Víctor González Avelar. |
MUY
DESAFORTUNADAS las declaraciones de la Secretaría de Gobernación con motivo de
los últimos hechos delictivos cometidos la semana en el estado de Michoacán.
Según esa Secretaría que es responsable de la seguridad nacional, en Michoacán
se trató de puros y simples actos vandálicos.
PARA
EL Gobierno federal el ataque a más de doce subestaciones de la Comisión
Federal de Electricidad mediante explosivos que dejaron a 14 municipios sin
energía eléctrica, así como la quema de seis gasolineras a base de bombas
Molotov y usando armas de alto poder, fueron simples actos vandálicos.
DE
ELLO SE DESPRENDE que el Gobierno federal o es, o se hace. El Código Penal
Federal establece muy claramente en su artículo 139 y tipifica, que este tipo
de acciones cuando se usan explosivos o armas de fuego son actos terroristas,
no vandálicos, de ahí que no puedan tapar el Sol con un dedo.
COMO
A TODO MÉXICO lo constaste, el Gobierno federal no ha podido con la
delincuencia ni muestra actos efectivos para revertir la inseguridad que reina
en el país. El Gobierno se ha negado a reconocer ante la opinión pública, que
si operan en el país grupos paramilitares perfectamente armados y equipados que
han venido imponiendo su ley en miles de kilómetros cuadrados en México. No
quiere reconocer tampoco, que la Marina, el Ejército ni las policías federales
han logrado reestablecer el Estado de Derecho en aquellas regiones.
PERO
LO MÁS PELIGROSO, es que los guerrilleros han demostrado su fuerza frente a las
instituciones. Su poder quedó a la vista con su capacidad militar para provocar
atentados de manera simultánea en diversos puntos y en las instalaciones
estratégicas del gobierno que son vitales para la economía del país. Han
demostrado que tienen un liderazgo perfectamente organizado, con logística y
sistemas operativos que ya logró rebasar los sistemas de seguridad del Gobierno
federal, de los estatales y no se diga de los pobres municipales.
Mañana
podrían dinamitar oleoductos, presas, carreteras, puertos o refinerías
petroleras y Osorio Chong seguiría declarando que son simples actos vandálicos.
Según el propio gobernador de Colima, Mario Anguiano Moreno, la Secretaría de
Gobernación le comunicó (debe haberlo hecho también a todos los gobernadores),
que existía la posibilidad de que este tipo de ataques se podría generalizar en
varias entidades.
COMO
DICE la conseja popular: "parece que el presidente tiene muchos fierros en
la lumbre". Las reformas pendientes en las Cámaras, el ininteligible
problema con la CNTE, la reorganización de las policías, la falta de
crecimiento económico, las lluvias, ciclones e inundaciones, la aparición de
endemias, sólo por mencionar algunos, le han ocupado ya un año de su gobierno.
Peña
Nieto ha establecido una política de tolerancia (para muchos ya excesiva) con
el fin de evitar a todo trance cualquier enfrentamiento con los de la CNTE y
los grupos anarquistas. Todo esto conlleva como es natural, un costo político,
lo que ha desgastado prematuramente a muchos miembros de su gabinete; y por
otra parte, consumió también parte del capital político de Peña Nieto.
EN
MEDIO DE este desorden, los líderes de las fracciones parlamentarias de los
partidos de oposición, venden, subastan, rematan y ofertan cada uno de sus
votos. Una votación para un lado y otra para otro lado, pero casi siempre
buscando cuidar sus muy personales intereses.
COMO
SE ESTÁN viendo las cosas, el Gobierno federal perdió el camino y no tiene un
programa real y efectivo para la prevención del crimen y menos para perseguirlo
y castigarlo. No ha podido o no ha querido profundizar al interior de los
terroristas ni ha entrado con inteligencia e investigación a la persecución y
castigo de los delincuentes.
Solamente
en nuestra comarca se han cometido más de mil asesinatos y no se ha puesto a
uno solo de los criminales ante un juez para que se les juzgue. Los rateros y
raterillos pululan por restaurantes y la "polecía" siempre en
vigilia.
A
NIVEL NACIONAL los terroristas y anarquistas han arrinconado a los gobiernos
estatales y al federal, a quienes les estallan los cohetes en plena cara. No
parece existir una mínima política en contra del terrorismo. Un grupo de
guerrilleros urbanos los ha doblegado en Michoacán y en otras entidades del
país a base de comandos centrales que aplican una logística precisa para poder
abatir blancos previamente seleccionados.
En
que un señor que apodan "La Tuta" puede burlar impunemente al
Ejército y a todas las policías que operan en este aporreado país y no pasa
nada. De seguir así las cosas, un negro futuro le espera a nuestro país.Comentarios: gaasoc@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.