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12 de septiembre de 2016

Plagios en un informe reformado


Ante la carencia de logros de la administración federal el presidente Enrique Peña Nieto se vio obligado a recurrir al plagio en ocasión de su IV Informe, durante los 65 años que estoy a unos días de cumplir, nunca hubo en México un Primer Mandatario tan cuestionado y con tan bajos niveles de popularidad, sobre el tema escribió su columna Metáfora Ciudadana el académico Luís Alberto Vázquez Álvarez que dominicalmente se publica en El Siglo de Torreón y que les comparto al considerarla de interés.

   "Saludar con sombrero ajeno es un auténtico plagio".

Hace tres días los mexicanos recibimos el mensaje de Enrique Peña Nieto sobre el informe presidencial con la misma credibilidad que una mujer maltratada, tundida, humillada, recibe las frases de perdón de su marido golpeador que le jura y perjura que ya jamás volverá a humillarla; simultáneamente le pide un caldito bien picoso para curarse la cruda, ropa limpia y que lave la que trae puesta con manchas de lápiz labial que no usa ella; todo esto mientras grita y bofetea a sus hijos avisándoles que él espera la llegada de un amigo suyo que ha insultado feroz y constantemente a esa familia; pero que ahora los necesita para lograr su ambición.
Enrique Peña Nieto
La historia de los primeros de septiembre tiene infinidad de aristas, pero bástenos dos ejemplos que nos muestren porque los comparamos con el de este año: en 1968, en su cuarto informe de gobierno, Gustavo Díaz Ordaz aseguraba: "La injuria no me ofende; la calumnia no me llega; el odio no ha nacido en mí". Peroraba su respeto por la autonomía universitaria y ofrecía una mano amistosa para solucionar el problema estudiantil latente, mientras que con la otra alimentaba a los gorilas que días después ocuparían por la fuerza militar la UNAM y un mes después asesinarían, en la Plaza de las Tres Culturas, a más de 400 mexicanos.
1982; José López Portillo lloraba por el peso mexicano y aseguraba que "ya nos saquearon. México no se ha acabado. Ya no nos saquearán", mientras nacionalizaba la banca y permitía el surgimiento de una elite de burócratas que se convertirían en multimillonarios y años más tarde alcanzarían la gloria de ser rescatados por el FOBAPROA que aún nuestros nietos seguirán pagando.
Lo válido de los ejemplos anteriores, es que esos dos presidentes, muy infames, pero valientes, enfrentaron cara a cara a pueblo y congreso, informaron de los problemas que el país vivía y no se escondieron. En 2016 el informe presidencial se ha convertido en "un saludar con sombrero ajeno" lo que es un auténtico plagio. Como promoción a este cuarto informe Peña Nieto presume lo que no es suyo; y no existe el menor interés o asomo por evitar que éste se descubra. La multitud de comerciales que se transmiten en radio y televisión, utilizan a mexicanos, como Luisa que ganó un concurso en España por ella misma, pero que, como todo plagio, al salir en él el presidente hablando de cosas buenas y no decir que éstas se lograron con esfuerzo ajeno al apoyo gubernamental, indican, indubitablemente, que fue gracias al gobierno que lo logró. Similar situación ocurre con los triunfadores en robótica, quienes logran importantes logros, una vez más, por si mismos, pero que al caer dentro de la promoción del informe de gobierno, el presidente se los apropia, para su gloria personal.
José López Portillo
En este México de hoy, se hablan dos idiomas totalmente diferentes; mientras EPN grita grandeza, el pueblo habla de miseria, son dos cosmovisiones encontradas, es cierto que no siempre la mayoría tiene la razón, pero también es cierto que la razón rara vez acompaña a los poderosos, sobre todo cuando estos pierden piso y se sienten superiores al pueblo, cuando sus presunciones de logros sociales son ininteligibles para la realidad popular o cuando ellos se ven como dioses.
El supuesto cambio de modelo de informe, resulto un fraude, Peña Nieto dijo que pasaría del monólogo al diálogo; pero si analizamos el tiempo ocupado por su voz de los 142 minutos en los que estuvo con 396 jóvenes "invitados"; mismos que nadie supo cómo fueron seleccionados: =algunos medios aseguran que son priistas, yo no quiero insultarlos y mejor dudo=; pero muchos resultaron ser beneficiarios de programas sociales federales; otros trabajan en el gobierno; hubo hasta regidores de SLP. Salvo el último, los demás realizaron preguntas cómodas. Llama la atención que siendo "jóvenes" no se preocuparon por otros jóvenes, en especial de los de Ayotzinapa. Peña Nieto hablo mínimo 123 minutos, bajo el supuesto de que el moderador y quienes "cuestionaban" se hubieran tardado un minuto en cada una de las 23 preguntas a las que respondió el presidente. Un diálogo donde un interlocutor habla el 84% del tiempo, es soliloquio despótico.
Gustavo Díaz Ordaz
Y dicho "diálogo" pasa a la historia cómica de México; quedaron pendientes algunos renglones sobre derechos humanos, además de los 43 de Ayotzinapa; las matanzas de Tanhuato y varias más; los aumentos mensuales a los combustibles y a la electricidad de los que se había asegurado no subirían, el espaldarazo al director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Alfredo Castillo, quien utilizo recursos públicos para irse de luna de miel a Brasil.
Yo creo en los jóvenes, este talk show peñista al estilo Laura Bozo no modifica mi visión de la juventud; creo que millones de profesionistas si realizaron su tesis con honestidad y, como Ex A Tec, claro que pondero la validez de las maestrías y doctorados del ITESM; "Una golondrina no hace verano"; y contrariamente a eso, en todos los casos, los "errores metodológicos" como experiencias fraudulentas, si se cuentan y cuentan mucho.
En tanto que esto acontece, los mexicanos seguimos esperando que, en medio de esta mar procelosa, pudiera surgir un alma caritativa que encendiera una luz, que prestara una brújula, vamos que al menos hiciera sonar fuerte una alarma, porque vamos a un acantilado y no se ve que vaya a darse un giro en el timón; entre la soberbia y la necedad, se continúa rumbo al fracaso social, económico y político.