Fernando Ramírez López |
La presente nota, muy lírica, nos la remitió Fernando Ramírez López el
recientemente transcurrido mes de enero, Más por indolencia y fastidio que por falta de tiempo había
omitido publicarla, pero aquí se las entrego para su consideración casi llegada la mitad de febrero.
Para Federico García Lorca.
Por Yerma.
“¿No es acaso una lucha la vida del hombre sobre la tierra,
y sus días como los días del jornalero?
Como el ciervo suspira por la sombra o como el jornalero
espera el salario de su
trabajo”.
Job 7:1 y 2.
Miguel de Cervantes Saavedra |
Aquel día se levantó por la mañana,
como cualquier otro, pero la revelación que había tenido le evocaba a Ernesto Sabato “Es que un gran escritor no es
un artífice de la palabra y él lo sabe, si no, como preferir al bárbaro
Cervantes al virtuoso Quevedo”.
Desde
el origen de la humanidad sabía que el universo había cambiado y que las
preguntas que se formula el hombre común, proseguían vigentes en su tiempo,
pero además que las formas de dominación se habían hecho más refinadas, que la
pobreza, la desigualdad, la falta de educación y desempleo
seguían vigentes. Los esclavos los
habían transformado en empleados y ejecutivos asalariados y que los señores
de gran capital seguían dominando al mundo, las religiones y sus ambiciones
regían los destinos del orbe.
Tal parecía que como Sócrates
inventó la razón dado que era un insensato y Platón repudió el arte porque no era
poeta, los perfiles del ser humano seguían siendo conducidos como si la humanidad no hubiese vivido
cientos de miles de años y que el Pitecántropos Erectus y el Homo Sapiens,
todavía no le dieran forma al nuevo ser humano.
Francisco de Quevedo |
Como
si Einstein y Stephen Hawkins, no hubiesen
descubierto la teoría de la relatividad y de los hoyos negros en el espacio,
sobre todo entender que el universo se multiplica permanentemente, creciendo
infinitesimalmente.
Entonces pensó en Ernesto Cortázar y recordó cuando dijo
“Y mira que apenas nos conocemos y ya la
vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente”.
Todo parecía como si el diálogo en
el infierno entre Maquiavelo y
Montesquieu, todavía no explicase las nuevas formas de corrupción y
dominación.
Como una explosión de nombres
surgió Mishima, Yourcenar, Whitman, León
Felipe, Tolstoi, Cristo, Paulo, Elías, Fidel Castro, El Che Guevara, Sor Juana
Inés de la Cruz, Nostradamus, Nietzsche, Blake, Rimbaud, Erick Clapton, López
Velarde, José Ingenieros, Vasconcelos, Baudelaire, Edgar Allan Poe, Vallejo,
Sandino, Martí y toda esa serie de poetas, además de luchadores sociales no
hubiesen pisado la faz de la tierra.
Ya
para entonces me había dado cuenta de que buscar era mi signo
emblema de los que salen de noche sin propósito fijo, razón de los matadores de brujas, al menos así lo escribió Cortázar
en Rayuela. Estos hombres y mujeres que le dieron su vida, su sangre, sus
ideas, sus comodidades e incluso su vida familiar a la humanidad pareció de pronto que no habían logrado su
propósito. Como si esos miles de años no hubiesen tenido ningún significado
para el ser humano, seguía siendo pobre,
víctima de los opresores, ofertando su sufragio al partido en el poder,
viviendo en casuchas y lamiendo los platos con el hambre eterna e inagotable.
Más la naturaleza y la evolución
del ser humano había sido capaces de transformar su entorno común; había
logrado el aborto, el matrimonio entre seres del mismo sexo y había logrado que
el narcotráfico derivado de plantas del campo se convirtieran en
estupefacientes como la cocaína, la heroína y la marihuana; que servían no
solamente para atrofiar el funcionamiento del cerebro, sino también la pérdida de valores morales que había costado largos
siglos construir.
Todo
parecía indicar que los poetas que son capaces de bajar al averno como es el
caso de Virgilio y darse cuenta de la perversidad de Satanás;
esos mismos poetas que tuvieron la capacidad de ver y hablar con Dios para
construir una sociedad de amor y bienaventuranza, la había transformado el imperialismo, la sociedad de consumo, el amor
al dinero, la perdida de los valores y la supremacía de lo material sobre lo
espiritual.
Supo
entonces que vivimos el eterno retorno, donde todo tiene que concluir para volver
a empezar y como no hemos perdido lo que conservamos
sagradamente que es la esperanza, seguiremos
en estas próximas elecciones del 7 de julio en Coahuila y Durango, luchando
contra la perversidad del PRI-Sistema, de sus prácticas corruptas, de su
falta de sensibilidad social, de su incapacidad para comprometerse con los
desposeídos; porque ellos prefieren
seguir lamiendo las suelas de los poderosos y proseguir como lo dijera el
comandante Castro siendo déspotas con el
débil y serviles con los poderosos.
No los dejaremos llegar, ya lo dijimos el 1 de diciembre, que esperen o
que vengan a encontrar estamos listos
para el combate millones de ciudadanos.
(*) Analista Social. Email: licfernandora@hotmail.com
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