Lydia Cacho |
Lydia Cacho es
una periodista que alcanzó una gran exposición pública debido a sus denuncias acerca
de violencia de género, trata de blancas y otras prácticas en que las
principales víctimas son mujeres. El presente artículo lo tomamos del portal de
internet del periódico saltillense
Vanguardia, en el que habitualmente colabora.
Si
usted compra ropa en Zara seguramente trae puesta ropa fabricada por
explotadores que infringen la ley. Hay dos opciones, la primera es preguntarse
qué puede hacer para que la fábrica de la ropa y calzado que usted y millones
de personas compran en México y otros países respete las leyes y no sea parte
de las redes de tratantes de costureras empobrecidas. La segunda es ignorar que
cada vez que compra, usted colabora en el fortalecimiento de la explotación
laboral en nuestro continente. La primera opción puede transformar el mercado
esclavista, la segunda seguramente lo perpetuará.
Cómo
sacar a los tratantes de personas del negocio, mandarlos a la bancarrota pero
lograr que esas personas que vivían esclavizadas tengan opciones laborales
dignas y con derechos respetados. Ese es el título de una de las mesas de
debate del último foro sobre trata de personas y mano de obra esclava en el
mundo. David Batstone, habló de la importancia que tiene ir más allá del boicot
a las maquiladoras esclavistas, y lograr que las propias empresas contraten
sólo fabricas que respetan la ley, los tratados sobre derechos humanos,
derechos laborales y leyes que penalizan la explotación de nacionales, transmigrantes
o migrantes irregulares en el mundo. La colaboración entre organizaciones
civiles que investigan y denuncian estas prácticas, y los medios de
comunicación, es vital para cerrar el paso a los multimillonarios que van por
el mundo sorteando leyes y firmando contratos con explotadores profesionales
que coadyuvan al empobrecimiento obrero.
Tal
es el caso de Amancio Ortega, dueño de Grupo Inditex (Zara) el español cuya
fortuna vale 73 mil millones de dólares; Forbes lo ubicó como el tercer hombre
más rico del mundo según documentó Sin embargo.mx. El propietario de las 56
tiendas de Zara y las 51 Bershka en México, ha sido evidenciado por Fundación
Alameda, una de las organizaciones de activistas anti-trata más efectivas de
Latinoamérica. Esta organización interpuso tres denuncias contra Zara por
contratar maquiladoras clandestinas en Argentina, donde las y los trabajadores
nacionales y de Bolivia son explotados.
Ortega
no es el único que ante las leyes laborales de su país, terciariza la
producción de su ropa y calzado en países donde la leyes son laxas y la pobreza
enorme. Los abogados del emporio de Amancio Ortega aseguran que ignoraban que
la ropa se confeccionaba en talleres clandestinos, pero la evidencia demuestra
que es por la falta de regulación que logran mayores ganancias. El modelo
económico de muchos países, incluidos México, Argentina, la India, Camboya y
Vietnam entre otros, avala la explotación laboral en grado de esclavitud bajo
el pretexto neoliberal de que es mejor ser esclavo que desempleado.
Lucas
Schaerer de Alameda, declaró que en su país hay alrededor de tres mil talleres
esclavos, donde trabajan 30 mil obreros y obreras en pésimas condiciones, con
jornadas de 16 horas, duermen hacinados en habitaciones sin ventilación donde
cohabitan con niños pequeños. Al personal de otros países se le mantiene en la
clandestinidad, trabajando con una sola oportunidad de ir al baño. En muchos
casos les retienen sus identificaciones para que no puedan salir del local en
que duermen, comen y trabajan. La Fiscalía Antitrata de Argentina ha recibido
denuncias de esclavitud contra 110 empresas textiles desde el 2005 al 2013.
Entre las empresas que se mudan de un país a otro una vez descubiertas están
Adidas, Puma, Zara y otras. Se paga 4 pesos por prenda terminada (más o menos 2
mil 400 pesos mexicanos al mes), las y los costureros carecen de derechos y en
muchos casos viven temerosos de que los denuncien.
La
evidencia judicial demuestra que Zara viola la ley, sin embargo la empresa
sigue operando. Mientras tanto activistas de Alameda recibieron amenazas de
muerte. Eso mismo sucede con maquiladores abusivos en México.
Zara
tiene denuncias en 12 países entre ellos Marruecos, Turquía y Brasil. Grupo
Inditex cuenta con 6 mil 009 tiendas en 87 naciones con sus marcas Zara, Pull
& Bear, Massimo Dutti, Bershka, Oysho, Zara Home, etc.
Cuando
los responsables de maquiladoras que sí cumplen con estándares antitrata se
suman para presionar a las secretarías del trabajo en su país, limpian el
mercado. Tres cosas se pueden hacer: denunciar y presionar a la autoridad,
cambiar nuestro consumo; avisar en redes sociales de lo que la o el cliente
puede hacer para impulsar mejores prácticas empresariales, y promover el
consumo ético: le pagamos a quien paga bien. Ni más ni menos.
@lydiacachosi
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