René Delgado Ballesteros. |
Enrique Peña Nieto. |
La
idea de que todo es correrse a la derecha, integrar una mayoría parlamentaria,
alistar el tolete y asumir los costos políticos y sociales -quizá, hasta
económicos- es una tentación con filos peligrosos, sobre todo, a tan sólo nueve
meses de haber iniciado un gobierno por seis años. Por esa vía, en la
formalidad, las reformas quedarán aprobadas pero, en la realidad y en el mejor
de los casos, será un problema aplicarlas... de llegarse a aplicar.
Felipe Calderón Hinojosa. |
Gustavo Madero. |
***
¿Cuáles
son los básicos? ¿Cuál la posición original del timón? ¿El origen y el
propósito del gobierno?
En
condición electa, el presidente Enrique Peña acumuló un capital político
superior al construido durante la campaña. Festejó con discreción la victoria,
sin hacer del adversario derrotado la piñata de la fiesta. A partir del
triunfo, entendió correctamente que si bien podía hacer suyo el canasto de las
posiciones bajo control tricolor, más fuerza le daba incluir en el reparto a
corrientes distintas a la suya tanto en el Poder Legislativo como en el
Ejecutivo. Cuando advirtió que su mariscal de campo confundía al equipo, sumó a
otro para contar con dos brazos y no sólo con uno.
Michoacán Incendiado. |
Luego
Enrique Peña Nieto se anotó otros aciertos. Girar instrucciones, poner las
cartas sobre la mesa en su primer mensaje a la nación, anunciar a dónde iba
sonó bien a los oídos y, al día siguiente, se sentó a la mesa con el conjunto
de las dirigencias partidistas para suscribir el Pacto por México, rescatando
una escena perdida en la memoria del desencuentro político.
Manuel López Obrador. |
Generó
una cierta mística y una expectativa: sin renunciar ni subrayar diferencias y
ambiciones políticas y partidistas, anteponer el interés nacional. A la mar se
hizo, tomando en esa dirección el timón.
***
A
partir de abril, vinieron los errores y los descalabros, luego la precipitación
y ahora las tentaciones... poniendo, sin necesidad, el gobierno en prenda.
Como
escrito en el Sobreaviso anterior, la falta de firmeza para aplacar las
trapacerías electorales de los gobernadores le abrió el hueco al panismo que,
en la denuncia de aquéllas, tomó impulso para condicionar su permanencia en el
Pacto a la aprobación de la reforma político-electoral y concretar las otras
reformas. Ahí se perdió la iniciativa y, luego, se precipitó el anuncio sin
proyecto de la reforma energética y, de nuevo, el panismo acertó al presentar
la suya y, así, establecer los términos de su apoyo a esa reforma. Todo, sin
asegurar ni concluir las reformas emprendidas en el campo de la educación y las
telecomunicaciones. Se abrieron otros frentes sin cerrar los primeros, casi
convocando a resistir el conjunto de las reformas.
Jesús Zambrano. |
***
Hoy,
el presidente Enrique Peña Nieto está en una encrucijada que exige tomar una
decisión cuyo efecto repercutirá en la posibilidad de su gobierno.
Cuauhtémoc Cárdenas. |
El
punto es recolocar el timón en la posición original para recuperar el rumbo.
Eso exige rectificar y, en este caso, la rectificación demanda retirar la
propuesta de reforma constitucional en materia de energía, echar a andar la
reforma administrativa de Petróleos Mexicanos, entrar a negociar sin enchuecar
la reforma educativa y activar la economía. Exige evitar que del cúmulo de
frentes abiertos se haga uno solo que, en paquete, termine por frustrar el
conjunto de reformas. Exige sumar, no restar y, desde luego, hacer un
sacrificio.
Si
urgen las reformas, es preciso hacerlas rápido pero sin prisas, evitando
provocar fracturas de muy difícil cicatrización. Exige rectificación y
humildad, reflexión sin inflexión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.