Adel Celorio |
Los Preppers, según nos ilustra la escritora Adela Celorio, son una comunidad internacional del fin del mundo, que han
convertido la posibilidad de un holocausto en su proyecto de vida. La escritora
es colaboradora semanal del periódico lagunero El Siglo de Torreón.
Vistos los hechos recientes, las predicciones del
fin del mundo que suscitó el 13 Baktun y que despertaron las más delirantes y
apocalípticas suposiciones; traían lo suyo. Considerando los recursos y la
tecnología con que contaban los mayas, la diferencia de cuarenta y cinco días
(que tratándose de tiempo sideral nada significan) que hubo entre el 21 de
diciembre y el 15 de febrero en que el asteroide 2012DA14 pasó rozando nuestro
planeta y un meteorito cayó en la región rusa de Chelíabinsk al sur de los
Urales, son coincidencias que hacen pensar en que de algún modo los astrónomos
mayas detectaron señales que 5,200 años más tarde, marcarían el principio de un
nuevo ciclo para la humanidad.
Sólo nos queda esperar que esas señales sean el
principio de una era más luminosa. Saliendo al paso de los rumores del pasado
21 de diciembre, Vladimir Putin tranquilizó a su pueblo diciendo: "Hemos
confirmado con la NASA y no hay nada que temer". Poco después les cayó el
meteorito que según me explican tuvo una fuerza destructora treinta veces
superior a la bomba atómica de Hiroshima. La verdad no es que me alegre, pero
nadie me quita de la cabeza que fue mejor que cayera por allá y no por acá.
"Es una prueba de la vulnerabilidad de nuestro planeta", reconoció
Putin tardíamente, y propuso la creación de un programa Internacional que
alerte a los países sobre objetos de origen extraterrestre.
Yo prefiero confiar en que como dicen que dijo
Albert Einstein, Dios no estaba jugando a los dados cuando creó el universo. Me
parece un poco ocioso pretender controlar las inexorables leyes del cosmos
cuando ni siquiera hemos conseguido hacer del planeta Tierra un lugar
confortable o por lo menos curar la gripe.
Pero como ya sabemos, en este mundo hay para todo
y ahora me entero de que existe una comunidad internacional llamada "Los
Preppers", que por lo visto no pueden resistirse al atractivo del fin del
mundo, y han convertido el momento de un supuesto desastre total en su proyecto
de vida. Aunque el 21 de diciembre los dejó vestidos y alborotados, ahora los
Preppers cifran sus esperanzas apocalípticas en el terrorismo islámico, la
gripe aviar, Corea del Norte, el cambio climático o la gran tormenta solar que
nos espera este 2013. Cualquier cosa es buena para sustentar sus expectativas y
mientras llega el momento, el movimiento preparacionista está ofreciendo a
algunos listos la oportunidad de hacer negocio; como el empresario chino Yang
Zungfu quien al magnífico precio de sólo 800 mil dólares está vendiendo una
moderna versión de Arca de Noé. Parece que ha vendido ya veinte Arcas y tiene
varios pedidos por surtir.
Así es el maravilloso mundo, de todos los colores
y todas las ideas. A mí se me ocurre que antes de preocuparnos por algo tan
misterioso como la trayectoria de los meteoritos, tendríamos que empezar por
resolver problemas mucho más locales. Urgentes y humanos problemas como
construir una sociedad capaz de ofrecer un futuro a tantos jóvenes cuya única
opción por ahora, son la delincuencia, los balazos y la muerte; o como meter en
cintura a cualquier servidor público que se comporte como si fueran mandador.
Me parece ocioso preocuparnos por el choque de asteroides cometas o meteoros
cuando tenemos tantas asignaturas pendientes. Cuando es tan corta la vida y tan
barata la muerte. Cuando sabemos que bastaría una inteligencia perversa que
manipulara los sistemas de computación; para paralizar al mundo. Los desvaríos
de algún terrorista o simplemente el cáncer que liquida todos los días a tantos
seres humanos; son más preocupantes que los eventuales desórdenes siderales.
Somos soberbios al pensar que la ciencia que hoy permite manipular la genética
o fabricar computadoras capaces de responder cuatro millones de respuestas en
dos segundos; nos ayudará a controlar las misteriosas leyes del cosmos. Somos
soberbios al no aceptar la fragilidad de la vida cuando sabemos que sin razón
alguna nos matan en cualquier esquina o a un atleta olímpico lo atropella el
camión de la basura. Si tenemos suerte, sólo nos queda un poco de tiempo más
para disfrutar y sufrir este brevísimo instante de luz que ni siquiera sabemos
por qué se nos ha concedido.
En cuanto a los Preppers, me gustaría proponerles
que se relajen y que en lugar de prepararse para el fin del mundo se dispongan
a vivir. Me gustaría recordarles que "Hoy Toca" aunque no sea viernes
como proponía el inolvidable Germán Dehesa. Toca vivir que no es poca cosa.
Toca asumir cada mañana con humildad y cada hora con su afán. Toca escuchar el
silencioso rumor de los tímidos brotes que ya anuncian la llegada de la
primavera. Toca fluir para dejar llegar lo que viene y dejar ir lo que se va.
Tocan más abrazos y menos balazos.
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