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26 de julio de 2018

La euforia deportiva hace perder la cabeza y “enseñamos el cobre”

Jesús Máximo
Moreno Mejía 

Nuestros representativos en el mundial de futbol que recientemente se realizó en Rusia jugaron y perdieron como siempre aunque el resultado del juego inaugural hizo alimentar la falsa expectativa de que ahora sí llegarían al quinto partido e incluso irían más allá al disputar una semifinal y en el más optimista de los casos, la final. No fue así, por el contrario, el final de la historia fue el que se ha vivido en los últimos 28 años, tal como escribe Jesús M. Moreno Mejía, y por el contrario nuestro equipo y aficionados únicamente fueron a Rusia a “enseñar el cobre”.
La euforia en exceso puede ser peligrosa
Lucas Victoriano (jugador de baloncesto)


Decepcionante actuación tuvo México en el Mundial de 
futbol que ahora se realizó en Rusia
Es natural sentir mucha alegría el saber que el equipo representativo en la Copa Mundial de Futbol haya obtenido el triunfo en su primer partido, venciendo nada menos que al campeón de esa disciplina deportiva, pero de ahí a que la euforia derive en excesos por parte de aficionados mexicanos en la capital rusa, es algo que nos exhibe como gente bárbara e inculta.
Cierto es que no todos los que fueron a apoyar al conjunto nacional se han comportado de manera reprobable, pero la más de las veces los pocos que mal actúan hacen pensar en el exterior que todos somos iguales.
Al calor del vodka, o de cualquier otra bebida espirituosa, algunos aficionados mexicanos escandalizaron en Moscú de una u otra forma, ya que según información proveniente de aquel lejano país (en algunos casos a través de videos), supimos que un individuo salió desnudo a la vía pública para manifestar su euforia por haber ganado la selección de México, mientras que otros escandalizaron en un bar ruso, y obviamente fueron a dar a la cárcel, como lo merecían.
Pero lo peor fue que un grupo de mexicanos decidieron mofarse públicamente de los germanos ensuciando la bandera alemana, cuyo lienzo le prendieron fuego como culminación de “su gracia”, y como consideraron era un acto digno de darlo a conocer al mundo entero lo filmaron y subieron a redes sociales, para vergüenza de quienes estamos conscientes de que fue un acto a todas luces  reprobable.
En cambio, pudimos ver en video a algunos alemanes reconociendo el triunfo de la escuadra mexicana, felicitando a nuestros compatriotas reunidos en algún lugar público, e incluso en otro izando al frente de su casa nuestra Enseña Nacional en lugar de su lábaro patrio.
Que diferente reacción de éstos a nuestros barbajanes que dieron muestra de su incultura y falta de respeto en el extranjero, sobre todo a los emblemas representativos de los germanos, a los que debemos nuestro respeto y consideración, tal como nosotros lo esperamos de ellos.
Otra muestra de buena educación la dieron un grupo de japoneses que fueron a apoyar a su equipo en dicho encuentro mundial de futbol, mostrando su satisfacción por haber ganado su equipo al de Colombia con un acto de buen gusto, pues al final del encuentro pasaron a recoger los desperdicios que dejaron entre las butacas los aficionados del conjunto perdedor. Una demostración de cultura por la limpieza pública.
Lamentablemente padecemos de marcada ausencia de principios y valores por parte de un amplio sector de nuestra sociedad, y mientras ese problema siga vigente en México, poco o nada podemos esperar para salir adelante como ha ocurrido en otros países.
Nuestros males los achacamos casi siempre a nuestros gobernantes, que en gran parte tienen culpa, pero si nosotros no cambiamos nuestras actitudes negativas, nunca saldremos del bache en que nos encontramos pues se seguirá explotando la incultura e ignorancia que padece una gran parte de la población.
Bien dijo el ex jugador profesional y actual entrenador de basquetbol argentino, Lucas Javier Victoriano Acosta: “La euforia en exceso puede ser peligrosa”, tal como lo demostraron malos mexicanos en tierras rusas.
Cambiemos de actitud en todo lugar y momento, demostrando ser lo bueno que aún tenemos los mexicanos, y no exhibiendo lo reprobable que tienen unos cuantos que solo logran denigrar nuestra nación.
Aprovecho para invitar a todos los conciudadanos a ir a votar el 1 de julio próximo, aún cuando no hayan decidido a que candidato favorecer, pues es un deber y un derecho ir a sufragar, y hacerlo previo razonamiento de cada quien, ya que abstenerse solo contribuye a que sea en provecho de los que siempre ganan en base a los pocos votantes.
¡Hasta la próxima!


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