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15 de julio de 2011

Los Milagros Existen

Nora Eliza
SALGUERO GUERRA
No creo en las cadenas, pero si en los hombres y mujeres de buena voluntad, razón por la que publico éste correo que me hizo llegar mi amiga NORA ELIZA SALGUERO GUERRA desde CIUDAD OBREGÓN, SONORA. Asegura ella que los milagros existen y que solo basta tener mucha fe para verlos surgir ante nuestros ojos.

Una mañana una mujer bien vestida se paró frente a un hombre desamparado, quien lentamente levantó la vista... y miró claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas buenas de la vida. Su abrigo era nuevo. Parecía que nunca se había perdido de una comida en su vida. Su primer pensamiento fue: “Solo se quiere burlar de mi”, como tantos otros lo habían hecho… "Por Favor Déjeme en paz!!”, gruñó el Indigente... Para su sorpresa, la mujer siguió enfrente de el. Ella sonreía, sus dientes blancos mostraban destellos deslumbrantes. "¿Tienes hambre?" preguntó ella. "No", contestó sarcásticamente. "Acabo de llegar de cenar con el presidente... Ahora vete."
La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande. De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el brazo. "¿Qué hace usted, señora?" -preguntó el hombre enojado. “Le digo que me deje en paz!!”  Justo en ese momento un policía se acercó. "¿Hay algún problema, señora?" -le preguntó el oficial... "No hay problema aquí, oficial, contestó la mujer… "Sólo estoy tratando de ayudarle para que se ponga de pie… ¿Me ayudaría? El oficial se rascó la cabeza. "Si, el Viejo Juan, Ha sido un estorbo por aquí por los últimos años. ¿Qué quiere usted con él?" Pregunto el oficial…
"¿Ve la cafetería de allí?" -preguntó ella. "Yo voy a darle algo de comer y sacarlo del frío por un ratito." "¿Está loca, señora?" el pobre desamparado se resistió. "Yo no quiero ir ahí! Entonces sintió dos fuertes manos amarrándolo de los brazos y lo levantaron.  "Déjame ir oficial, Yo no hice nada..."
"Vamos Viejo, esta es una Buena oportunidad para ti” el oficial le susurro al oído."
Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el agente de policía llevaron al Viejo Juan a la cafetería y lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería. Era casi mediodía, la mayoría de la gente ya había almorzado y el grupo para la comida aún no había llegado...
El gerente de la cafetería se acercó y les pregunto. "¿Qué está pasando aquí, oficial?" "¿Qué es todo esto?” y “este hombre esta en problemas?"
ELLA le preguntó:  ¿Tienes
hambre? y el le contestó sar
casticamente: No, acabo de
llegar de cenar con el Presi
dente. ¡Ahora vete!...
"Esta señora lo trajo aquí para que coma algo," respondió el policía. "Oh no, ¡Aquí no!" el gerente respondió airadamente. "¡¡¡Tener una persona como este aquí es malo para mi negocio !!! El Viejo Juan esbozó una sonrisa con sus pocos dientes. "Señora, se lo dije. Ahora, si van a dejarme ir?. Yo no quería venir aquí desde un principio." La mujer se dirigió al gerente de la cafetería y sonrió... "Señor, ¿está usted familiarizado con Hernández y Asociados? la firma bancaria que esta a dos calles?" "Por supuesto que los conozco", respondió el administrador con impaciencia. "Ellos tienen sus reuniones semanales en una de mis salas de banquetes." "¿Y se gana una buena cantidad de dinero con el suministro de alimentos en estas reuniones semanales?" preguntó la señora". ¿Y eso que le importa a usted? “Yo, señor, soy Penélope Hernández, presidente y dueña de la compañía". “¡Oh Perdón!” dijo el gerente...
La mujer sonrió de nuevo... "Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato”. Le dijo al policía, que fuertemente trataba de contener una carcajada. "¿Le gustaría tomar con nosotros una taza de café o tal vez una comida, oficial?" "No, gracias, señora", replicó el oficial. "Estoy en servicio". "Entonces, quizá, una taza de café para llevar?" "Sí, señora. Eso estaría mejor". El gerente de la cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una orden. –“Voy a traer el café para usted de inmediato señor oficial". El oficial lo vio alejarse. Y opinó: "Ciertamente lo ha puesto en su lugar", dijo. "Esa no fue mi intención” dijo la señora... Lo crea o no, tengo una buena razón para todo esto".
Se sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró fijamente... "Juan ¿te acuerdas de mí?" El viejo Juan miro su rostro, el rostro de ella, con los ojos lagañosos "Creo que sí - digo, se me hace familiar".
"Mira Juan, quizá estoy un poco mas grande , pero mírame bien", dijo la Señora... "Tal vez me veo mas llenita ahora... pero cuando tu trabajabas aquí hace muchos años vine aquí una vez, y por esa misma puerta, muerta de hambre y frío."
Algunas lágrimas posaron sobre sus mejillas ..
"¿Señora?" dijo el Oficial, No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera pensar que la mujer podría llegar a tener hambre. "Yo acababa de graduarme de la Universidad en mi pueblo", la mujer comentó. "Yo había llegado a la ciudad en busca de un trabajo, pero no pude encontrar nada. Con la voz quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban mis últimos centavos y me habían corrido de mi apartamento. Caminaba por las calles, y era en febrero y Hacía frío y casi muerta de hambre. Vi este lugar y entré con una poca posibilidad de que podría conseguir algo de comer”. Con lágrimas en sus ojos la mujer siguió platicando...
Juan me recibió con una sonrisa. "Ahora me acuerdo", dijo Juan. "Yo estaba detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó si podría trabajar por algo de comer”. “Me dijiste que estaba en contra de la política de la empresa". Continuó la mujer... -Entonces, tú me hiciste el sándwich de carne mas grande que había visto nunca... me diste una taza de café, y me fui a un rincón a disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metieras en problemas. Luego, cuando miré y te vi. a poner el precio de la comida en la caja registradora, supe entonces que todo iba a estar bien".
"Así que usted comenzó su propio negocio?" El viejo Juan dijo.
"Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé muy duro, y me fui hacia arriba con la ayuda de mi Padre Dios. Eventualmente empecé mi propio negocio que, con la ayuda de Dios, prosperó..." Ella abrió su bolso y sacó una tarjeta. "Cuando termines aquí, quiero que vayas a hacer una visita al señor Martínez. Él es el director de personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy segura de que encontrará algo para que puedas hacer algo en la oficina".
Ella sonrió. "Creo que incluso podría darte un adelanto, lo suficiente para que puedas comprar algo de ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te recuperes. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está siempre abierta para ti Juan."
Hubo lágrimas en los ojos del anciano. "¿Cómo voy a agradecer?”, preguntó. "No me des las gracias", respondió la mujer. "A Dios dale la gloria. El me trajo a ti." Fuera de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y antes de irse por su lado... "Gracias por toda su ayuda, oficial." dijo La señora Hernández.” “Al contrario, dijo el oficial", "Gracias. Ví un milagro hoy, algo que nunca voy a olvidar. Y… gracias por el café”…
Que Dios te bendiga siempre y no te olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas, nunca sabes cuando será devuelto a ti... Dios es tan grande que puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan pequeño para entrar en tu corazón.
Cuando Dios te lleva al borde del acantilado, confía en él plenamente y déjate llevar.
Sólo 1 de 2 cosas va a suceder, o él te sostiene cuando tu te caes, o te va a enseñar a volar! El poder de una frase! Dios va a cambiar las cosas hoy y pondrá todo a tu favor. Si crees, reenviarlo, Si tu no crees, elimínalo.
Dios cierra puertas que ningún hombre puede abrir y Dios abre puertas que ningún hombre puede cerrar ..
Si tu necesitas que Dios abra alguna puerta para ti... Comparte este correo con otros.
Y recuerda ser una bendición para otros.

¿De qué se Trata?

La columna es PALABRAS y su autor el compañero JOSÉ MARÍA MENA RENTERÍA, quién en la presente entrega se refiere a como los funcionarios públicos no tienen llene, en éste caso los ediles de MATAMOROS, que pretenden integrar a su dieta los seis mil pesos que reciben para gasto social.

Seis mil pesos que reciben para gasto social, quieren integrados a su sueldo -de más de 20 mil pesos al mes- los miembros del cabildo del municipio de Matamoros que por éstos días determinaron instalar mini-splits en cada uno de sus cubículos mediante la compra e instalación de dichos equipos a un costo de 147 mil pesos.
Pasa así al ámbito de la duda que mortifica lo afirmado por la síndica Patricia Candelaria Valenzuela, que en fecha reciente, a los medios de difusión informara acerca de la “crítica” situación que agobia a las finanzas municipales; a grado tal -según su decir- que complicado se ha vuelto pagar la nómina de funcionarios, directores de área y de trabajadores al servicio del municipio.
¿Qué pasa en el municipio a cargo del alcalde Guillermo del Real Castañeda? Allí se gasta dinero. Por ejemplo, para la“remodelación” reciente de la ampliación del área de trabajo de la tesorería municipal, tomándose para ello la que ocupaba la Dirección de Comunicación Social, a fin de que los empleados de la tesorería la puedan utilizar como área de “break time”.
Contrapunto es que más que escuálida sea la actividad oficial, si de otorgar apoyos a la comunidad se trata, según refleja el padecer de matamorenses como los avecindados en el poblado del ejido Hormiguero, batidores del récord consistente en llevar más de 2 meses sin agua porque no hay apoyos de las autoridades para reactivar su pozo profundo.
Y si de agua se trata, igualmente falta en la cabecera municipal, donde su flujo queda interrumpido cada vez que la CFE corta el suministro de energía eléctrica al Simas por un incumplimiento –histórico- en el pago por concepto de consumo de energía, problema que por falta de dinero persiste sin solución en la para municipal.
Involucrados, además de los habitantes del solar de la Vega de Marrufo van comerciantes como los del Mercado Miguel Hidalgo, que nada agradados están tras ser enterados de que para su centro de trabajo, según voceros del departamento de Obras Públicas del municipio, no hay programada instalación de drenaje para cambiar la tubería de barro de 4 pulgadas, en servicio…hace más de medio siglo. Qué está pasando?
mena_josemaria@hotmail.com.mx 

El abrigo de Pieles


Uno de los mejores circos del mundo es el RONCALLI de ITALIA y en el presente video se ve la razón por lo que afirmamos esto.

Qué Estatura de Mujer

Un frívolo comentario de GUADALUPE LOAEZA en el periódico EL NORTE de MONTERREY recibió un contundente y razonado desmentido por parte de MARGARITA ZAVALA, esposa del Presidente FELIPE CALDERÓN. Ambos textos los hace notar MARCELA PÁMANES GONZÁLEZ quien los envió a FIDENCIO TREVIÑO MALDONADO y éste nos los hizo llegar para ofrecerlos a nuestros seguidores.

Debió haber sido sumamente doloroso para Margarita Zavala ser testigo del diálogo que se dio durante el encuentro dolorosísimo entre las víctimas del crimen organizado y Felipe Calderón, el pasado jueves, en el Castillo de Chapultepec. Conforme escuchaba los señalamientos del poeta Javier Sicilia y los testimonios de madres, padres y hermanos de asesinados o desaparecidos, la expresión de su rostro se entristecía de más en más. Era evidente que Margarita padecía profundamente tanto por las víctimas como por todos los reclamos que le hacían a su marido. No te enojes, Felipe; por favor no te vayas a enojar, parecía suplicarle telepáticamente con toda su alma y con una postura ligeramente encorvada.
Pero los reclamos, unos más contundentes que otros, continuaban sin tregua: mande un mensaje al mundo de que la violencia no termina nunca con la violencia, y así no sea recordado como el Presidente de los 40 mil muertos y nosotros como una nación de salvajes y cobardes, escuchó, junto con millones de ciudadanos, gracias a la trasmisión en vivo a través de Internet.
¡Qué frustrante ha de haber sido en esos momentos para Margarita, ciudadana consciente, participativa y con un enorme sentido empático, no poderle responder a Julián Le Barón! Pero ¿qué le hubiera dicho Margarita a este ciudadano que aún no ha asimilado el asesinato de su hermano Benjamín? ¿Qué le hubiera dicho para consolarlo, que estaba dispuesta a unirse a la próxima caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad? No te enojes, Felipe, te lo suplico, no te enojes... se hubiera dicho que continuaba rogándole a su marido esta esposa tan compungida (¿quién mejor que ella sabe de los exabruptos de Felipe, cuya mecha parece cada vez más cortita?).
Para esos momentos de confrontación entre las víctimas y Calderón, Margarita ya no era la Primera Dama, sino una virgen dolorosa, especialmente cuando escuchó la voz rijosa y el golpe de la mano de su marido que dio contra el atril a la vez que le decía al poeta Sicilia: Ahí sí, Javier, estás equivocado. Esta fue su reacción, cuando Javier Sicilia le sugirió que pidiera perdón por las víctimas y que cambiara su estrategia. No te enojes, mi Felipe, por lo que más quieras, por favor no te enojes..., acaso proseguía la pobre de Margarita rogándole a su marido, que para ese momento, tenía la ceja más levantada que como solía levantarla Pedro Armendáriz.
¡Cuánta cerrazón por parte del Presidente, cuánta falta de sensibilidad y de humildad! ¡Qué manera de perder una espléndida oportunidad donde podría haberse mostrado mucho más solidario ante el dolor de todas las víctimas! Si Calderón ya había hecho ese enorme gesto al estar dispuesto al diálogo, a pesar de todos los reclamos que lo esperaban, por qué no ir hasta sus últimas consecuencias en este gran esfuerzo por el diálogo y ofrecer espontáneamente sus disculpas, a pesar de que de refilón sí haya exclamado ¡Sí, pido perdón a todos los agraviados!
"Comparezco ante vosotros no como profeta, sino como humilde servidor. Vosotros y vuestros sacrificios heroicos me han permitido estar hoy aquí delante de vosotros". Más adelante en un discurso que pronunció un muy envejecido Nelson Mandela, al salir de la cárcel el 11 de febrero de 1990, agregó: "El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa". Algo me dice que en esos momentos, Margarita hubiera pronunciado la palabra "perdón", para las víctimas, con toda la sinceridad y frescura de la que es capaz. Seguramente, ella hubiera pedido perdón, con una sonrisa en los labios, consciente del alivio moral que esto representaría para las madres de tantos asesinados. Advirtiéndola, como creo advertirla, quiero pensar que fue ella la que le sugirió varias veces a Calderón: De verdad, Felipe, deberías dialogar públicamente con Javier Sicilia y con las víctimas. Tienes que escucharlos y al hacerlo, intentar ponerte en sus zapatos. Debes expresar cuál es exactamente tu postura y tus convicciones frente a las medidas que ha tomado el Gobierno para luchar contra el crimen organizado. Además, sería un gran ejemplo para nuestros hijos. Un Presidente mexicano que pide perdón a la sociedad seguro pasará a la historia por haber reconocido sus errores...
Sí, Margarita ha de ser de las que sí creen en el perdón. Cuántas veces ha de haber perdonado los enojos de su marido, cuántas, su impaciencia y su constante irritabilidad. De niña, Margarita ha de haber aprendido tanto en su casa, como en el Colegio Asunción, la importancia del perdón. La comunidad de la Iglesia es el lugar donde el perdón de Dios es suceso vivo, tal vez leyó en repetidas ocasiones en la Imitación de Cristo.
No me quiero imaginar la conversación que sostuvieron Margarita y Felipe, después del encuentro en el Castillo Chapultepec, camino a Los Pinos. ¿Le habrá comentado sus aciertos y sus errores de sus participaciones? ¿Será, Margarita, la típica esposa que le tiene pavor a su marido? O durante el trayecto, se fueron en silencio, mientras ella continuaba diciéndole telepáticamente: Me muero de ganas de compartirte varias cosas acerca del diálogo, pero por favor no te enojes. No, Felipe, te lo suplico, no te enojes conmigo, pero por momentos, sentí que te faltó sensibilidad y empatía hacia las víctimas. ¿Y si te mando un twitter a tu celular y te escribo en 140 caracteres: hay que saber pedir perdón, perdón, perdón...?

Esta fué la respuesta de Margarita Zavala, enviada al diario El Norte donde se publicó

Después de un desatinado editorial de GUADALUPE LOAEZA titulado MARGARITA, respecto a la actitud del presidente con JAVIER SICILIA,  y de lo que GUADALUPE. se imagina es como esposo, MARGARITA, valiosa mujer, escribe al periódico lo siguiente:

Sr. Director:
Leí el artículo de Guadalupe Loaeza publicado por El Norte el martes pasado y que llevó por título mi nombre.
Soy respetuosa de la libertad de expresión, pero lamento la manera en que la autora utiliza mi persona, mis hijos y mis creencias,  para ejercer su crítica al Presidente. Lamento también que se trate de un artículo que busca descalificar con prejuicios, falsedades y animadversiones lo bueno que todos sabemos ocurrió ahí.
Desconozco el porqué la señora considera como algo ¨típico¨tener ¨pavor¨en una relación de pareja. No es mi caso. Por el contrario, nuestra relación, es de amor, respeto, equidad, apoyo y comprensión recíproca.
Para no dejar duda sobre especulaciones que hace sobre mis sentimientos, quiero decir, que, de camino al diálogo, sabía que asistía a un momento histórico; que quienes se sentarían a dialogar lo hacían de manera valiente y que estaban dispuestos a escucharse y a trabajar unidos.
Me sentí orgullosa del Presidente, y orgullosa de cada una de las y los representantes de las víctimas; de ellas y de ellos a quienes los criminales les arrebataron a sus seres queridos con violencia. Me sentí orgullosa de compartir fe y convicciones con un católico como Javier Sicilia y claro, me sentí orgullosa de tener un Presidente con el valor, la sensibilidad de sentarse a escuchar, de expresar su dolor, de pedir perdón, de argumentar y explicar apasionada y públicamente sus decisiones y sentimientos.
Nunca lo había hecho así un Presidente y ciertamente no lo hubiera podido hacer alguien con las características que de manera frívola le imputa la señora Loaeza al Presidente.
Al concluir el diálogo sentí que en efecto, fue un hecho histórico para México y también me sentí orgullosa de que ese Presidente sea mi esposo y el padre de mis hijos.
Atentamente
Margarita Zavala