Fidencio Treviño Maldonado |
En la presente entrega para el blog Fidencio Treviño Maldonado
no habla ni de política, ni de temas culturales o literarios, en
ésta ocasión prefirió referirse a la mujer y al misterio insondable que hay en
cada una de ellas. Fidencio
participa en diversos medios regionales y del estado, entre otros El
Periódico de Saltillo y la revista Siglo Nuevo que
cada 14 días se inserta en la edición sabatina de El Siglo de Torreón.
A Manira; Amiga que arrastró a la tumba sus
misterios entrañables.
Danae y la lluvia de oro. |
Desde tiempos remotos, la
mujer es sin duda la protagonista de todo,
incluyendo en la misma religión como emotivo motivo de su división y su
formación. En guerras, en reinados, desde luego en tragedias como causa y
efecto, sobre la mujer está el eje rector de la vida, ni que hablar sobre
música, poesías, musas y melodramas.
Sin embargo es en la mujer
como primordial atracción su misterio, un axioma indescifrable que ronda en la mente de cada una de ellas ya
que la naturaleza o Dios dotó al hombre de fuerza, de músculos, de muchas
aptitudes y actitudes hasta casi animales, la mujer tiene algo más valioso,
algo que saca a relucir cuando hay necesidad y que es su inteligencia, con esto
no quiero dejar fuera a los hombres que ostentan este rasgo, sólo que la mujer
lo usa para fines netamente sentimentales de sobrevivencia y supervivencia y
desde luego siempre son los misteriosos, sin revelar.
La Mona Lisa. |
La mirada y tal vez la
sonrisa más enigmática grabada en el mundo es la de una mujer y está plasmada
en “La Mona Lisa” o Gioconda y de la que aun a la fecha no hay pintura, retrato
o figura que la supere, o que tan siquiera la iguale, su mirada es un misterio
y que decir la expresión de su rostro y sonrisa, paradójicamente fue un hombre
quien la pinto.
Toda mujer guarda un
misterio que de manera fugada transcurre como si fuese un pasillo de incierta
lejanía, como lluvia o gotas peregrinas, donde la vista del hombre se pierde
sin encontrar un final.
En el arte de la guerra y
de la política está basado un precepto, antiguo y vigente a la vez, sin embargo
no me cabe la menor duda que en los
misterios que toda mujer guarda está basado también el Arte del engaño, no el
engaño fanático con dolo, sino el misticismo y hechizo, siempre escéptico, es
decir dudoso y vacilante, casi pragmático, incluyendo el sensual que es propio
de la mujer.
Elena de Troya |
Es el misterio
circunspecto que entre quimeras y
medusas se bifurcan en los misterios de la mujer y mientras en algunos hombres hay misoginia, los atavismos y hasta falacias,
los misterios de la mujer más se acrecientan y para otros hombres puede haber
un grado de paroxismo, el misterio y hasta la frivolidad también rondan en esa
pasión extrema que causa una mujer.
Afrodita cegando a Eros. |
Palas Atenea |
Mientras el hombre quiere
ser el primero con una mujer, la mujer prefiere el último en su vida, el hombre,
aquel que se enamora de una mujer para
destruir su pasado, ese hombre puede perseguir esa idea a lo largo de toda su vida y si lo consigue, seguirá persiguiéndola el resto de su vida, porque jamás lograra
borrar su poder, sus mitos, y tampoco podrá
nunca descifrar sus misterios.
Los misterios de algunas
mujeres son una masa de materiales traslucidos, alegres tal vez, agrestes o
desolados quizá, pero siempre con el enigma intraficable, es decir cada mujer
lo guarda y aunque se conozcan sus secretos, se velen sus intimidades, se sepan
sus memorias, nunca de los jamases se sabrá su misterio.
Comentarios y sugerencias; kinotre@hotmail.com
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