Creo que no es lo mismo desbocarse con
las opiniones en las redes sociales y tomar las calles para marchar protestando
por las anomalías y omisiones del gobierno, lo anterior viene a cuento por la
desangelada marcha contra Enrique
Peña Nieto a
la que convocaron desde Internet para realizarse el pasado 15 de septiembre.
Sobre la protesta realizó una crónica Lilia Margarita Rivera Mantilla, la que ilustró con gráficas captadas por ella misma en el
momento que se impidió al contingente llegar al pie del balcón de Palacio Nacional. Sobre la frustrada demostración de
protesta Armando
Fuentes Aguirre “Catón” escribió
un comentario publicado hoy en su columna “De política y cosas peores” que dice así:
"Lejos de mí la temeraria idea de decir que fue un fracaso la marcha a que se convocó en la Ciudad de México para pedir la renuncia de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, no se equivocará quien diga que el número de asistentes a esa manifestación estuvo muy por abajo de lo que esperaban sus organizadores. Las redes sociales se mostraron más activas en la teoría que en la práctica. Y es que se chatea con los dedos, pero para marchar hay que mover los pies. Por otra parte pienso que no son muchos los mexicanos que están dispuestos a dar el salto al vacío que significaría en las actuales circunstancias la defenestración del Presidente. En un caso como éste decían nuestros antepasados: "Paciencia y barajar". Aunque parezca que el 2018 está muy lejos todavía, lo cierto es que muy pronto llegará. Podremos entonces expresar con nuestro voto la condena a los males que han derivado del actual gobierno, o de la falta de él. Digámosle por ahora al régimen: "Nos vemos en la elección presidencial". (¡Brrr!)."
"Lejos de mí la temeraria idea de decir que fue un fracaso la marcha a que se convocó en la Ciudad de México para pedir la renuncia de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, no se equivocará quien diga que el número de asistentes a esa manifestación estuvo muy por abajo de lo que esperaban sus organizadores. Las redes sociales se mostraron más activas en la teoría que en la práctica. Y es que se chatea con los dedos, pero para marchar hay que mover los pies. Por otra parte pienso que no son muchos los mexicanos que están dispuestos a dar el salto al vacío que significaría en las actuales circunstancias la defenestración del Presidente. En un caso como éste decían nuestros antepasados: "Paciencia y barajar". Aunque parezca que el 2018 está muy lejos todavía, lo cierto es que muy pronto llegará. Podremos entonces expresar con nuestro voto la condena a los males que han derivado del actual gobierno, o de la falta de él. Digámosle por ahora al régimen: "Nos vemos en la elección presidencial". (¡Brrr!)."
En el lugar de
siempre, en la misma ciudad y con la misma gente. Parece que en esto se ha
convertido mi vida desde que inició septiembre a la fecha. El lunes 5 de
septiembre de 2016, estuve en este mismo lugar pero por razones muy diferentes.
Aquella tarde fui a presenciar el homenaje póstumo a Juan Gabriel, en la
entrada al Palacio de Bellas Artes; este jueves 15 de septiembre, decidí darme
una vuelta para ver cómo estaba el ambiente por Madero rumbo al Zócalo en lo
que llegaba la marcha en contra de Enrique Peña Nieto; policías federales y de
la Ciudad de México por doquier, era claro que no les permitirían llegar hasta
Palacio Nacional, para hacerse escuchar por Enrique Peña Nieto. (Foto 001)
Me subí a la
orilla de la jardinera que se alcanza a ver junto al policía J. Molina, quien
me ve con cara de desaprobación, me invitó educadamente a que bajara de la
jardinera, lo cual hice inmediatamente, pero contenta de haber podido tomar la
foto. (Foto 002)
Para tomar esta
foto muchos tuvimos que tomar la calle paralela a la avenida Juárez, o sea Independencia, caminar unas dos o tres
cuadras, tomar una calle perpendicular para salir otra vez a Juárez a la altura
de la Alameda. Dentro de todas estas restricciones, hubo algo que me provocó
sentimientos encontrados, o en choque. Por un lado me dio gusto ver que muchas
mujeres jóvenes estaban dentro del cuerpo de la policía; muchas de ellas muy
jóvenes, pulcras, disciplinadas y guapas.
No me gustaría que tanta fuerza y valor fueran usados para controlar, para someter a otros injustamente; para seguir creando y engrandeciendo a este país, para eso sí. Pero allí estaba el cuerpo de granaderos junto a Francisco I. Madero, con su mano derecha en gesto de calmar, de detener la violencia. (Foto 003)
No me gustaría que tanta fuerza y valor fueran usados para controlar, para someter a otros injustamente; para seguir creando y engrandeciendo a este país, para eso sí. Pero allí estaba el cuerpo de granaderos junto a Francisco I. Madero, con su mano derecha en gesto de calmar, de detener la violencia. (Foto 003)
Hace poco más de
103 años, aquel febrero de 1913. El Presidente Francisco I. Madero había dejado
el Castillo de Chapultepec para dirigirse a Palacio Nacional para estar cerca
de los combates entre los golpistas y las fuerzas leales a su gobierno.
En la foto escoltado por sus seguidores en aquella Marcha de la Lealtad. Ahora el Apóstol de la Democracia está rodeado de inconformes - la mayoría jóvenes como es de esperarse- al gobierno más impopular en los últimos veinte años. Y si Madero cobrara vida, ¿con quién estaría? (Foto 004)
En la foto escoltado por sus seguidores en aquella Marcha de la Lealtad. Ahora el Apóstol de la Democracia está rodeado de inconformes - la mayoría jóvenes como es de esperarse- al gobierno más impopular en los últimos veinte años. Y si Madero cobrara vida, ¿con quién estaría? (Foto 004)
Desde el Ángel de la Independencia, la marcha avanza rumbo al Zócalo, no se permitió el paso. En la foto, apenas empezaba a llegar el contingente, pensé que no serían muchos, pero salía gente por todos lados. (Foto 005)
La avenida ya
estaba ocupada por los manifestantes, ya no eran tan pocos como se pensaba; los
jóvenes no tenían pinta de zarrapastrosos, sostenían pancartas con las
consabidas leyendas en contra del presidente del país; hombres y mujeres
diferentes en su aspecto y actitud a los que vi formados en la calle de Palma,
mientras eran revisados, cuestionados y se les entregaba su bolsa de plástico,
conteniendo su tentempié para aguantar el hambre, el hambre de esa noche mas no
la de toda la vida.
Al fondo se ve
un puesto de socorro de la Cruz Roja, por lo que pudiera ofrecerse. (Foto 006).
Le di la espalda
a la avenida Juárez para ver qué sucedía en el interior de la Alameda. Como
puede observarse, todo estaba en calma, la gente paseaba como cualquier día de
la semana. Al fondo se puede apreciar una fila de camiones estacionados sobre
la avenida Hidalgo. En esos camiones se transportó a un buen número de
acarreados para que fueran a vitorear a Enrique Peña Nieto. En ese tramo de la
avenida Hidalgo, circula una ruta importante del metrobús, la cual fue
bloqueada por la misma autoridad para que pudieran llegar por ahí los cientos
de “invitados especiales”, para estar cerca de Palacio Nacional y que se viera
que sigue habiendo priismo… y gobierno. (Foto 007)
Me pregunto, ¿en
alguna de sus sesiones espiritistas, habrá Madero “visto” este futuro para
México? ¿Alguien, desde alguna otra
dimensión, le podría haber dicho que 103 años después de su asesinato, iba a
estar rodeado de gente que intentaría llegar hasta Palacio Nacional para
protestar en contra de un presidente y una clase política llena de cinismo e
ineficiencia como pocas veces se ha visto en la historia del México
supuestamente independiente?
Me parecía de
alucine ver su estatua rodeada de policías y fotógrafos independientes y de la
prensa que cubría el evento. (Foto 008)
Madero por la
calle de San Francisco, también conocida como Plateros, rumbo a Palacio
Nacional de donde sería llevado hasta la prisión de Lecumberri. Eso es lo que
pretenden muchos de los que protestan, de los enardecidos por las injusticias,
lograr que aquellos que han traicionado la confianza de los mexicanos, sean sacados
de ese lugar que representa la historia política de este país, y llevados hasta
el lugar en donde deban ser juzgados. (Foto009).
Para concluir.
¿Traidores quiénes son llevados en el tradicional acarreo? ¿Vendidos?
Yo creo que
siguen siendo víctimas, víctimas de extorsión: o te prestas a este juego, o se
te retira la ayuda que te da el gobierno por medio de Prospera. Hasta cínico y
cruel resulta el nombre dado a este programa de ayuda a quienes viven en
pobreza extrema. Y tanta es su pobreza, que no tuvieron fuerzas suficientes
para responder con entusiasmo fingido a la arenga independentista de un
presidente cuyo rostro reflejaba mucha tensión, enojo y resentimiento.
Peligroso.
Lilia M. Rivera Mantilla
corima_laguna@hotmail.com
Ciudad de México, septiembre de 2016