“La conquista de la independencia
alimentaria está directamente relacionada con la capacidad de los países menos
dotados de alimentarse a sí mismos. Al no haber comida la probabilidad de
golpes de estado se harán más frecuentes desestabilizando una tras otra las
comunidades como efecto del aumento de las brechas socioeconómicas que desde
ahora ya se registran en la mayoría de los países del mundo, hasta en los más
desarrollados”.
Julio Faesler. Convergencias confrontadas.
Todavía
se escucha el eco de la voz del entonces presidente Salinas de Gortari,
pronunciando letalmente las siguientes palabras: Laguna dividida, Laguna
vencida. Era 1990, reunió como parte de
su estrategia de dominación a los políticos y empresarios más importantes que
quejumbrosamente, nunca propositivamente le hicieron sentir el retraso
socioeconómico de la tierra lagunera. El escenario se dio en “Los Pinos”, antes
había sido el Rancho de la Hormiga, adquirido por el último líder moral de
México, Lázaro Cárdenas del Río.
Se
tocaron problemas socioeconómicos que siempre han tenido como beneficiarios a
los grandes señores del capital, porque nada hay nuevo debajo del sol, este
señalamiento tiene consigo el síndrome de Penélope, es repetitivo el tema del
desarrollo se teje y se desteje infinitamente; los marginados siguen
marginados. En los años 50 del Siglo XX esta tierra ya había sido testigo del
paso de Juárez, de Hidalgo, de la Revolución Mexicana y del Reparto Agrario;
había sentido los latidos del desarrollo económico, para después de 1955 caer
en un desfiladero que ya tocó fondo.
La
comarca lagunera tiene como centro a la ciudad de Torreón, la cual al
transcurso de los últimos sesenta años ha visto cómo se forman los grandes
capitales, como es el caso de Peñoles acuñando oro y plata, LALA y Chilchota
produciendo leche y queso para los grandes mercados internacionales y más de
quinientos centros comerciales de la empresa Soriana en todo el país.
La
riqueza se ha producido y ahí está, pero concentrada en pocas manos y gobiernos
como el de Coahuila y Durango, que no han sabido dar una respuesta a la
problemática de las pequeñas y medianas economías empresariales.
La
problemática es crítica e identificable, inseguridad y falta de empleo. Lo
cierto es que solamente el municipio de Torreón tiene un 80 por ciento de su
territorio sin algún uso de tipo empresarial, esta superficie equivale a 1647
kilómetros cuadrados ubicados hacia el poniente como un activo para atraer a
grandes inversionistas, pero los gobiernos no saben ni pueden hacerlo.
La
región tiene 360 días de sol al año, lo que resulta muy atractivo para
inversionistas de energías limpias como son las eólicas y solares. Por eso
resulta extraño, observar las limitaciones conceptuales que sobre negocios
nacionales e internacionales tienen los planificadores gubernamentales y por si
fuera poco la poca capacidad para la formulación de estrategias que generen la
atracción de tecnologías de punta para el desarrollo; de ahí que organismos
como el IMPLAN (Instituto Municipal de Planeación), no tenga la capacidad de
generar esquemas atractivos de inversión.
Pero
no solamente nos referimos a los grandes empresarios que como parte de una
clase económicamente privilegiada han acumulado grandes fortunas, también nos
referimos a los pequeños y medianos empresarios, que demandan apoyo pero no a
“fondo perdido” sino aplicable al desarrollo de empresas agroalimentarias, que
generen clústers de producción de frutas, legumbres, carne, leche y todo tipo
de productos competitivos, que generen una cultura de emprendedores,
empresarios y empresas productivas, rentables económicamente.
Por
todo lo anterior no resulta extraño, conocer que el producto interno bruto
(PIB) per capita de la zona metropolitana de la Laguna cayó 1.95 entre 2007 y
2012, mientras que la región sureste de Coahuila (Saltillo y Ramos Arizpe) y la
ciudad de Durango tuvieron un incremento de 18.07 y 5.98 por ciento
respectivamente.
Estas
cifras fueron proporcionadas por el INEGI y CONAPO; es decir para saber si una
región está generando riqueza se puede conocer a través de la evolución del PIB
per capita en un período determinado, porque es el ingreso entre el número de
habitantes y estos datos nos hablan del rezago impresionante de la región, con
relación a otras regiones de igual tamaño.
La
Laguna de acuerdo a esta información tiene un crecimiento poblacional de 7.84
por ciento mientras que su economía, en el período mencionado creció apenas un
5.64 por ciento. Un factor importante en el freno de la dinámica de la región
ha sido la inseguridad, otro no menos importante es el exceso de gasto
corriente y la infraestructura en cuanto a su creación se ha concentrado en las
capitales de cada entidad federativa.
Es
por todo esto que el presidente Enrique Peña Nieto puede convertirse en el
dirigente social que la Laguna demanda desde hace muy largo tiempo, si permite
el crecimiento y fortalecimiento de agro parques que le otorguen al país la
cantidad de alimentos necesaria que lo lleve a ser autosuficiente y
adicionalmente la región se convierta en agro exportadora de bienes de consumo
que son altamente demandados en los mercados internacionales. Señor presidente,
usted tiene la palabra.
Celular:
871 163 3813
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