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19 de julio de 2011

Ninguna sorpresa, la diferencia fue el trabajo

MINUTERO POLÍTICO lo anticipó y así ocurrió, RUBÉN MOREIRA VALDÉS ganó el gobierno de COAHUILA en forma clara e inobjetable y no hubo ninguna sorpresa porqué desde hace al menos seis años estuvo trabajando para alcanzar ese logro, a diferencia de su principal oponente quien en solo 45 días quiso convencer al electorado de que era el momento de un cambio apostándole a la descalificación y a las campañas negras no a las propuestas y programas de gobierno nos dice JUAN ELIZALDE LARA.

Humberto MOREIRA VALDËS
SORPRESAS?.- Tal como lo adelanto Minutero Político Rubén Moreira Valdez y el Partido Revolucionario Institucional se llevaron el carro completo en el proceso electoral que se desarrolló el pasado domingo 3 de julio. El PRI aplastó en Coahuila y también en el Estado de México, Nayarit e Hidalgo con lo que borró del mapa a la oposición. El fracaso de la estrategia pejista fue más evidente en el Estado de México donde Alejandro Encinas, incondicional de Andrés Manuel López Obrador lo más cerca que llegó fue a cuarenta puntos porcentuales por debajo de Eruviel Ávila y el candidato del Presidente Luís Felipe Bravo Mena quedó en un lejano tercer sitio, aunque hay que reconocerlo, sus números rebasaron por mucho los alcanzados por el abstencionismo. El regreso del carro completo trajo consigo que se volvieran a escuchar justificaciones de los derrotados que desde hace años no se utilizaban como la de Guillermo Anaya Llamas en el sentido que de antemano sabían que era muy difícil, que 45 días no alcanzaron para convencer a  los electores de votar en contra de un Estado Autoritario. Por su parte Andrés Manuel López Obrador refiriéndose a la derrota de Alejandro Encinas señaló que con el aparato del PRI ganaba hasta una vaca. Con ésta aplastante victoria se hizo bueno el pronóstico de Humberto Moreira Valdés cuando tomó posesión como Presidente Nacional del PRI, también dejó de manifiesto que los políticos de la oposición no han aprendido que como se ganan las elecciones es con trabajo, unidad  y organización, lección que ha entrado bien en la cabeza de los tricolores que tienen la idea fija de regresar a Los Pinos en 2012. La contundencia de la victoria del PRI en el Estado de México (ventaja de 40 puntos porcentuales), Coahuila (30 por ciento) y Nayarit (10 por ciento) además de los Ayuntamientos obtenidos en el Estado de Hidalgo habla muy claro de que el PRI no se ha ido, solamente se replegó un poco. 
Rubén MOREIRA VLDEZ
Otro mito que cayó: “Cuando el electorado vota el PRI pierde” lo que quedó completamente desmentido en Coahuila donde del 50 % la votación creció al 62 % y el Revolucionario Institucional y las otras cuatro organizaciones que lo acompañaron en alianza lograron triunfar con una ventaja del 30 %.  Por lo demás, no fue Humberto Moreira Valdés quien impuso como sucesor a su hermano Rubén, el brother como coahuilense ejerció un derecho que le otorga la Constitución, obtuvo el respaldo de cinco partidos políticos, participó en igualdad de condiciones que sus tres oponentes y lo eligieron un 63.67 por ciento de los ciudadanos que se retrataron en las urnas, es decir 721, 261 electores. Sería una estupidez alegar como lo hicieron los perdedores y algunos opinadores que no conocen Coahuila y a sus habitantes, que esos ciudadanos fueron amenazados o que se les compró con tarjetas, despensas y otro tipo de regalos. Lo auténtico es que los coahuilenses somos ciudadanos con madurez, estamos politizados y sabemos distinguir al que miente y al que no.

CAMPAÑAS NEGRAS. Rubén Moreira Valdez como ningún otro candidato del PRI se enfrentó a una campaña de odio instrumentada desde Los Pinos y alentada por el abanderado del Partido de Acción Nacional y Unidad Democrática. Esa campaña no solo se realizó dentro de las fronteras de Coahuila sino en todo el territorio nacional responsabilizando a Humberto y Rubén Moreira de desvíos de dinero de los contribuyentes, y a funcionarios de Coahuila y dirigentes del CEN Nacional priísta de servirle como prestanombres al gobernador con licencia. Para esa campaña de odio se prestaron gentes que no conocen la entidad ni a sus habitantes como Juan Ignacio Zavala hermano de la Primera Dama, el legislador Federico Doring y el trapecista de la política Ricardo Monreal que se sirvieron para la difusión de sus calumnias de medios electrónicos y escritos, tanto nacionales como coahuilenses. Monreal y Zavala retrataron un estado en el que no hay democracia, no existe otra voluntad que la de la familia Moreira y que impera en Coahuila un régimen dictatorial y tiránico donde las voces disidentes son aplastadas de inmediato. 
Enrique PEÑA NIETO
Federico Doring, utilizando como comparsas a diputados del PAN entre ellos Esther Quintana Salinas, acusó de desvíos a los Moreira y de participar en negocios ilícitos y con el narco, pero le faltó hacer las denuncias correspondientes ante la autoridad judicial pues no aportó ninguna prueba material de la imputación y así es imposible demostrar cualquier delito. Hubo por otra parte dos campañas principales, la de “Di no al heRMano” y la de “Humberto y Rubén la Cara Oculta de la Corrupción”. La primera gravitó en el argumento del nepotismo al ser Rubén hermano del gobernador con licencia, hablaba también de la supuesta incapacidad de Rubén “un político que medra a la sombra de su hermano y que carece de carrera propia”. La segunda pretendió relacionar a la familia Moreira con negocios ilícitos y el tráfico de estupefacientes… Ninguna de las dos campañas pudo impactar negativamente al candidato tricolor. Los coahuilenses no somos estupidos y conocemos bien la trayectoria y obra de quienes trabajan a favor de la entidad. La campaña de “Humberto y Rubén el rostro oculto de la corrupción” se apoyó en vídeos difundidos por Internet, en la impresión de miles de pasquines que hablaban de una supuesta investigación, durante varios años y en discos compactos, muchos de los cuales se distribuyeron el día que se realizaba la votación.  Vídeos, impresos y discos compactos tenían el mismo contenido: Hablaban de una investigación de varios meses que dio por resultado los nexos de la familia Moreira con delincuentes y narcotraficantes, además de evidenciar una red de corrupción en la que están involucrados familiares, funcionarios coahuilenses y priístas. 
Pero el documento además de estar pésimamente realizado, no señalaba a los responsables de la investigación, fuentes de la información contenida o documentos para apoyar el tráfico de influencias y los actos de corrupción. Se trató de un documento anónimo, por lo mismo cobarde y por lo tanto poco digno de crédito de cuya divulgación se encargaron cientos de personas pagadas con dinero de origen desconocido y por lo que debe investigar el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana por el mal uso que pudo hacerse, de los recursos otorgados a los partidos para sus campañas. Esos discos y pasquines tal como se recibieron pasaron de las entradas y jardines de las casas a los recipientes de basura. Personalmente se pudo constatar en colonias como la San Isidro, el Tajito, Los Ángeles, Torreón Jardín, Carolinas, muchos de ellos se colocaron como encartes en ejemplares de los periódicos citadinos, con el sencillo expediente de darle una cantidad al voceador para que los incluyera. El mismo día de la elección brigadas de jóvenes, hombres y mujeres, llegaban a las puertas de los domicilios para tratar de que los residentes votaran por el PAN a cambio de lo que ofrecían algunas cantidades de dinero, intentaron además hostigar a los electores para evitar que votaran por partidos diferentes, en esa acción fue sorprendido el ex Secretario del Ayuntamiento Alfonso Tafoya y varios individuos más a los que se detuvo momentáneamente.

Guillermo ANAYA LLAMAS
LA DIFERENCIA.- Coahuila cuenta con una población de dos millones 748 mil habitantes y una lista nominal de un millón 947 mil 836 electores, los distritos que se disputan son los que ubican a Torreón, Saltillo, Monclova y Piedras Negras y que registran el mayor porcentaje de población de la entidad. El proceso electoral del pasado 3 de julio registró una participación del 63 por ciento, esto representó un crecimiento de 13 puntos porcentuales, cifra no alcanzada en el pasado. Rubén Moreira Valdez obtuvo el 62.67 % de los sufragios traducidos en 721, 261 votos; el PAN – UDC logró el 34.36 % es decir 422, 296 votos; Jesús González Schmall de Convergencia - PT el 1.18 % es decir 18, 453 votos y el perredista Genaro Fuantos alcanzó apenas el 0,79 % con 11, 125 votos.
El PRI ganó también el total de los 16 distritos en que se divide Coahuila, por lo que no se tendrán contrapesos en el Congreso local que estará integrado por 25 legisladores, 16 de mayoría y nueve plurinominales. Según sus resultados esas curules se repartirán entre el PAN - UDC y las cuatro organizaciones políticas que con el PRI postularon como su candidato al gobierno de Coahuila a Rubén Moreira Valdez. No hay ningún secreto en el método utilizado por el PRI para lograr la aplastante victoria que obtuvo en Coahuila, pues se traduce en dos palabras: organización y trabajo.
Genaro FUANTOS
Humberto y Rubén proceden de una familia numerosa en la que varios de los hermanos son protagonistas de la política, de manera continuada han tenido diferentes cargos y no a partir de que Humberto llegó a gobernador, sino mucho antes. Rubén tiene el antecedente de haber sido Secretario de Gobierno en la administración municipal de Saltillo encabezada por Óscar Pimentel González, antes incluso de que Humberto fuera alcalde de esa misma ciudad. La política es una vocación inculcada en los Moreira en el seno familiar. La madre ha desempeñado puestos de importancia en la Secretaría de Educación y con eso pudo sacar adelante a su familia. Rubén trabajó de gallo a grillo durante cinco años para lograr su objetivo de llegar al gobierno de Coahuila, lógico es suponer que lograra su propósito. Como Presidente del PRI hizo crecer la estructura y amplió las redes ciudadanas con la intención de tener una amplia base social para su proyecto político, fue así como logró varias elecciones exitosas en las que se incluye el rescate para los priístas de Torreón, que es un baluarte histórico del panismo. Inmediatamente después trabajó para obtener un cargo de elección y abrir uno de los candados que lo limitaban para ser candidato a gobernador, lo que logró con una importante votación. Otro logro que no pudo obtener Humberto hace seis años: ganar el municipio de Torreón, el domingo obtuvo arriba de 170 mil votos para su causa, ni siquiera en su ciudad logró vencer el candidato de PAN – UDC. En resumen, como un jugador de poker, Rubén fue organizando sus cartas para construir el triunfo aplicando una estrategia exitosa en cambio su oponente le apostó a las probabilidades a la espera de una voltereta de último momento, de un error del PRI o a que se creyeran las mentiras de la campaña sucia. Mientras Moreira trabajaba con paso firme, Anaya dividía al PAN, criticaba al ex alcalde José Ángel Pérez Hernández y hacía de la organización albiazul un círculo más cerrado y elitista, una especie de Club de Tobi. Pensó que había una situación de hartazgo hacia el PRI como la existente en el 2000 en México que permitió el acceso al poder de Fox y la continuidad con Calderón pero esas condiciones nunca han existido en Coahuila. Anaya le apostó a la ley de probabilidades, pero olvidó que ésta consiste en analizar los elementos que cada conjunto tiene para adivinar de la mayoría de elementos favorables o adversos la posibilidad de que el resultado sea bueno o malo.
Jesús GONZÁLEZ SCHMALL
La comparación final: No son lo mismo cinco años de trabajo aplicando programas de gobierno que benefician a la gente y construyendo realidades, que 45 días de diatriba, campañas sucias, calumnias y compra de conciencias. En la etapa de proselitismo mientras que Anaya dedicaba los mítines al denuesto en los de Moreira se hablaba de juego limpio y se hacían propuestas de gobierno. Finalmente, los coahuilenses no somos estúpidos y supimos separar el trigo de la cizaña, si nos equivocamos al elegir el tiempo lo dirá, solo cabe esperar que por el resultado logrado el nuevo gobernador no caiga en la tentación del autoritarismo y que cumpla los compromisos contraídos con los coahuilenses en general y los habitantes de Torreón en particular. Hasta aquí la entrega, agradezco su atención y le recuerdo que me puede seguir en: 7 Días Revista Lagunera.

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