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23 de septiembre de 2013

El Sexódromo: Felación a la carta

Verónica Maza Bustamante.
Siempre interesante la columna El Sexódromo que en la sección El Ángel Exterminador le publican semanalmente en Grupo Milenio Verónica Maza Bustamante y en donde escribe sin prejuicios ni falsos moralismos acerca de la sexualidad. En la reciente semana se refirió a siete distintas posibilidades de recibir una felación.
La experiencia produce un efecto hipnótico que puede introducir a la feliz parejita a un espacio del tantra.

México • Mi pantalla de la computadora es una ventana a donde me gusta asomarme de vez en cuando para ver lo que sucede en la Tierra a nivel erótico. A veces prefiero cerrar las cortinas porque no todo lo que pasa a través de ese mágico mirador me gusta, pero otras tantas abro la cerradura con curiosidad: me parece que en lugares remotos de este planeta loco suceden cosas extravagantes que pueden adecuarse a la cotidianidad de muchos.
Por ejemplo, hace poco leí en varios portales de internet (que es a donde da mi vidriera) que en Shanghái hay hoteles de lujo que ofrecen una carta seven textures, pero no crean que es un platillo exótico de alguna cocina de autor. Se trata de siete distintas posibilidades de recibir una felación.
Lo mejor de todo es que, como lo miro yo desde mi ventana, este menú se puede ofrecer en la mayoría de las casas del mundo. El “cliente” en cuestión —o sea, el marido, novio, galán, amigovio y demás— puede decidir si quiere que su compañera le brinde sexo oral al té (en la que se alterna la caricia con un buche de té helado y uno de té caliente para estimular el pene); al eucalipto (con infusión tibia con esta hierba, que provocaría una sensación de frescor, cual Vick VapoRub cachondo); con burbujas de champán o cualquier otra bebida carbonatada (ese es el que más se me antoja); con agua casi hirviendo (para aquellos a quienes no les importa que se les ponga la piel de gallina… o gallo, pues); con hielo picado (pero finito, por favor, nada de ponerse el cubo entero en la boca); con un batido o licuado (uno de mamey no estaría mal, aunque con poca azúcar, para que no quede pegajoso el miembro).
El plato fuerte en este banquete sensorial para la damita y el caballero es la felación con la boca llena de esos caramelos carbonatados que al contacto con la saliva produce un chasquido y una sensación de explosión y de efervescencia. En español se llamaban Peta Zetas y en inglés Pop Rocks, ¿las recuerdan? No dudo que la sensación sea cuando menos curiosa, así que habría que buscar de esos dulces en la tienda.
Otra práctica que no conocía pero supe de ella a través de esta vasta pradera llamada web, es el “balanceo tibetano”: el hombre se sienta en la postura del loto y la mujer en su regazo, enroscando las piernas en la cintura masculina para poder tener una penetración profunda.
Luego, lo más importante es compartir la respiración con las bocas juntas; es decir, cuando él exhala, ella inhala y viceversa. Todo ello sin sacar el pene de la vagina. Al inhalar aire, la mujer mece su pelvis hacia delante y contrae los músculos vaginales, y al exhalarlo, se mece hacia atrás y relaja los músculos.
La experiencia produce un efecto hipnótico que puede introducir a la feliz parejita a un espacio del tantra en el que su concentración estará enfocada en la respiración, las sensaciones, el placer y el vínculo afectivo.
Ilustración: Sandoval.
Ninguna de las dos experiencias es común; eso es lo las hace muy atractivas para la práctica cotidiana del erotismo, para ese día a día que debemos revitalizar, refrescar con ejercicios nuevos, lúbricos, lúdicos, que nos generen intriga, curiosidad, deseo, sorpresa.
Los invito a que este fin de semana le den vuelo a la hilacha tratando de realizar algo novedoso. Si quieren comenzar con el seven textures o el balanceo tibetano, ¡bien-venidos sean!
*** ***

El buzón de Verótika
Mi vida sexual ha sido activa desde hace unos 12 años y siempre la consideré normal. Viví en unión libre durante nueve años y fui activo sexualmente hasta que este año tuvimos problemas y nos separamos. Después de eso busqué una “amiga sexual” —llamémosla así— y algunas veces, a medio acto, perdí la erección. Esto me sucedía al recordar a mi pareja anterior o pensar en el motivo por el que se fue (por otra persona). Luego inicié una relación más seria con otra mujer, pero me pasa lo mismo: empiezo bien y, de repente, adiós erección. Quisiera saber a qué se debe.
Manuel

Mi estimado amigo, la disfunción eréctil se genera por problemáticas médicas (como la diabetes o altos niveles de colesterol y triglicéridos) pero también por motivos psicológicos, entre los que se encuentra la ansiedad.
Cuando eso sucede, el mecanismo físico del pene es normal pero la erección se ve afectada por problemas que pueden deberse a simple ansiedad por anticipación y miedo a no conseguir una erección, problemas de pareja, depresión, estrés, baja autoestima...
Es muy probable que eso te haya sucedido con la amigovia que tuviste tras terminar tu relación de nueve años. Como tú mismo lo dices, durante el encuentro erótico pensabas en tu ex, y eso, créeme, le baja la erección a la mayoría básicamente porque en realidad estabas a lado de tu anterior compañera, no con tu nueva amiga.
Ahora estás en una flamante relación, “más seria”, me dices, y te pasa lo mismo. Quizá ya no pienses tanto en tu ex, pero la disfunción eréctil puede ser parte de un círculo vicioso. Ahora tu ansiedad no es debido a que extrañas a la otra, sino a que temes no poder mantener una erección satisfactoria.
Te recomiendo que te relajes. Que fluyas con tu nueva chica, que generes un ambiente suave y acogedor, que se den su tiempo antes de la penetración; pueden usar esencias aromáticas, tomar una copa de vino, darse un baño con agua caliente. Si esto no sirve, entonces te invito a que acudas a una terapia con algún sexólogo que te ayude con el proceso. Verás que todo vuelve a la normalidad.
Tengo una molestia en mis testículos, sobre todo en el izquierdo. Siento una punzada que no me impide realizar mis actividades físicas, aunque resulta incómoda. Antes de acudir con un urólogo (me da pena hablarle sobre asuntos sexuales) me gustaría saber tu opinión. Creo que me pude haber golpeado sin darme cuenta, pero me gustaría saber si puede ser debido a una infección de transmisión sexual, aunque mi novia y yo hemos tenido relaciones sexuales pero usado preservativo. O tal vez me infecté en un baño público (trabajo en un mercado público, el de San Juan de Dios, y quizás ahí me pude haber contagiado). Hemos pospuesto las relaciones por el momento, ya que no deseo transmitirle algo. Espero que me orientes.
Alberto

Los motivos por los que tienes esa molestia en un testículo pueden ser varios, así que es necesaria e importante la visita con el urólogo. Te juro que no será diferente a la que podrías realizar al gastroenterólogo o al otorrinolaringólogo (¡esos títulos a mí me dan más susto!), ya que la mayoría de las razones de ese dolor no tienen que ver con tu vida sexual (y aunque lo tuvieran, el doctor no tendría que juzgarte).
Por ejemplo, las piedras en los riñones provocan dolor testicular, así como una retención quística milimétrica. Si tuviste primero dolor en el abdomen y al final en el escroto, puede tratarse de una hernia inguinal. Los varicoceles son similares a las venas varicosas, pero aparecen en esa área.
La inflamación del epidídimo, tubo espiral que está dentro del escroto, atrás de los testículos, puede ser la causa. También un hematoma, una torsión testicular o cáncer.
En cuanto a las infecciones de transmisión sexual, podría ser que una bacteria o un virus esté produciendo esa sensación desagradable. El más común es el virus de la orquitis, que es como el de las paperas. La gonorrea o la clamidia pueden ser las culpables.
En resumen, es muy importante que visites a tu médico. Pero sin angustia y sin estar suponiendo situaciones. Verás que sales de la duda; la consulta no será nada del otro mundo. ¡Suerte, amigo mío!
www.facebook.com/veronicamazab
@draverotika

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