JOSÉ MARÍA Mena Rentería |
JOSÉ MARÍA MENA RENTERÍA, quien se ha desempeñado como colaborador y reportero de
varios medios escritos de la región nos habla en su columna ENFOQUE acerca del SISTEMA VIAL ALIANZA mismo que empezó a construirse
hace ya muchos meses para resolver los problemas de acceso y seguridad en un
sector localizado al sur poniente de la ciudad, obras que inexplicablemente se
encuentran detenidas.
El crucero de ferrocarril ubicado en las inmediaciones del mercado
Alianza surgió hacia la penúltima década del siglo XIX, cuando las vías del entonces
Ferrocarril Central Mexicano, (I883) -México-Paso del norte- enlazadas fueron
con las del Internacional, (1885), Piedras Negras-Durango.
Un pretérito que en ese lugar viera el desplazamiento de diligencias,
de carromatos de tracción animal y en derredor, los caminos de herradura que
eran recorridos con cargas del algodón lagunero para embarcarlo hacia centros
textiles del centro del país en el prodigioso lapso de…¡24 horas!
Antes de haber ferrocarril, enviar fibra blanca en guayines de rodaje
de madera significaba -en términos de tiempo- no menos de dos meses, para ir de
La Laguna al D.F., o a la ciudad de Puebla.
Tal es la antigüedad de la estación Alianza, al paso del tiempo, punto
de enlace entre los primitivos sectores habitacionales del poniente de Torreón
con su perímetro oriente, área vigente, hasta
hoy día, de su crecimiento urbano.
INCONCLUSO se encuentra el Sistema Vial Alianza y por ende, prevalecen los problemas con los que se quiso terminar al emprender esas obras. |
Problema de siempre, ahí; el tráfico continuo de convoyes por el
crucero de ferrocarril del sector Alianza, durante décadas interrumpido el
paso, a una hora sí, y a otra también, por los
trenes, situación que recientemente llevara a emprender la construcción
del Sistema Vial Alianza, que a la fecha permanece inconclusa y paralizada.
Quienes temerosos osan transitarlo a bordo de sus vehículos, lo hacen a
través de pasos deprimidos carentes de señalización a lo largo de trayectos
carentes de iluminación y colmados de basura.
De noche, por ser igual que retar a la muerte, no hay quién se atreva a
internarse en esos pasadizos, auténtica boca de lobo, ubicados en un área
citadina donde la inseguridad impera.
¡Qué mala pata! Se trata de un sector mudo testigo del nacimiento de
Torreón, de su acontecer, y recinto de la Casa del Cerro y del Museo de Sitio del El
Torreoncito, obras de fundadores de la ciudad que en el presente llevan
aparejada la “católica” construcción del Sistema Vial Alianza que después de
engaños oficiales continuos y aspavientos, será terminado –si tal día llega- a
trompicones, cuando Dios quiera…¡qué mala pata!
mena_josemaria@hotmail.com.mx
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