Fernando Castillo. |
Otra de las posiciones encontradas en
torno al debate generado por el impuesto a bebidas azucaradas y alimentos
chatarra. Esta es la columna Dicho sea de Paso del
abogado poblano Fernando Castillo y
que se publicó el pasado domingo 20 de octubre del 2013 en www.e-consulta.com con el siguiente enlace:
http://www.e-consulta.com/opinion/2013-10-20/arriba-las-manos
Bien
lo dijo Adam Smith: “No hay arte que un gobierno aprenda más rápido de otro que
el drenar dinero de los bolsillos de la gente”.
Esta
semana se consumó la aprobación en la cámara baja de una Miscelánea Fiscal disfrazada
de Reforma Hacendaria.
Con
la férrea oposición del PAN, PT y Movimiento Ciudadano, los diputados del PRI,
PV, PANAL y los recién adquiridos Perredistas, formaron un bloque que terminó
por ser suficiente para aprobar las reformas que son la misma medicina (que no
ha funcionado) pero en distinta dosis.
En
una de esas extrañas vueltas de la vida, el PRD, el partido que promueve la
austeridad gubernamental, vaya, que el gobierno se apriete el cinturón, ha regresado
a su querencia y votó junto con el PRI a
favor de modificaciones sustanciales que tendrán una repercusión grave en las
condiciones de vida de los ciudadanos.
Y
es que si tomamos por cierta aquella frase de Don Porfirio de que “Perro con
hueso en el hocico, ni ladra ni muerde”, podemos entender un poquito el cambio
de posición del más representativo de los partidos de izquierda, que a cambio
de que su bastión político, el Distrito Federal, reciba algo así como 700
millones de pesos, ha aprobado modificaciones impositivas que le representan al
gobierno ingresos adicionales por poco mas de 200 mil millones.
Tal
vez el discurso de los panistas que acusan al PRD de haber vendido su
primogenitura por un plato de lentejas, es demasiado duro, yo me pondría a
reflexionar sobre las palabras de Manuel J. Jauregui, quien dice: “cuando en
una democracia la oposición no funciona como oposición, quiere decir que fue
intimidada, doblegada o comprada. Seguramente las tres cosas a la vez”.
Por
mucho que el perredismo asegure que las modificaciones no afectan a la clase
media ni a los pobres, la realidad es muy distinta. Tal vez no se afectan sus ingresos, pero si la fuente
de sus ingresos, sus trabajos.
Se
homologó la tasa de IVA en todo el país y se aprobó aplicarlo a las
importaciones temporales, eso generará menos inversión en el ramo de la maquila
y menos empleos, principalmente en la región fronteriza.
El
gobierno de Peña Nieto y su ahora “nuevo mejor amigo”, han tomado medidas
absurdas que tendrán por efecto, menor crecimiento, inflación y desempleo. Su
punto de vista sobre la economía, es el mismo que afirmaba Ronald Reagan del
gobierno cuando lo resumía en estas palabras: “Si se mueve, ponle impuestos; si
se sigue moviendo, regúlalo; si se deja de mover, subsídialo”. El problema es
que el mismo gobierno está propiciando que nuestra economía se deje de mover.
Y
es que lo que pasó se resume en algo que decía mi abuela: “A falta de PAN…
tortillas”. Y no porque Gustavo Madero no hubiera contemplado la posibilidad de
sacar junto con el PRI la miscelánea fiscal, sino que en los cálculos de Luis
Videgaray y el priismo, no entraban los azules, dada la división que hay y
falta de control de Madero sobre la totalidad de sus legisladores.
Así,
el presidente encontró quien le ponía precio a sus principios y gustoso vendía
su ideología a cambio de proteger la informalidad en la que basa su clientela y
más recursos para la Ciudad de México, o sea para un gobierno que, al igual que
el federal no ha dado muestras de saber para qué están.
El
PRD se ostenta como padre de la eliminación en la iniciativa de la propuesta
del IVA en colegiaturas, rentas y créditos hipotecarios. En realidad la única
lucha que se vio en ese sentido, fue del panismo.
Sin
embargo, el perredismo calla respecto a lo que sí votaron junto con el PRI, de
quienes ahora, por cierto, ya se espera cualquier cosa.
Los
mercaderes de la política no nos dicen que estuvieron en el grupo que propuso y
aprobó, que para compensar los ingresos que ya no se tendrían, tendremos un
gasolinazo mensual de entre 9 y 11 centavos (dependiendo el combustible) aún y
cuando el mismo presidente (el olvidadizo que en campaña aseguró que bajarían
los combustibles) solo propuso un incremento mensual de entre 6 y 8 centavos.
Dos
cosas quedan claras.
Por
una parte como lo dijo Edgar Favre: “Reforma Fiscal es cuando prometen reducir
los impuestos sobre las cosas que se gravan desde hace tiempo y crean nuevos
sobre las cosas que no estaban gravadas”.
Por
otra, el PRI y sus aliados, nuevos y viejos, nos confirman lo ya citado alguna
vez en este espacio: “Los partidos políticos se han convertido en colectivos de
malhechores, en lucha por la apropiación del erario público”. No hay otra
manera de entender lo que hizo el PRD.
Queriendo
financiar programas asistencialistas, se ha optado por atacar al emprendedor,
al empresario, a todo aquel que genera empleos e incluso a aquel empleado que
su preparación, capacidad, y esfuerzo le han llevado a obtener mejores ingresos.
Tenemos
un gobierno que da pena, que no sabe gobernar y eso lo vemos en su política
fiscal. Confucio decía: “En un país bien gobernado, la pobreza es motivo de
vergüenza. Pero en un país mal gobernado, el motivo de vergüenza es la
riqueza”.
Se
nos castiga, por trabajar más, ahorrar más y en consecuencia ganar más, al
aumentar la tasa de I.S.R. hasta 35% dependiendo el monto de ingresos. Todos
trabajamos buscando el conseguir un patrimonio, a diferencia del presidente, la
mayoría de los mexicanos forma su patrimonio con trabajo, ni nos lo heredan ni
nos lo donan.
Se
han reducido los montos de las deducciones personales en el I.S.R., y se le
aprobó un déficit fiscal al gobierno por 1.4% del PIB, algo así como 580 mil
millones. Comparado con eso, el PRD se vendió por migajas.
Tengo
una amiga que, según me comenta un colaborador que opera mis redes sociales, le
gusta mucho darse lo que llama #GustosCulposos, ahora esos gustos saldrán más
caros, dado el absurdo impuesto del 5% a la comida chatarra. Se dice que es
para combatir la obesidad, pero incluso le quitemos el único impuesto que
pagaba el vendedor informal de tacos y garnachas el IDE.
Seguramente
“Su”, mi amiga que le comento y su sobrina, lo piensen dos veces antes de
adoptar el perro que querían, al igual que otra amiga que realiza labor altruista
con animales (de cuatro patas y ninguno tricolor, verde ni amarillo) tendrán
que pagar ahora más por los alimentos procesados para mascotas.
La
formula no es tan difícil. Bajos impuestos generan crecimiento, con ello más
empleos, más gasto y más recaudación.
Es
necesaria una verdadera Reforma Fiscal. Hay que ampliar la base de
contribuyentes. Primero que todos paguen y entonces sí, que pague más quien más
tenga.
Hoy
se gravaron refrescos, mañana gravaran ventanas.
La
otra parte de la reforma hacendaria ni se ha tocado: El Gasto. Si ya nos
quitaron más, ahora que se gaste bien. No debe haber subejercicios y si por el
lado de los ingresos inhiben la economía, que los recursos se gasten a tiempo
para no llevarnos de lleno a una recesión.
Mientras
tanto, “ARRIBA LAS MANOS”, porque esto, esto fue un asalto.
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