Federico Ramos Salas |
Al igual que muchos, Federico Ramos Salas
se dice cansado de las promesas de los políticos cada que se inicia una
campaña. El texto es la columna Ganar
Ganar de Milenio Diario
Laguna, se publicó el pasado lunes 18 de febrero
y la comparto con ustedes.
Se repite una vez más el ciclo de la
renovación de los poderes municipales y con ello vuelven las propuestas, los
lemas de campaña y las “soluciones” que como venta de jabones milagrosos se
ofrecen a la ciudadanía, olvidando que dicho muestrario de ofertas/promesas ha
estado siempre ahí en el anaquel de la política electoral, pero que casi nunca
los políticos las convierten en realidad. Se repite el ciclo una vez más.
Pongo el tema sobre la mesa porque el que
escribe lleva casi quince años de regreso a su terruño y en ese lapso de tiempo
he podido participar en foros y reuniones que proponen acciones de gobierno
cada vez que se presenta la renovación del Ayuntamiento, siendo que muchas de
esas propuestas son desoídas o no tomadas en cuenta por la autoridad una vez
que esta se apoltrona en la silla del poder.
Menciono dos propuestas que reiteradamente he
sometido al análisis de los candidatos a alcalde de mi ciudad: (1) la creación
de la Comisión de Desarrollo Económico de Torreón, órgano de carácter
ejecutivo, con presupuesto propio y basado en la sociedad civil, cuyo diseño,
estructura y funcionamiento obedezca a una necesidad tangible de promoción real
y efectiva del desarrollo económico y no a un diseño político burocrático,
alejado de las prácticas mundiales de éxito de ciudades que han demostrado con
hechos sus avances. Como contraparte, las “oficinas” de promoción económica de
los municipios, también han demostrado con hechos, a lo largo de su historia,
su inoperancia e inutilidad, siendo solamente eficientes en el gasto y derroche
de recursos, que en manos de la sociedad civil serían mejor invertidos, y (2)
la creación del Consejo Ciudadano para la Cultura y las Artes, órgano
eminentemente participativo y popular, incluyente y generador de políticas
públicas en ese ámbito, que rescate más espacios y mejores expresiones
artísticas para la población, especialmente para los niños y jóvenes. No hay
ciudad en el mundo que se respete a sí misma, que no cuente con un Consejo como
el que propongo y lo digo a sabiendas de que en el caso de la oficina de
cultura del municipio funciona muy bien y sus logros están a la vista de todos.
Federico Ramos Salas es empresario de la
comunidad.
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