Jorge Alonso Guerra Macías. |
No
obstante la cantidad de barras y asociaciones de abogados que existen en la
comarca lagunera, no hay nadie que señale el error de que se incluya la palabra
“preferentemente” en la disposición para que sean Licenciados en
Derecho quienes ocupen determinados cargos
municipales. La columna es Todoterreno que semanalmente firma en Milenio Diario Laguna el abogado Jorge Alonso Guerra Macías, y que puede ver directamente en el
enlace que aparece enseguida.
http://www.milenio.com/firmas/jorge_alonso_guerra/Preferentemente_18_190960911.html
En
la Comarca lagunera contamos con infinidad, tanto de colegios, como barras de abogados.
Que sí fiscalistas, penalistas, laboralistas, civilistas. Por gremios no
paramos, pero desafortunadamente ni todos los colegios y barras de abogados han
podido con una sola palabra. Preferentemente. Dicha término es lo que ha
excluido a los licenciados en derecho de puestos públicos, destinados a la profesión de los estudiosos de las leyes.
El
código municipal en Coahuila, anteriormente estipulaba, que para ser designada una persona al puesto de
secretario de ayuntamiento o en una dirección con perfil de licenciado en
derecho, por obvias razones debería de
cumplir dicho requisito, es decir, ser abogado o licenciado en derecho.
El
vocablo preferentemente fue aceptado en la ley, -código municipal- para darle
oportunidad al alcalde en turno, de designar en algún puesto relevante a un
amigo o compromiso, sin tener el perfil
para desempeñar el puesto, y como consecuencia obviamente tenemos “funcionarios
públicos” que ni idea tienen de la responsabilidad que están desempeñando. Como
es posible que el gremio de abogados y licenciados en derecho, no se haya
pronunciado en contra de dicho vocablo, que le está restando oportunidades de
trabajo a sus asociados, pero lo que es peor aún, el daño que se ocasiona al
municipio cuando es designado, por ejemplo, a un químico como contralor
municipal, como es el caso de la administración actual, donde en dicho puesto
debería fungir o un licenciado en derecho, o un contador, pero un químico que
ni idea tiene de los procedimientos jurídicos y administrativos que se deben
realizar, es el colmo, a menos que dicho
químico lo hayan designado para hacer alquimia y desvanecer todos los malos
manejos, tanto de la anterior
administración, como de la actual.
Esperemos
que el alcalde electo Miguel Riquelme Solís, designe en su equipo de trabajo a
personas con el perfil profesional del puesto a desempeñar, aunado a un examen
de confianza y antecedentes de buena conducta, haciendo caso omiso a la palabra
preferentemente, toda vez que dicho vocablo, ha provocado más perjuicios que
beneficios, salvo raras excepciones, y si no es así, que los colegios y barras
de abogados hagan valer sus presencia gremial, para exhortar al alcalde a
desistir de dicha práctica nociva para la sociedad.
OTROSÍ
DIGO. Uno de los que se escucha insistentemente en radio pasillo, tanto de las oficinas municipales en Torreón,
como restaurants y cafés, para ocupar la Presidencia del Tribunal de
Justicia Municipal, es Benjamín Noyola
Del Río. Doctor en Derecho. Se comenta que lo une una fuerte amistad de antaño con el futuro alcalde.
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