Eduardo Holguín |
Aunque muy frecuentemente sus
detractores lo tachan de desaseado por las expresiones que suele utilizar como
periodista, lo cierto es que las opiniones y críticas de Eduardo Holguín se
encuentran sólidamente asentados en la razón y los datos fríos, es el caso de
la presente entrega de la columna Dragones,
que hoy viernes se publicó en Milenio
Diario Laguna.
El
colmo de los ecologistas es que sus eternos opositores les arrebatarán banderas
para desplegarlas en las grandes oficinas corporativas.
Los
más avezados empresarios, los vanguardistas, saben que el factor verde tendrá
un enorme peso específico en los esquemas de negocios del nuevo milenio.
Los
empresarios no necesitan ser futurólogos o lectores del zodiaco, solamente
requieren interpretar lo que pronto le pasará a las firmas que se perciban como
cómplices de desastres ambientales, cuando sus marcas sean abandonadas por el
moderno consumidor que agregará a la demanda de precio y calidad, un claro
compromiso con la naturaleza.
El
poderoso consumidor y el poderoso votante castigarán por igual a los agentes
económicos y a los actores políticos que no correlacionen su oferta con
respuestas diáfanas a problemáticas como el calentamiento global, el
agotamiento de mantos acuíferos, la destrucción de entornos naturales, léase,
por ejemplo, Cuatro Ciénegas.
Por
esa razón, corporativos internacionales y nacionales incorporan a sus
estrategias las preocupaciones públicas sobre el medio ambiente, adoptando
medidas de: reducción de consumos de agua, rediseño de productos a manera de
necesitar menos materias primas y menos tóxicas, rediseño de procesos de
producción para hacer los procesos más eficientes, menos consumidores de
energía y reductores de tóxicos.
En
la industria se trabaja en la gestión correcta de los residuos, de las aguas
residuales, de los humos y de los ruidos. Las monstruosas naves industriales de
empresas manufactureras multinacionales reducen constantemente la temperatura
en las áreas de trabajo al incorporar techos con micro-tejas y con pinturas
reflejantes de última tecnología.
En
el sector minorista los refrigeradores expendedores emiten menor calor gracias
a las lámparas de fibra óptica. Sus almacenes son cada vez más eficientes al
usar lámparas que utilizan pocos watts por metro cuadrado.
En
el sector de la construcción se experimenta con concretos ecológicos que
permiten la filtración de agua al subsuelo.
¿Y
en La Laguna? ¿Cuál de las empresas laguneras atenta contra la ecología y, por lo
tanto, pone en alto riesgo el prestigio de su marca, producto o servicio?
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