Carlos Puig |
La
situación que vivimos en La Laguna a
consecuencia de la escalada de violencia percibida por Carlos Puig. La columna es Duda Razonable que se publica en Milenio Diario
Laguna
y que incluimos en el blog por considerarla de gran interés para nuestros
seguidores.
Twitter:
@puigcarlos
Es el principio de la intervención en
una de las zonas más golpeadas por el crimen en los últimos años. Por el nivel
de violencia y la complejidad de su estructura política y demográfica, La
Laguna puede volverse icónica en el sexenio que comienza.
El jueves en
la mañana representantes de nueve secretarías de Estado, convocadas por la
Subsecretaría de Prevención del Delito, en un salón de un hotel de Torreón se
reunieron con diferentes funcionarios de los gobiernos estatales de Coahuila y
Durango; representantes de los municipios de Torreón, Lerdo y Gómez Palacio,
organizaciones de la sociedad civil y organizaciones empresariales. La idea era
comenzar a coordinar esfuerzos, detectar necesidades, corregir posibles
delitos.
Más de cien
personas estaban ahí.
Los mismos
funcionarios de la Secretaría de Gobernación que ya han tenido este tipo de
reuniones en otras regiones prioritarias para el gobierno, como Acapulco, se
dieron cuenta ahí mismo de lo particular que es La Laguna por ser una zona
metropolitana que abarca dos estados y cuatro municipios. A eso de las nueve de
la noche terminaron las últimas reuniones. Es el principio de la intervención
en una de las zonas, junto a Acapulcó, más golpeadas por el crimen organizado
en los últimos años.
Por el nivel
de violencia y la complejidad de su estructura política y demográfica La Laguna
puede volverse icónica -para bien o para mal, según los resultados- en el
sexenio que comienza.
Algunos
antecedentes y datos que recojo del más reciente informe del Observatorio
Nacional Ciudadano sobre La Laguna:
En 2007 una
serie de sucesos violentos que parecían aislados rompieron la habitual
tranquilidad en la zona metropolitana de La Laguna (ZML). En 2008 el
crecimiento sistemático de hechos delictivos dio forma a una compleja situación
que durante el ultimo lustro ha convertido la región en territorio de disputa y
una de las de mayor violencia e inseguridad del país.
En estos cinco
años la población ha hecho de la inseguridad su principal preocupación y temor.
La incidencia delictiva ha crecido exponencialmente evidenciando complicidades
y debilidades institucionales en áreas críticas del gobierno. Baste mencionar
que todas las corporaciones policíacas municipales han sido sucesivamente
señaladas de tener vínculos con grupos delincuenciales, lo que ha motivado procesos
de reestructuración de estos cuerpos: primero fue la Policía Municipal de
Torreón la que tuvo que depurar prácticamente en su totalidad la corporación;
necesidad a la que se han visto obligados en Lerdo, Matamoros y Gómez Palacio.
En diciembre de 2012 se ordenó el traslado de todos los internos del Cereso de
Gómez Palacio y el subsecuente cierre del penal. Asimismo reiteradamente han
sido atacadas las instalaciones de las diversas policías locales y también las
de la federal; situación a la que se han visto expuestos también los medios de
comunicación.
La tasa
histórica de homicidio doloso en ls ZML rompió su máximo en 2008. A partir de
entonces las tasas de violencia crecieron año con año. La respuesta de las
autoridades, entre otras, fue la implementación de operativos especiales. De
2008 a la fecha se han establecido los operativos Conjunto Laguna (julio,
2008), Despliegue Masivo de la Policía Federal (julio, 2010), Sellamiento Nazas (enero, 2011), Laguna Segura
(octubre, 2011) y Despliegue de la Policía Metropolitana (enero, 2012).
Sin embargo, Los
resultados han sido erráticos en el comportamiento de la incidencia delictiva. Si
bien ha habido una disminución en robo violento y robo de vehículo violento en
el último año, la violencia ha mantenido una tendencia
creciente de manera sistemática pese a la implementación de los operativos. En
lo que se refiere a homicidio doloso, los resultados de los operativos han sido
ineficaces pues su implementación no ha significado una reducción de la
violencia.
La tasa de
homicidio doloso en la ZML de 62.3 homicidios por cada 100 mil habitantes fue
3.5 veces mayor que la nacional en 2012. Pese a que como tasa se mantuvo igual
a la del año pasado la proporción respecto de la nacional es mayor que en 2011
debió a que en el país ha disminuido a diferencia de lo ocurrido en la región.
No ayuda a la
situación que Coahuila se haya visto en la necesidad, gracias a la deuda
contraída en el sexenio pasado de apretar el gasto público. Pata colmo, en
julio hay elecciones de presidencias municipales.
Algo, sin
embargo, parece comenzar a moverse. Los empresarios, un poco aletargados en los
últimos años, han comenzado a organizarse como lo hicieron hace algunos años
los de Tijuana y Monterrey. Los medios de comunicación han resistido los
embates del crimen y hoy parecen más fuertes que nunca. Nuevas organizaciones
quieren participar en programas que revitalicen zonas de la ciudad.
Nada de esto
funcionará si no hay una inteligente estrategia de seguridad y un despliegue muy
serio y ordenado de fuerzas federales. No está sencillo. Sigue el miedo. Pero
durante el jueves vi algunas caras diferentes, voces más animadas de lo que
había escuchado en algunos años en la región.
Ojalá.
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