José María Mena Rentería
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Mientras
los abanderados de los distintos partidos políticos realizan sus campañas de
proselitismo le ofrecen a los ciudadanos el oro y el moro, pero una vez que el
voto popular o las triquiñuelas los llevan a los cargos de poder olvidan lo
ofrecido, señala en su columna Telón
el compañero José María Mena Rentería, el texto fue tomado del portal de
Internet www.lalaguna.mx
Nada
bueno en términos de empleo, enfrenta la población de la Comarca Lagunera, que
al igual que la de otras regiones
escenario es de campañas electorales emprendidas por candidatos de los
partidos políticos, buscadores de alcaldías o diputaciones.
Promesas
y ofrecimientos de todo tipo emiten ésos mientras recorren barrios y colonias a cuyos vecinos
dan la mano, o abrazan, mientras pródigos, besos en las mejillas no escatiman
tratándose de féminas simpatizantes políticas coreadoras de slogans de campaña -huecos todos- si de
efectos motivadores de emisión del voto se trata.
Todo
es válido: Prometer abatimiento de la inseguridad prevaleciente, por ejemplo.
Lo mismo, el mejoramiento de la imagen urbana o bien, la instauración de
servicios básicos primarios dignos de tal denominación, entre otras demandas
que la indiferencia oficial ha provocado sea perenne clamor.
Acerca
de la generación de empleo a poco, o a casi nada aluden los candidatos, aún
cuando, para el caso del municipio de Torreón, un panorama laboral que se
constriñe, permite visualizar cómo en breve cientos de empleados, jefes de
familia, deberán sufrir la acción de la tijera que los dejará sin ocupación
remunerada.
Tal
es el reto que viene para trabajadores como los de la Comarca Lagunera, debido
a los efectos colaterales, en términos de economía y empresarial, de la
globalización, avasalladora de todo en aras de la consolidación del capital.
Por
éstos días todo se reduce a la distribución de panfletos, de promesas de todo
lo que pueda prometerse; de gestos y actitudes presuntamente solidarios,
capítulo periódicamente repetido y que, al unísono, ha remitido al ejercicio de
prácticas de manipulación de masas abordadas al paso de las décadas hasta la
naúsea.
El
objetivo debe ser generar empleo. En ése empeño debe radicar el quehacer de los
que “políticos” se deshacen en promesas y en actitudes para ser vistos
determinados y hasta simpáticos para, ya situados por el voto en el cargo, radicalizar su actitud. Eso se ha visto y
padecido, recurrentemente.
Falta
empleo. Urge ocupación para miles de trabajadores que con los suyos dependen de
un salario.
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