Diputado Federal y Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional Rubén MOREIRA VALDEZ dedicó su columna “AHÍ LE ENCARGO” al tema del cluster automotriz de Coahuila instalado en la región sureste y el que representa miles de fuentes de empleo para la mano de obra en nuestra entidad.
En los últimos años, la industria automotriz ha cambiado tanto que hoy los autos se fabrican más ligeros, dañan menos al medio ambiente y satisfacen más, por supuesto, a quienes los compran.
Es un sector que mantiene ventajas competitivas gracias a su ubicación geográfica, los tratados comerciales, mano de obra calificada y altos estándares de calidad. El impacto de este giro en el crecimiento económico del país es determinante: genera el 17.3 por ciento del PIB manufacturero y un millón de empleos en toda su cadena productiva. En el ranking de la producción mundial de automotores, México ocupa el noveno lugar.
En Coahuila, mi estado, se localizan dos armadoras de vehículos ligeros y una de tractocamiones. Más de 300 empresas, que representan unos 70,000 empleos directos, están vinculadas al sector. Es el cluster automotriz más importante de México. Produce 400 mil unidades anuales. Cuatro de cada 10 vehículos ligeros en el país se ensamblan en la zona Saltillo-Ramos Arizpe. Por eso, nos preocupa a los coahuilenses el poco o nulo interés que las autoridades federales han puesto para atender este sector estratégico que sufre el peor trance económico en los últimos 50 años. Otros países supieron enfrentar el desplome de las ventas originado por la crisis en 2009. Diferentes gobiernos implementaron medidas para incentivar este sector y reducir los efectos.
Alemania es el mejor ejemplo de apoyo oportuno y eficiente: exentando el pago del impuesto anual de circulación a vehículos nuevos y con un subsidio condicionado de 2,500 euros, sus ventas del ramo alcanzaron cifras récord el año pasado. En el mismo periodo, Estados Unidos aplicó el programa “Cash for Clunkers”, que se tradujo en la venta de unas 690,000 unidades. China y Corea no se quedaron atrás y con estrategias similares lograron en el aciago 2009 incrementos de 29 y 21 por ciento en sus respectivos mercados.
Experto en gastar tiempo y energías para hablar de los problemas en vez de afrontarlos --parafraseando al innovador Henry Ford--, el gobierno de la república implementó con lastimosos resultados un programa de renovación vehicular, pues sólo 12,848 unidades fueron reemplazadas por nuevas.
Ese número desaparece rápidamente cuando el Gobierno Federal abre las puertas a la acelerada importación de autos “chatarras”. El costo de esta medida es enorme, pues además de contaminar el ambiente golpea de manera brutal al sector, al competir con vehículos “chatarra” que no pagan impuestos ni se ajustan a las leyes mexicanas. Su importación ilegal afecta a entidades con vocación eminentemente automotriz, como Coahuila. Cada auto “chocolate” que ingresa a México pone en riesgo al empleo y al sector. Coahuila, la “Detroit de México”, no se cruzó de brazos. Hizo su propio esfuerzo mediante un programa de reactivación automotriz, consistente en ofrecer 85 por ciento de descuento en el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos y tenencias con costo de un peso. Las ventas locales se dispararon más del 20 por ciento. Urge, pues, implementar al corto plazo un programa de incentivos fiscales para reactivar la industria y fortalecer nuestro mercado interno. En Brasil se aplicó con gran éxito. En el año 2004 vendían un millón y medio de unidades, al tiempo que en México era alrededor de un millón cien mil vehículos. Seis años después, Brasil vende tres millones de automotores anuales y en México caímos a sólo 850 mil por año.
El sector automotriz necesita ser más competitivo, demanda en la que las políticas públicas juegan un papel determinante. Aprovechemos, entonces, la tendencia mundial de la industria armadora de vehículos en donde la logística se ha vuelto factor clave, y en eso la ubicación de México es única. Impulsemos un programa más agresivo de atracción de empresas de autopartes, fortaleciendo a las mexicanas --especialmente a las pequeñas y medianas-- con capacitación, financiamiento y sistemas de calidad para que nuestros empresarios tengan acceso al competido sistema de proveedores. Invirtamos en centros de investigación para evitar una dependencia excesiva del exterior en este ramo. Adecuemos las instituciones educativas. Apoyemos la investigación.
Tareas inaplazables todas, si queremos pasar de país ensamblador a país desarrollador que agregue valor a nuestros productos para que la industria automotriz local y nacional avance sobre ruedas. No perdamos más tiempo porque, como lo sentenció el creador del Fordismo, “cuando pensamos que el día de mañana nunca llegará, ya se ha convertido en el ayer”.
rubenimoreiravaldez@gmail.com
Rubén Moreira Valdez es diputado federal del PRI y presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso de la Unión
Las acciones como gobernador de Humberto Moreira Valdés le han ganado la aprobación mayoritaria de los habitanters de Coahuila y eso será factor para que logre aspiración de presidir la directiva nacional del PRI.
ResponderEliminarAl mismo tiempo su hermano Rubén podrá transitar sin problemas a la obtención de la candidatura a gobernador de Coahuila y eventualmente ganar el cargo.
El hecho de la relación familiar de ambos actores políticos no debería ser impedimento para que participen en política, pues en todo caso son los ciudadanos con su voto quienes determinarán si pueden o no pueden ser sus gobernantes.
Manuel Morón Jiménez