La expresión “De casta le viene al galgo” le queda al pelo a Francisco Javier López Álvarez,
hijo de un muy buen reportero de “La Opinión” cuando ese medio era todavía “El Diario de los Laguneros”. En su no muy lejana juventud Francisco Javier incursionó en el periodismo como
reportero y la verdad es que en el oficio más bonito que existe no curtía malas
baquetas, después los caminos de la vida lo llevaron a desempeñarse como
promotor de una empresa dedicada a la salud y al bienestar, el presente
artículo forma parte del perfil “De
cierto lagunero”
en www.medium.com , donde se habla del matador de toros Jorge Mata que se
retiró cuando su carrera iba en ascenso al ser gravemente cornado.
Francisco Javier López Álvarez |
Se llama Jorge
Mata, es torero, tiene mucho coraje y mucho valor y su ejemplo y potentes
palabras están cambiando la vida de las personas.
La tarde del 24
de febrero de 2007 en el ruedo de la plaza de toros de Villahermosa, Tabasco,
Jorge recibió una cornada de las que la historia presenta como mortal, de esas
que al romper femoral y safena plantean el cobro del máximo tributo que un
torero puede ofrendar en su profesión. Ya mero muere y puede decirse que casi
toda su sangre quedó en la arena. Sin embargo, Dios tiene otras cosas en mente.
Pablo Hermoso de
Mendoza, el mejor rejoneador de la historia, fue quien puso su mano en la parte
interna del muslo del torero y desde ese momento nada volvió a ser igual.
‘Todos los días
recuerdo ese momento, no hay uno solo y te diré que todo el tiempo mi mente
regresa, cierro mis ojos y al abrirlos es la verdad, no es un sueño ni una mala
idea, es lo que hay’, me dijo al explicar que la aceptación de la realidad es
el camino mejor, la opción por la cual tuvo que irse.
Desde la cornada
la rehabilitación fue un afán espectacular. Como funcionario público desarrolló
una labor interesante en el área deportiva y como empresario consolidó éxitos
que implicaron la posibilidad de plantar cara a los retos financieros, como la
cirugía en 2009 en Nuevo León (una de muchas) para implantar un clavo
intramedular que a la postre en efecto le permitió caminar, pero provocó las
bacterias y osteomielitis que, metido en fiebre de 41 grados y peligro de shock
mortal, seis años después le hicieron tomar la decisión de admitir la
amputación transtibial de su pierna derecha. Era la única forma y la enfrentó.
El matador de
toros en retiro había considerado la amputación desde hace tiempo y la razón
era el miedo a que las bacterias se apoderaran de algún otro órgano vital de su
cuerpo, sin embargo, como era de esperar en el, no dejar de luchar y buscar
remedio con la intención de salvar su extremidad también fue factor.
Pata pa lante
Los toreros
están hechos de una pasta especial. Hay la convicción de que todos deben
exhibir cierto grado de locura para poner su vida en busca de recibir la
oportunidad de jugársela. Jorge Mata desarrolló pronto el sentido del sitio y
elegante en sus modos su muleta se cargó de poder. Poseedor de un porte sin
igual, como novillero y matador de toros consiguió protagonizar carteles
importantes a los que no se puede colar nadie sin seriedad ni talento. Un
lagunero abriéndose paso, afligiendo a unos, motivando a otros, pero en la
vanguardia.
Jorge Mata
Carlos, matador de toros, papá de dos chicos bien educados por los que pone su
vida, ha tenido éxito como hombre de empresa y con cualidades importantes para
el trato correcto en todo ambiente, incluso el político; se abrió camino con la
limitación de una pierna derecha en graves problemas y un día tomó la decisión
final de cambiar su etapa como hombre.
La historia
nueva
Gravísimo
ingresa al hospital. Las bacterias en su pierna no van a transigir más y como
es de esperarse en él va a por todas y apuntilla la situación. Decide que se
amputa.
No ha despertado
de la cirugía y ya tiene abarrotados los tendidos con gente que le ama, que le
aprecia, que le admira y que está allí con él. Al reaccionar se mira sereno,
explica con mucha claridad cómo es que está seguro de haber hecho en todo
momento lo correcto y sin prometer nada con sus palabras, sus hechos indican
que lo bueno está por venir. ¡Es un torero!
Habló de volver
al ruedo con prótesis y lo cumplió. Una tarde fenomenal al lado de Pablo
Hermoso de Mendoza, significativo por todos lados. Mucho lució frente a un
berrendo novillo muy bien presentado y disfrutó haciendo que todos
disfrutáramos la magistral conferencia que dictó en el ruedo.
Aunque ellos son
solo el principio, hay un niño y un jovencito en situación de amputación, como
él, los que luego de tener contacto con Jorge ahora van a ser como él. De eso
se trata la nueva vida de este torero, el que tiene una voz muy potente al
enseñar, al demostrar que nadie puede venir a decirte que no podrás, que no
vales, que ya no hay nada para ti. El arte con el que hace sus cosas, el valor
con el que hace sus cosas, el poder que le imprime a cada muletazo al toro
cotidiano, su hermosa alma al servicio de los demás hacen un privilegio
testificar la historia que escribe el señor matador de toros en el retiro don
Jorge Mata Carlos, al que a la simple mención de su nombre será de pie como voy
a aplaudir el resto de mi vida.
Dios te bendiga torero.
Un gusto
saludarle.
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