Jorge Alonso Guerra Macías |
La solución para los graves problemas de abandono que los laguneros sufrimos por parte de Durango y de Saltillo no está en la constitución de una nueva entidad federativa, nos señala Jorge Alonso Guerra Macías. Debemos responsabilizarnos de lo que nos corresponde y cumplir cada uno con el cumplimiento de nuestras obligaciones, ya que por un lado nos quejamos de los deficientes servicios públicos y por el otro no cumplimos con el pago correspondiente, actitud en la que caen numerosos empresarios. Debemos salir de nuestra zona de confort, abandonar nuestra apatía y recobrar el espíritu lagunero, porque lo cierto no es que nos estén acabando, sino que nos estamos acabando nosotros mismos. Todoterreno aparece los viernes en la sección Acentos de Milenio Diario Laguna.
La
grave crisis por la que está padeciendo nuestra Región, no solo se debe al
abandono de las autoridades tanto federales estatales y municipales. Nos
quejamos que los recursos gubernamentales se vierten en la capital de Coahuila
y Durango respectivamente. Que la federación poco o nada voltea a ver nuestra
Región. Que dichas autoridades no son transparentes con el erario. En fin, nos
cansamos de señalar culpables. Tal vez en muchos casos tengamos razón. Pero
también debemos de predicar con el ejemplo. Pues nos acabamos de enterar que
“distinguidos” empresarios no pagan el agua a SIMAS. El colmo.
En
la Comarca Lagunera está sucediendo un extraño fenómeno. Nos estamos acabando
nosotros mismo. Tanto empresarios, como comerciantes al hacer algún negocio,
solicitan el mejor precio, y una vez que lo obtienen, van por el mejor plazo,
es decir, tratan de lograr ventaja en el precio como en el plazo. Se vale… Lo
que no se vale es “ahorcar” al proveedor, hasta sacarlo del mercado en esa
forma tan despiadada.
Debemos
recordar que al dificultar dolosamente un pago, se genera una cadena de
incumplimiento, es decir, si nuestro negocio está pasando por un buen momento,
no debemos “sangrar” a nuestros proveedores, pues esto genera desaceleración en
la economía que tarde que temprano nos perjudicará, pues ellos a su vez pagan
nómina, insumos, gastos fijos y por supuesto su justa ganancia. Por el contrario,
si ponemos nuestro granito de arena mínimo en el cumplimiento de nuestros
compromisos, además de negociar tanto precio como plazo, en una forma no
leonina, estaremos ayudando a reactivar la economía de nuestra Región.
La
Laguna siempre se había distinguido por empresarios y comerciantes justos, los
salarios estaban muy por encima de la media nacional, muchas veces no
necesitaban firmar documentos, la palabra se respetaba. Ahora algunos
comerciantes y empresarios sangran al empleado -con un salario mínimo y sin
IMSS- y aniquilan a sus proveedores poco a poco, total, comentan, “ existen más
proveedores y gente que quiera trabajar por la mitad del salario”
Con
este pensamiento “capitalista”, no esperemos que se reactive nuestra Región.
Donde está el problema, está la solución. No la busquemos ni en Saltillo, ni en
Durango capital. Más bien ellos siempre han necesitada de nosotros. Unámonos y
seamos justos con nuestros proveedores y personal, que son los que fortalecen
la Región Lagunera y generan su riqueza.
El
abusar de los proveedores y empleados mal pagados, provoca inestabilidad e
inseguridad, pues las necesidades de ambos se deben cubrir y si no alcanza, se
busca por otros lados. Suena a utopía pero intentémoslo, vale la pena por nuestros
hijos y nuestra tierra.
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