Jesús Máximo Moreno Mejía |
Nuestros representativos en el mundial
de futbol que recientemente se realizó en Rusia
jugaron y perdieron como siempre aunque el resultado del juego inaugural hizo
alimentar la falsa expectativa de que ahora sí llegarían al quinto partido e
incluso irían más allá al disputar una semifinal y en el más optimista de los
casos, la final. No fue así, por el contrario, el final de la historia fue el
que se ha vivido en los últimos 28 años, tal como escribe Jesús M. Moreno Mejía, y por el contrario nuestro equipo y
aficionados únicamente fueron a Rusia a “enseñar el cobre”.
La euforia en exceso puede ser peligrosa
Lucas Victoriano (jugador
de baloncesto)
Decepcionante actuación tuvo México en el Mundial de
futbol que ahora se realizó en Rusia
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Es natural sentir mucha alegría el saber
que el equipo representativo en la Copa Mundial de Futbol haya obtenido el
triunfo en su primer partido, venciendo nada menos que al campeón de esa disciplina
deportiva, pero de ahí a que la euforia derive en excesos por parte de
aficionados mexicanos en la capital rusa, es algo que nos exhibe como gente bárbara
e inculta.
Cierto es que no todos los que fueron a
apoyar al conjunto nacional se han comportado de manera reprobable, pero la más
de las veces los pocos que mal actúan hacen pensar en el exterior que todos
somos iguales.
Al calor del vodka, o de cualquier otra
bebida espirituosa, algunos aficionados mexicanos escandalizaron en Moscú de
una u otra forma, ya que según información proveniente de aquel lejano país (en
algunos casos a través de videos), supimos que un individuo salió desnudo a la
vía pública para manifestar su euforia por haber ganado la selección de México,
mientras que otros escandalizaron en un bar ruso, y obviamente fueron a dar a
la cárcel, como lo merecían.
Pero lo peor fue que un grupo de
mexicanos decidieron mofarse públicamente de los germanos ensuciando la bandera
alemana, cuyo lienzo le prendieron fuego como culminación de “su gracia”, y
como consideraron era un acto digno de darlo a conocer al mundo entero lo
filmaron y subieron a redes sociales, para vergüenza de quienes estamos
conscientes de que fue un acto a todas luces reprobable.
En cambio, pudimos ver en video a algunos
alemanes reconociendo el triunfo de la escuadra mexicana, felicitando a nuestros
compatriotas reunidos en algún lugar público, e incluso en otro izando al
frente de su casa nuestra Enseña Nacional en lugar de su lábaro patrio.
Que diferente reacción de éstos a nuestros
barbajanes que dieron muestra de su incultura y falta de respeto en el
extranjero, sobre todo a los emblemas representativos de los germanos, a los
que debemos nuestro respeto y consideración, tal como nosotros lo esperamos de
ellos.
Otra muestra de buena educación la
dieron un grupo de japoneses que fueron a apoyar a su equipo en dicho encuentro
mundial de futbol, mostrando su satisfacción por haber ganado su equipo al de
Colombia con un acto de buen gusto, pues al final del encuentro pasaron a
recoger los desperdicios que dejaron entre las butacas los aficionados del conjunto
perdedor. Una demostración de cultura por la limpieza pública.
Lamentablemente padecemos de marcada ausencia
de principios y valores por parte de un amplio sector de nuestra sociedad, y
mientras ese problema siga vigente en México, poco o nada podemos esperar para
salir adelante como ha ocurrido en otros países.
Nuestros males los achacamos casi
siempre a nuestros gobernantes, que en gran parte tienen culpa, pero si
nosotros no cambiamos nuestras actitudes negativas, nunca saldremos del bache
en que nos encontramos pues se seguirá explotando la incultura e ignorancia que
padece una gran parte de la población.
Bien dijo el ex jugador profesional y
actual entrenador de basquetbol argentino, Lucas Javier Victoriano Acosta: “La
euforia en exceso puede ser peligrosa”, tal como lo demostraron malos mexicanos
en tierras rusas.
Cambiemos de actitud en todo lugar y
momento, demostrando ser lo bueno que aún tenemos los mexicanos, y no
exhibiendo lo reprobable que tienen unos cuantos que solo logran denigrar nuestra
nación.
Aprovecho para invitar a todos los
conciudadanos a ir a votar el 1 de julio próximo, aún cuando no hayan decidido
a que candidato favorecer, pues es un deber y un derecho ir a sufragar, y
hacerlo previo razonamiento de cada quien, ya que abstenerse solo contribuye a
que sea en provecho de los que siempre ganan en base a los pocos votantes.
¡Hasta
la próxima!
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