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Fernanda de la Torre. |
La
Paz, una ciudad mágica enclavada en Baja California Sur. Fue fundada en 1535
por el propio Hernán Cortés a la que bautizó como Santa Cruz. Tiempo después,
sería Sebastián Vizcaíno quien daría a la ciudad y a la bahía su nombre actual.
Una ciudad tranquila, segura, con todas las comodidades de la modernidad. Un
lugar así recibe muchos visitantes, entre ellos el tiburón ballena. Por su gran
tamaño (puede medir hasta 20 metros) muchos lo confunden con un mamífero, pero
no es así, es un pez. De hecho, el más grande del mundo.

Pude
vivir esta experiencia gracias a la invitación de la Alianza WWF-Telcel. La
alianza tiene varios proyectos en el Mar de Cortés; uno de ellos es el estudio
y conservación del tiburón ballena. Desde 2009 apoya a la especialista en el
estudio y conservación de este gigante de los mares, en el Mar de Cortés y el
Archipiélago de Revillagigedo, la doctora Dení Ramírez, bióloga especializada
en Tiburón Ballena, especie que ha estudiado durante 10 años para determinar su
estado poblacional y entender sus rutas migratorias.
Paradójicamente,
a pesar de su gran tamaño, es poco lo que sabemos sobre el tiburón ballena.
Recientemente, Dení confirmó la conectividad de los tiburones ballenas del
Golfo de California con los del archipiélago de Revillagigedo. Esto fue un
hallazgo científico sobre las rutas migratorias de estos animales en aguas
mexicanas. Dení, quien desde niña tuvo contacto con el mar y quiso ser bióloga,
ahora dirige Conciencia México un proyecto para investigación del tiburón
ballena.

A
fin de conservar cualquier especie, es importante que las comunidades entiendan
el problema y puedan desarrollar un turismo sustentable. Por ello, durante los
últimos cuatro años, en colaboración con las autoridades federales y agencias
de turismo locales, han impartido cursos de capacitación a 151 prestadores de
servicios turísticos y se han colocado mamparas informativas sobre las reglas
para nadar con tiburón ballena. Gracias a este trabajo, se disminuyó la
cantidad de lesiones que causan las embarcaciones a esta especie. “En la Bahía
de La Paz cada año nos visitan. Tenemos la fortuna de tener tiburones ballena juveniles
más o menos de 2 a siete metros y vienen de agosto a febrero a alimentarse. El
tiburón ballena es una especie que tiene características biológicas como el lento
crecimiento. Se ha estimado que más o menos a los 22 años es cuando pueden
reproducirse, Pueden tener hasta 300 crías; sin embargo, de estas 300pocas
sobreviven para poder reproducirse y tener hijos. Además nacen muy pequeñitos y
se transforman en el alimento de otros peces”, me explicó Dení.

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