Fernanda de la Torre. |
Requiere de
agallas, fortaleza, valor, visión a largo plazo el levantarse y trabajar por la
paz. Quizá las cosas no cambien mientras vivamos, no importa.
Jody Williams
A
lo largo de la historia, solo 15 mujeres han sido galardonadas con el Premio
Nobel de la Paz y Jody Williams es una de ellas. Tuve el gusto de escuchar y
charlar unos minutos con ella en el Hay Festival de Xalapa. Es una mujer
franca, directa, con un entusiasmo que contagia. Además de haber recibido el
Premio Nobel de la Paz en 1997, Jody es conocida alrededor del mundo por su
trabajo en defensa de los derechos humanos, en especial los de las mujeres.
Su
gran fortaleza y determinación salieron a relucir desde que era muy niña.
Creció en un entorno complicado ya que uno de sus hermanos, además de ser
sordo, sufría de esquizofrenia con episodios muy agresivos. En más de una
ocasión Jody defendió a su madre. Cuando lo recuerda durante nuestra plática,
todavía aprieta el puño. Ella atribuye su carácter a su situación familiar y a
su padre, un hombre que nunca soportó los abusos de los poderosos a los más
necesitados. “No me di cuenta hasta que murió en el 2004, que tenía mucho de mi
papá”.
Jody Williams |
Esa
responsabilidad y las ganas de tener un mundo mejor la llevaron a Centro
América, en donde fue víctima de una violación. Ella narró ese episodio ante
una audiencia de Los Monólogos de la Vagina, lo hizo para no permitir que esas
terribles experiencias arruinaran la vida de otras mujeres. “En mi vida, no soy
víctima. Si algo me pasa y no tengo la culpa, entiendo que el problema está en
la persona que me hizo eso. El problema no está en mí. Sé que para mucha gente
no es fácil. Por eso, considero que mujeres han sufrido eso y no se sienten
víctimas, tenemos la obligación de reunirnos con mujeres que todavía no
entienden que el problema es del violador, no de la mujer”. Recientemente Jody
Williams escribió un libro llamado: My Name Is Jody Williams (Me llamo Jody
Williams) en el que cuenta su vida, y hace énfasis en nuestra capacidad para
cambiar las cosas.
En
1992, organizó la Campaña Internacional para Prohibir las Minas Antipersonales
(ICBL por su sigla en inglés) dónde trabajó como coordinadora hasta 1998. Por
su trabajo, recibió en 1997 junto con la ICBL el Premio Nobel de la Paz. El
recibir un galardón así, cambia la vida de cualquiera. “Cada año siento más la
responsabilidad que viene con el Premio Nobel. Entre más hacemos, más esperan
de nosotros. Hay días que pienso que me gustaría no hacer nada, pero después de
30 años de activismo, uno no puede no hacerlo, porque conozco su importancia.
Sin ganas, acepto el papel que me dieron con el premio y acepto que es necesario
seguir siendo un ejemplo y más para mujeres jóvenes”. 16 años después de haber
recibido el premio, Willilams continúa luchando incansablemente por la paz. Por
ello, estableció junto con otras mujeres ganadoras del Premio Nobel de la Paz,
una iniciativa para ayudar a fortalecer el trabajo realizado en defensa de los
derechos de la mujer alrededor del mundo. Un esfuerzo unido hacia una paz con
justicia e igualdad. (http://nobelwomensinitiative.org/about-us/acerca-de-nosotros/)
Jody
Williams decidió finalizar su discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz,
señalando la importancia del trabajo de colaboración de las ONG’s, las Naciones
Unidas, gobiernos y el Comité de la Cruz Roja Internacional que sentó un
precedente. La colaboración, el trabajo en equipo, el pensar en otros y en el
planeta es muy importante. Si aprendemos a trabajar juntos, buscamos nuestra
pasión y hacemos algo, como dice Jody: ¡Qué mundo tendríamos, pero qué mundo!
fernanda@milenio.com
Twitter http://twitter.com/FernandaT
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