No cabe duda que en todas partes se cuecen habas y en días pasados resultó que un editor de ZOCALO, periódico que se edita en Piedras Negras y Saltillo, mutiló un artículo del yucateco Carlos LORET DE MOLA, como sea, aquí reproducimos ese trabajo en ejercicio de la libre expresión de las ideas:
Por Carlos LORET DE MOLA
Hace rato que cuidar las formas dejó de estar de moda en la política mexicana, pero olvidarlas puede traer costos a un joven panista con altas aspiraciones, un priísta que construye su escalera al 2018 y una perredista que quiere, desde un discurso de pureza, gobernar el Estado de México. Las relaciones familiares “peligrosas” son su denominador común.
Roberto Gil Zuarth es el favorito para convertirse en dirigente nacional del PAN. Mientras él se registraba para competir por el cargo, su esposa, Carla Astrid Humphrey, iba a ser electa presidenta del Instituto Electoral del Distrito Federal. Hasta donde se ve, no hay impedimento legal, pero claramente sí un conflicto de intereses. Al grado que el día de la elección vecinal en el DF que le tocaba supervisar Humphrey, acudió a aplaudir a su esposo a la sede nacional panista. Ahora hay un proceso abierto para destituirla por eso. Los “gilistas” en el PAN han filtrado que si su “gallo” gana, la cónyuge renunciaría a ser árbitro electoral. ¿Y si no gana? ¿Es sano, es ético, se “ve bien”, que una consejera electoral esté casada con un relevantísimo diputado federal del PAN?
Humberto Moreira, priísta gobernador de Coahuila, no esconde su intención de que lo suceda en el cargo su hermano Rubén, diputado federal, quien ya empieza a despachar no sólo como candidato, sino como gobernador electo, pues el actual mandatario ha emprendido la ruta para conquistar la dirigencia nacional del PRI. Como no sería pulcro que le entregara el mando del estado personalmente a su hermano, el plan luce trazado: él se separa de la gubernatura para buscar oficialmente la dirigencia nacional del tricolor, surge un gobernador interino mientras el otro Moreira compite en la elección y, en caso de que la gane, le entrega la estafeta. Con un poder familiar transexenal en Coahuila y el hermano menor en la dirección priísta, el 2018 estará en su mira. ¿Alguien creerá que la elección coahuilense será limpia?
Autonombrada defensora de las mejores causas de la izquierda, proveniente de la Canacintra, la senadora perredista Yeidckol Polevnsky vota en contra del impuesto al tabaco y, por tanto, sistemáticamente a favor de las empresas tabacaleras. El detalle es que su hija, Shirley Almaguer Camacho, es ejecutiva de la empresa tabacalera British American Tobacco México. En el mejor de los ánimos, no se trata de que una de las dos tenga que dejar su carrera, pero existe la abstención particular para evitar cualquier impresión de conflicto de interés a la hora de sufragar. Y no haber acudido a ella, despierta la sospecha en la senadora lopezobradorista.
Para que el diputado panista Roberto Gil tenga una esposa consejera electoral, para que el gobernador priísta Humberto Moreira entregue el poder a su hermano, para que la senadora perredista Yeidckol Polevnsky vote alineada con los intereses de su hija no hay ningún impedimento legal, pero no le da prestigio a la política, no se ve bien, no se antoja ético ni responde a las deseadas mejores prácticas democráticas. ¿Quién va a tirar la primera piedra si todos lo hacen?
SACIAMORBOS
Y eso que no se le ha puesto cocoa a este batido.
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