Verónica Maza Bustamante. |
Parte
de la sección Quién Resulte Responsable que se publica en los medios impresos de Milenio Diario
Laguna, El Sexódromo es una columna donde Verónica Maza
Bustamante orienta sobre temas relacionados con
el erotismo y la sexualidad de una manera informada y didáctica, la semana
pasada se refirió al papiloma, que comparto con ustedes.
http://www.milenio.com/blogs/qrr/papiloma-hoy_7_187251275.html
Hace
11 años, cuando comencé a escribir esta columna, el nombre del Virus del
Papiloma Humano tenía poco tiempo de escucharse en los consultorios
ginecológicos. Muchas mujeres llegaban a consulta cuando la enfermedad estaba
plenamente desarrollada, enterándose hasta ese momento de que corrían el riesgo
de desarrollar cáncer en cuello uterino. Mucho escribí entonces sobre el
asunto.
Al
paso de los años se identificaron los diferentes tipos, la sintomatología tanto
en hombres como en mujeres, y se desarrollaron diversas técnicas para eliminar
las verrugas genitales que genera en algunos casos, así como para controlar al
virus. Un amplio número de personas de ambos sexos buscaron información, los
medios de comunicación le dieron vuelo a la difusión (tanto para informar como
para satanizar, pues se contagia por vía sexual), los médicos lo incluyeron en
sus revisiones diarias y demás.
La
última ola de información que se dio sobre el papiloma fue cuando surgieron las
vacunas y, tiempo después, el sector salud las comenzó a aplicar en niñas,
adolescentes y mujeres. Desde entonces han pasado algunos años sin que haya
grandes novedades y poco se escucha ya del tema, pues en los medios de
comunicación y en las redes sociales lo que es nota hoy se olvida mañana.
Esta
falta de información constante provoca que los más jóvenes no tengan plena
conciencia de los riesgos que implican las relaciones eróticas sin preservativo
ni de la necesidad de revisiones médicas constantes para tener un diagnóstico a
tiempo de cualquier padecimiento. Después de ese boom que hubo a principios de
los años dos mil con imágenes espeluznantes de las verrugas genitales, ahora
poco se muestra y tengo la impresión de que volvemos a entrar a uno de esos
espacios en blanco de la información sexual que hace que las personas se
relajen, olvidándose de la protección.
Por
ello, no está de más hacer una actualización sobre el tema. A todos aquellos
que comienzan su vida erótica o no han escuchado hablar del Virus del Papiloma
Humano, les cuento que es una infección que se produce por contacto con las
mucosas del tracto genital femenino o masculino, y afecta a la vulva, vagina,
cuello uterino, pene, escroto y ano. A la fecha se conocen cerca de 140 tipos diferentes:
alrededor de 40 infectan los genitales y 15 de ellos son considerados de alto
riesgo porque desarrollan cáncer en el cuello uterino, aunque existen también
algunos subtipos de bajo riesgo que causan verrugas genitales.
La
infección por papiloma no produce signos ni síntomas, así que la mayoría de las
personas nunca se entera que lo tiene porque, en ocasiones, el virus desaparece
por sí solo sin causar problemas de salud. Es decir, aunque no haya verrugas
visibles (en vulva, vagina, pene, ano, escroto), la persona es portadora. Otro
síntoma son las irritaciones constantes en la entrada de la vagina, con ardor y
sensación de quemadura durante la penetración.
Existe
la creencia de que con el papanicolaou se puede determinar si se porta o no el
virus, por lo que aquellas mujeres que se hacen esta revisión cada año (son muy
pocas), creen que sin pedirle al médico que analice esta situación, se verá en
los resultados. Pero resulta que el VPH es un virus ADN (ácido
desoxirribonucléico), es decir, contiene información genética. Esto permite,
mediante técnicas de biología molecular, descifrar el código genético de la
mayoría de los virus, pero también complica un resultado a través del
papanicolao, el cual a veces da un “falso negativo”. Debido a ello, es necesario
decirle al o la ginecólog@ que busque la existencia del virus a través de una
PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) y Captura Híbrida, las cuales,
realizadas junto con la colposcopía y el papanicolaou darán un diagnóstico
certero. Los hombres tienen que realizarse una penescopía.
El
uso del condón puede ayudar a prevenir el VPH, pero puede ser que éste exista
en partes de la piel que no cubre el preservativo. El condón femenino protege
más de la vulva en las mujeres, pero no ha sido estudiado detenidamente para
determinar su capacidad de prevenir este virus. Sin él, la única manera de
prevenir el contagio es la abstinencia, así que en caso de tener una vida
sexual activa, haber tenido varias parejas sexuales previas a la actual, tener
varias a la vez o echarse canitas al aire de vez en cuando es necesario emplear
el preservativo. Esto, junto con los controles médicos, nos mantendrá con buena
salud.
Actualmente
existen dos vacunas comercializadas: la tetravalente (VPH-4, frente a tipos
6/11/16/18), y la bivalente (VPH-2, tipos 16/18). Están aprobadas en niñas a
partir de los nueve años de edad y mujeres hasta los 45. Su acción está mediada
por una doble respuesta inmunitaria: humoral y, en menor grado, celular. Aún no
se ha comprobado su eficacia plenamente porque se necesitan décadas para que
una displasia evolucione, si lo hace, a cáncer invasivo, pero sí se sabe que no
tiene efectos negativos hasta la fecha. Es decir, no está en etapa
experimental; la Cofepris autorizó aplicarla tanto a hombres como mujeres desde
2006 y se espera que en 2015 salga al mercado una nueva que ataca a nueve tipos
del virus.
Por
ello, debería aplicarse a TODAS las niñas (es como cualquier otra vacuna y el
sector salud la pone gratuitamente), pero también a todos los NIÑOS.
Al
inicio del ciclo escolar en función, el Instituto Nacional de Salud Pública, a
través del investigador clínico Carlos Aranda-Flores, dio a conocer que el
gobierno capitalino incluyó la vacuna a niños y recomiendan a los hombres
también tomarla en cuenta.
Ilustración: Sandoval. |
El
especialista invita a la aplicación de la vacuna lo más temprano que se pueda:
en el caso de los integrantes del sexo masculino se recomienda ponerla entre
los nueve y los 26 años de edad.
Así
que ya lo saben: hombres y mujeres, les pido que estén al tanto de su salud
sexual (es muy amplio lo que ésta implica), que se hagan revisiones frecuentes
aprovechando los servicios médicos gratuitos y, si tienen la posibilidad, los
privados. Recurriendo a asociaciones, grupos, instituciones donde les den la atención
correcta. Protéjanse empleando preservativo y haciéndose responsables de sus
encuentros eróticos. Cuídense; cuiden a aquellos y aquellas que les regalan su
tiempo, sus ganas, sus deseos en la cama.
Papás,
mamás, piensen en la salud de sus hijos e hijas, resuelvan sus dudas, pregunten
a doctores o en servicios médicos, pero aplíquenles estas vacunas. No tendrán
mayor impacto en el desarrollo de la vida sexual de sus retoños salvo en la
protección que van a tener en la vida adulta.
Antes
de despedirme, los invito a que visiten mi nueva página en Facebook: La Doctora
Verótika, donde diariamente subo información —mía y de otros especialistas—
sobre sexualidad, erotismo, salud, literatura erótica, música, y podré atender
sus comentarios, dudas o sugerencias.
Les
mando un abrazo y muchos besos húmeditos de fin de semana.
@draveroika
elsexodromo@hotmail.com
facebook.com/veronicamazab
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