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30 de mayo de 2013

Si no saben; pues pregunten

Fidencio Treviño
Maldonado
En un escrito que me hizo llegar vía correo electrónico Fidencio Treviño Maldonado se ocupa del llamado Pacto por México al que califica como una engañifa y como parte de la estrategia del PRI Sistema para conservar el poder y que los mismos de siempre medren con sus prebendas y canonjías. El 7 de julio miles de mexicanos de todo el país tendremos la oportunidad de refrendar nuestra voluntad de cambio manteniendo nuestra dignidad y no vendiendo nuestro sufragio a cambio de dinero o despensas

Otra más de las jaladas de nuestros políticos y de las ideas que nuestra casta divina, hacer un pacto y como antes dije en otro artículo, es un simple y canalla “Pacto de Lobos”.
Ni los mismos políticos que hicieron o elaboraron el proyecto (que debe haber costado bastante caro) le entienden,  tal como pasó con la multicopiada reforma educativa, que al final terminó y todos en paz con la sempiterna líder en el bote.
Esto no se resuelve por decreto ni con buena voluntad,
sino generando oportunidades para que todos tengan
acceso al progreso y una buena calidad de vida.
Terminar con la pobreza, el combate al crimen organizado o desorganizado, el ayudar a producir en el campo es o son puros sueños gibados, propios de la gente sin quehacer. Las escuelas están cayéndose a pedazos, no tienen techos, no hay en los baños, mucho menos en los bebederos.
No tienen espacios agradables para que los escolapios practiquen deportes ni hay comedores como en otros países, el tiempo que el niño o adolescente pasa en las aulas es reducido y con el estomago vacío.
Existen en el país miles de colonias sin regularizar, cuyos habitantes se cuelgan de los postes para robar la energía, la miseria campea en los jacales de cartón o lámina, la insalubridad ronda y los institutos de salud son un asco, pues no atienden a los derecho habientes ni disponen de un cuadro de medicamentos.
Lo real que la gente que pagan impuestos – causantes cautivos – no son merecedores de ninguna atención, en el caso del IMSS el personal mejor se ocupa de promover a sus lideres que de atender las ventanillas y en el ISSSTE la situación es peor pues algunos, no todos, doctores enfermeras y trabajadores de intendencia “trabajan” con el lema: “la paga es poca, pues hago poco”, vaya mentalidad.
El campo se llenó de hierbas malas y lideres de oropel, no hay ayuda para los auténticos productores, el PROCAMPO llega cuando les da su regalada gana a los que se creen dueños del dinero o de plano no llega, que decir de los programas del 70 y más, que son meramente electorales.
Y si el recurso no es retirado en 72 horas, el gobierno o sepa usted quien lo recoge para su bolsa o cuenta bancaria, ahora salen con la jalada de que el Pacto por México es no hacer ruido en las elecciones por parte de los funcionarios públicos en los Estados donde se realizarán procesos electorales.
¡Qué no chinguen!, ¿es un pacto o es una ley?. Si no saben que nos pregunten, ese pacto es pura burla para los mexicanos.
Éste mentecato disque articulista y editorialista mediocre, propone y dice: Pacto sería encerrar a los cientos o miles de funcionarios y ex funcionarios ratas y que devuelvan la lana que se robaron, tener escuelas y profesores de calidad a la voz de ya y que en las escuelas haya comedores para los niños y adolescentes como en otros países ricos.
Y es que nuestro país es muy rico y para confirmarlo basta con ver los sueldos de los funcionarios y a los aficionados que llegan a pagar cinco mil pesos por presenciar un solo juego, en nuestra mediocre liga mexicana de futbol.
Un auténtico pacto implica la generación de empleos donde ocupar a los mexicanos, la realización de obra pública y ofrecer los medios para que se traigan empresas, sean nacionales o extranjeras que generen inversión para que haya movimiento de la economía.
Un auténtico Pacto por México buscaría la manera de acabar con la corrupción legislando para que sean más severos los castigos a los delincuentes y narcotraficantes con jueces que no sean venales y que garanticen la impartición de justicia “caiga quien caiga y hasta las últimas consecuencias”.
En las universidades se  deben ofrecer las carreras adecuadas para cada zona del país, de acuerdo con las empresas instaladas, de tal manera que los egresados de esas instituciones no vayan a engrosar directamente las filas del desempleo o a desempeñarse en sub empleos como taxistas, taqueros y vendedores ambulantes.
Un real Pacto por México debería instrumentar que grandes empresas como Soriana, Lala, Peñoles, Telmex, los grandes bancos, paguen a Hacienda por concepto de impuestos la parte justa y equitativa que les corresponde, de acuerdo con las millonarias ganancias que obtienen, sin que se les hagan descuentos como actualmente ocurre.
Finalmente dentro del pacto por México se debe poner fin a las simulaciones, si se va a tener una legislación especial con motivo de los procesos electorales par que exista veda respecto a la publicidad gubernamental en cuanto a sus obras y acciones, que ese espacio de silencio se respete, puesto que así lo establece la ley.
Si va a ocurrir como en las auténticas democracias, donde gobernantes y legisladores se promueven desde sus cargos, a si mismos o a sus partidos políticos que se haga, a fin de cuentas los ciudadanos podrán saber quienes de los que realizan la oferta política pueden cumplir o no.
En ese contexto, una buena acción de gobierno se convertirá en votos a favor.
Actualmente, los gobiernos de Coahuila y de Torreón caen en la simulación, promueven eventos y agrupaciones de proselitismo, como el festival “La Calle es de Todos” o los Comités de Acción Popular, los mentados COMPPAS.
Y declaran luego (Olmos y Moreira) que se trata de acciones para llevar diversión al pueblo. Son sobornos que se unen a los tinacos, materiales de construcción, pintura, despensas y cantidades en efectivo con los que se compra el voto.
Comentarios y sugerencias; kinotre@hotmail.com

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