregue alimentos o alguna otra clase de comida (sic). 

En mayo de 1963, a partir del día 19,  los acosos, amenazas, humillaciones y rechazos del sector oficial y de particulares y líderes  explotadores, no doblegaron a las 202 mujeres campesinas y citadinas de San Pedro de las Colonias que emprendieron a pie una marcha kilométrica hacia  la residencia oficial de Los Pinos, en la capital de la República, a fin de entregarle al presidente Adolfo López Mateos, en sus propias manos, un documento con una serie de demandas orientadas a paliar la  miseria que castigaba inmisericorde a aquella zona rural coahuilense,  donde niños hambrientos y con sed  bebían –para seguir subsistiendo- la sangre de los animales sacrificados en el rastro municipal o “pepenaban” “comida”  en los mezquitales y nopaleras de los ejidos.
“Caravana de Hambre” fue llamada aquella épica jornada, cuya historia documentada preservó la maestra  Gabriela Gutiérrez Medellín,   hija de una de las mujeres de San Pedro de las Colonias –la señora Juana María Medellín de Gutiérrez-  que se convirtieron en asistentes y asesoras  de las  estoicas  caminantes vencedoras del  desierto y que  consiguieron –finalmente- una entrevista  de sus  representantes con el  jefe de la nación en su propio despacho y de la cual surgieron acuerdos presidenciales para resolver los problemas planteados.
La singular caravana sólo llegó hasta Saltillo, la capital del estado,  donde por vía telefónica se hicieron los arreglos para que el Presidente atendiera personalmente  a las comisionadas y auxiliares, encabezado el grupo por la señora Juanita Medellín de Gutiérrez. Ellas fueron llevadas a México por vía aérea.
En 9 días la columna pedestre había recorrido 246 kilómetros “bajo la lluvia, un ardiente sol, hambres y enfermedades”, reportaron los cronistas.  Habían logrado ya su propósito y obtenido más de lo que pedían, según las versiones  de la época.
Una odisea sin paralelo en los anales de la Comarca Lagunera con resonancia nacional y tal vez internacional, descrita pormenorizadamente en el libro intitulado  “202 sampetrinas hicieron retemblar en su centro la tierra misma”, escrito a la manera de ensayo histórico por la maestra Gutiérrez Medellín,  con el apoyo de su hija Paloma Peña Gutiérrez, quien se encargó de ordenar y secuenciar documentos, publicaciones periodísticas,  anécdotas y comentarios recopilados por la autora de sus días en los meses subsecuentes de la original protesta mujeril.
El libro, impreso en agosto de 2015, contiene  las  crónicas  de los reporteros que cubrieron día a día y noche a noche el extenuante recorrido,  copias de fotografías de impactante dramatismo e información complementaria alrededor de un joven que se suicidó en San Pedro con un rifle calibre 22 porque no tuvo dinero para pagar la cuota que le exigían los traficantes de braceros –quería irse a los EU para ganar dinero y remitirlo a su familia-, y un intento de autoinmolación por parte de una madre junto con su hija de apenas cinco años de edad que no habían probado alimento durante seis días.
Este texto fue redactado  con los testimonios periodísticos extraídos del tomo en cuestión,  los cuales reflejan, asimismo,  el involucramiento sentimental de los reporteros con las marchistas, dolidos  por el sufrimiento y las miles de penalidades que las damas encontraron en el camino de más de 240 kilómetros que cubrieron a pie en una primera y única etapa –después viajarían  cinco de ellas en avión a México-  a través del inclemente desierto,  soportando con heroicidad las resolanas y tolvaneras, “el viento frío y polvoso que soplaba  todas las noches”  y sobre todo y en forma preponderante, el hambre y la sed que las castigaban sin piedad.
Eduardo Elizalde Escobedo.
Eduardo Elizalde Escobedo, enviado especial de La Opinión, escribió: “El hambre lanzó a la más atrevida y agobiante aventura a 202 mujeres que pretenden recorrer a pie más de mil kilómetros con el fin de entrevistarse con el presidente de la República y solicitar su intervención para terminar con tal situación que ha hundido en la más espantosa miseria a muchas familias sampetrinas”.
Ignacio Quiroz M. reportero de El Sol del Norte, desde Saltillo,  Coahuila: “…ya no son 212 sino 250 las mujeres que en busca de justicia, su justicia, tratan de llegar a como dé lugar ante el presidente de la República para exponerle sus penas, que son el sentir de la Comarca Lagunera, azotada por los elementos que han convertido a la antes fértil zona en un páramo donde la gente tiene hambre y sed”.
Jesús Sánchez Hermosillo, enviado especial de la revista “Impacto”: “Sombreros de paja, pañoletas remendadas, canas, cabelleras flotantes, rostros ajados por el viento, ojos enlodados por el llanto y la tierra, cuerpos encorvados, axilas sudorosas, senos flácidos, piernas aterradas, huaraches, pies hinchados, callosos, heridos, sangrantes… cientos de mujeres caminan por la carretera, ancianas, jóvenes embarazadas, enfermas… ni el cansancio ni el quemante sol del desierto, ni las tolvaneras, ni las lluvias ni las granizadas, ni siquiera las autoridades municipales ni estatales  han podido detenerlas; sólo un hombre puede dar fin a este inenarrable sacrificio: el Presidente de la República”.
La misma publicación reproduce la fotografía de un hombre  con una niña agónica de cuatro años de edad en  sus brazos.  Sánchez Hermosillo relató, conmovido: “…fui llamado por un grupo de campesinos que querían que viera algo que no podré olvidar, sentado sobre la banqueta un hombre, un espectro de hombre, veía agonizar en sus brazos a una niña de unos cuatro años, sí, muriéndose de hambre; el hombre también tenía hambre, pero sólo se ocupaba en llorar. ¿Qué podía preguntarle a aquel hombre?. Nada.
Con pasión y decisión para encauzar su destino –relataron los reporteros-, estas mujeres excepcionales lucharon como fieras por sus familias con un solo objetivo: acabar con el hambre,  el lucro y la miseria que las flagelaban. Sin agua, sin  alimentos, sin medicinas, jóvenes y ancianas mal vestidas abandonaron sus misérrimos hogares para aventurarse en caminos y brechas con un solo propósito: hablar en directo con el presidente de la República para pedirle la apertura de fuentes de empleo para sus maridos, ya fuera en obras hidráulicas, en  la construcción de carreteras o en la explotación de la cera de candelilla. Aparte demandaron la suspensión inmediata  de los vales de la Conasupo manejados como en los tiempos de las “tiendas de raya”.
De la misma manera  denunciarían  ante el primer mandatario, los abusos y corruptelas de los funcionarios y empleados de los bancos agrario y rural y de los líderes cenecistas coludidos con los explotadores y el poder oficial, además de falta de agua para riego que no se les daba a los campesinos desde un año atrás. Desde el principio, las caravaneras aclararon que su lucha no tenía tintes políticos ni de otra torcida índole. Solo las movía el frenético deseo de buscar la felicidad para ellas y sus familias: “Nuestros hijos necesitan alimento, la falta de trabajo hace que estemos en completa pobreza, por eso vamos a México”, dijeron una y otra vez a los funcionarios  municipales, estatales y federales, incluyendo a los militares que insistieron mediante  amenazas,  represiones y encarcelamientos, en disolver el movimiento femenil para no molestar a los gobernantes.
“A nuestros hombres los dejamos en casa, cuidando a los niños.  No quisimos que ellos formaran la caravana porque fácilmente los hubieran convencido de que regresaran y esperaran una respuesta que nunca llegaría. Ya estamos hartos de promesas que nunca  se cumplen”, explicaron las féminas
Entre las penurias superadas con valor y sacrificio en el camino por parte de las 202 sampetrinas y asociadas, destacaron:  edad avanzada, mala alimentación –frijoles, chile y tortillas fueron su comida básica al partir-;  pies inflamados, zapatos y huaraches deteriorados, ingesta de agua gruesa, salitrosa y maloliente,  aguaceros y lluvias, vientos y tolvaneras que arrastraban a las más delgadas, males agravados por el esfuerzo, piernas paralizadas, padecimientos bronquiales originados por el mal tiempo, los mosquitos chupa sangre y la amenaza de las víboras ocultas en la maleza.
Rosa Margarita Moreno Gómez de Flores, la autora del prólogo, señala sobre el libro: “Esta obra es un merecido reconocimiento a todas esas mujeres que participaron en aquella marcha que por justicia de Dios fue fructífera y loable y sin duda alguna está llamada a ser un referente imprescindible para observar y ser parte de los fenómenos económicos, políticos y sociales de nuestro país, tan terriblemente dañado”.
¿Y cómo cesó la represión militar? Con el Himno Nacional Mexicano cantado a coro por las audaces e inteligentes mujeres de San Pedro de las Colonias, Coahuila. Los militares no tuvieron más remedio que asumir la posición de firmes y regresar el rifle amenazador a su lugar: asido verticalmente con la mano derecha y recargado en el hombro, sin apuntar a nadie, sólo al cielo.
Finalmente,  de mi parte, una reflexión filosófica china: -Un viaje de 1000 kilómetros comienza con un primer paso.