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2 de abril de 2013

El huevo de la serpiente


Roberta Garza
Irreverente como acostumbra Roberta Garza, pero con la estatura moral de quienes hablan sin pelos en la lengua y por que tiene “los pelos de la burra en la mano”, el artículo se publica hoy en Milenio Diario Laguna.

Hay un asomo de justicia poética en lo que sucede en Oaxaca y Guerrero. Nada que a nadie deba darle gusto: las prácticas de esos porros extorsionadores disfrazados de maestros son ejemplo de los usos y costumbres que arrastran una y otra vez a México al abismo. Pero la maldita memoria se empeña en señalarme dos cosas: una, que los operadores del gobierno de Enrique Peña Nieto fueron, en el sexenio pasado, quienes mejor boicotearon las pocas y pobres iniciativas de la administración de Calderón en cuanto a reformas
—en una versión mucho más astuta de ese famoso “que se hunda Pemex, ya lo rescataré cuando sea presidente” de López Obrador— y, dos, que los mayores obstáculos —corrupción, corporativismo, ilegalidad, extorsión, demagogia y ausencia de una ciudadanía crítica— a la prosperidad del país fueron concebidos, gestados y acunados, en los inicios de nuestra historia moderna, desde el seno del PRI.
Sí, es cierto que ese PRI de antes, el autoritario, el censor, el de los fraudes patrióticos y demás, no existe más que agazapado en las filas de Morena. Pero no deja de ser notable que los mecanismos que éste dejó, los que con mayor fuerza se oponen a la entrada del país al concierto de las naciones civilizadas, hoy con Peña Nieto en la batuta, se hayan enseñoreado en México gracias a los ancestros políticos del mismo Peña Nieto: en el ejemplo que nos atañe los sindicatos nacionalistas y revolucionarios no fueron originalmente diseñados para defender los intereses de los trabajadores, ni para lograr la pujanza de sus industrias insignes, sino para apuntalar a través del despliegue de masas —léase marchas, vandalismo, mapacheo y plantones— a esa dictadura perfecta que le granjeó un perentorio te vas sin comer a Vargas Llosa. La salvedad es que con la llegada de una democracia hasta cierto punto genuina los aprendices de brujos, viendo que nadie los mandaba pero tampoco retaba, decidieron apuntalarse solos: su músculo ya no le sirve al desaparecido poder central, sino a los propios
líderes porros que saben que tienen a cualquier prototípico político mexicano, medroso y electorero, de los tanates.
La disyuntiva para Peña Nieto está clara: no hay elbazo que valga. O desmantela desde la raíz esos mecanismos perversos o los golems de sus ancestros seguirán mordiéndole la cola, a él o a cualquiera que se siente en la silla de este país maldito; maldito por haber sido hecho a imagen y semejanza de la vieja dictadura tricolor.
Karma’s a bitch, baby.
Twitter: @robertayque

ELLA, un modelo a seguir

Eduardo Holguín
 Aunque pudiera considerarse como lo más conveniente para los laguneros la creación del Estado de la Laguna, ese sueño es muy difícil de realizar debido a los intereses políticos, económicos y sociales que resultarían afectados. El proyecto e intención de una gran cantidad de laguneros que quisieran ver  progresista y boyante a su comarca seguirá siendo bloqueado mientras las decisiones que competen a la región se tomen en Saltillo, Durango y el Distrito Federal. La presente es una de las más recientes entregas de la columna Dragones que escribe en Milenio Diario Laguna el analista Eduardo Holguín.

 

La creación del Estado de La Laguna (ELLA) no debe ser un problema para México. Al contrario, debe considerarse como una oportunidad para, en el marco de la Constitución Mexicana, desarrollar un prototipo, un nuevo modelo, de entidad federativa vanguardista, amigable a la inversión global, respetuosa del Estado de Derecho, de su entorno, de los recursos naturales, un ejemplo de hábitat donde el ciudadano, ciertamente, esté por encima de los mandatarios. Digo ciertamente porque hoy el ciudadano es tratado como sirviente y no como el mandante que supuestamente debería ser. En Coahuila y en Durango la política no se encuentra al servicio del ciudadano; más bien, es un instrumento de poder, de grilla y de manipulación electoral.
El diseño jurídico, político, social y económico de La Laguna nos otorga la valiosísima oportunidad de construir una entidad verdaderamente promotora del federalismo, que respete el principio fundamental previsto en nuestra Carta Magna. Recordemos que la Constitución de 1917 no sólo ratificó el federalismo como sistema de gobierno y dotó de cimientos para garantizar la soberanía de los estados, sino que estableció el municipio libre como la base política y administrativa de los estados. En la real acción política de Coahuila y Durango los gobiernos municipales no son más que una extensión de los poderes ejecutivos estatales.
Estado de La Laguna
Hoy cualquier alcalde es un empleado más de los gobernadores en turno y los recursos presupuestales son distribuidos discrecionalmente, inequitativamente, favoreciéndose siempre a las capitales Saltillo y Durango.
He ahí una de las razones que explican los rezagos de la “Región de los Grandes Esfuerzos”.
Respetar la posición que le otorga la Constitución Mexicana al municipio y concederle la equidad presupuestal que merecen todas y cada una de las comunidades de la región es uno de los principios a respetar, no como una hermosa teoría, sino como una práctica de gobierno de ELLA.
Sí. ELLA representa una oportunidad para hacer valer, en la acción política, en la praxis gubernamental, el proyecto liberal de nación diseñado por los reformistas y ratificado por los constituyentes. ELLA representa eso y mucho más. Por ejemplo el mejor modelo político para que los laguneros construyamos nuestro propio destino.