Jorge Alonso Guerra Macías. |
En memoria de mi madre a dos años
de su partida a la patria
celestial
La
orden religiosa de los jesuitas, tiene como regla para admitir en la Compañía
de Jesús a profesionistas, no importando que profesión tengan, pues podemos
encontrar químicos, físicos, matemáticos, arquitectos, abogados, médicos,
etcétera.
Los
Jesuitas es una orden religiosa muy exitosa, tan es así que el actual Papa es
jesuita. El contar con profesionistas dentro de esa orden religiosa les abre la
mente, es decir, los futuros sacerdotes encuentran mucho más fácil comprender y
asimilar tanto la filosofía como la teología, materias que tienen que aprobar
entre otras muchas más.
Anteriormente
un Jesuita debía egresar de seminario menor, donde cursaba desde secundaria,
haciendo un largo camino para llegar a ordenarse de sacerdote. Ahora, además de
sus estudios universitarios, deben pasar por el seminario. Por lo tanto, en
caso de no continuar con su apostolado, tienen una profesión que pueden
ejercer.
Actualmente
en todo México nos encontramos con un sinfín de profesionistas que están sin
empleo, o en el mejor de los casos con sub empleos, como taxistas, vendedores
de autos, de libros o vendedores ambulantes, sin ninguna prestación de ley,
pues ellos mismos se auto emplean, y si trabajan para un patrón, no les otorga
las prestaciones fundamentales como sería el IMSS, e INFONAVIT, dejando a la
familia sin un patrimonio -vivienda- y sin protección de salud -seguro social-
y de retiro por jubilación.
El
poder contar con profesionistas, dentro de una corporación policíaca, traería
como consecuencia una más rápida capacitación de dichas personas, el
aprendizaje y atención en los cursos de capacitación, es superior al de una
persona que solo cuente con primaria y secundaria, muchas veces terminadas de
panzazo.
Al
integrarse dichos profesionistas a la corporación policiaca, después de haber
terminado los cursos de capacitación, son personas con un mayor criterio en
situaciones donde puede estar en peligro la ciudadanía. Además se debe hacer
una reingeniería dentro de la corporación, es decir, lo que anteriormente
hacían diez o doce personas ahora lo realizarán la mitad, eso sí, también
deberán estar mejor remunerados que los que no tienen una profesión. El contar
con personas profesionistas y profesionales en esta área tan delicada, traerá
certidumbre a nuestra ciudad, misma que en estos tiempos está reclamando la
gente.
Si
este proyecto cristaliza, se cumplirán dos objetivos fundamentales. El primero,
oxigenar a la corporación policíaca con gente profesional, donde los mismos
capten más rápido las reglas establecidas por conducto de cursos especializados
-academia- y segundo, se estaría ofreciendo un trabajo bien remunerado y con
todas las prestaciones de ley a muchísimos profesionistas jóvenes que se
encuentran desempleados.
jorge.alonsoguerram@yahoo.com.mx
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