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7 de junio de 2013

La Búsqueda

Fernando Ramírez López
En la búsqueda, en su afán por conocer todo cuanto lo rodea, no ha tenido el hombre tiempo de volver los ojos hacia sí mismo. O lo que es lo mismo en su afán por dominar sus ambiciones olvidó su interior, su espíritu. Escribe Fernando Ramírez López (*) a propósito  del fracaso del hombre para encontrar su vida interior y trascender más allá del descoyuntado materialismo que nos constriñe.  
 
 
Para: Mi hermano, el hombre.
"Nadie se duela de la muerte de su hermano. Más que la del extraño, ni se goce en el nacimiento de su hijo. Si no se alegra al parto de lo desconocido".
                   Mi Dios es sordo. Jaime Sabines.
 
"Olvidaron que cuando en un país determinado abundan los hombres sin decoro hay siempre unos pocos hombres que toman el decoro de los demás".
Heberto Castillo
"Cuando se conoce lo dulce de la libertad, jamás se olvida, y se lucha incansablemente por nunca dejar de percibirla, porque ella es la esencia del hombre, porque solamente el hombre se realiza plenamente cuando es libre, y en este momento, miles hemos sido libres, verdaderamente libres".
Eduardo Valle "El Buho". La Libertad nunca se olvida. Memoria del 68.
"El país ha crecido y hay quienes sin entenderlo quieren que siga sirviéndose de instituciones que ahora quedan estrechas a su progreso".
                  Carlos Alberto Madrazo Becerra.
Durante la historia de la humanidad, el ser humano ha tenido una búsqueda constante por explicarse todo, lo físico y lo metafísico, lo natural y lo sobrenatural.
Solamente en su perfección, puede entenderse su imperfección; solamente en el acto de matar, puede entenderse su deseo de vivir.
En su egocentrismo, en su vanidad y en la banalidad de su soberbia -contrario sensu- ha sido capaz de defender sus ideas, de escribir la Quinta Sinfonía o de generar guerras como Vietnam, Irak, o masacrar a niños y mujeres en Aguas Blancas.
Para algunos Dios es la explicación de sus dudas o ansiedades; para otros solamente la Ciencia y la demostración material de los hechos; es la respuesta que valida sus dudas y cuestionamientos.
En otros el dominio sobre los demás da respuestas a sus propósitos, unos más persiguen la acumulación del oro, como gratificación de sus metas y ansiedades.
La historia del hombre es ser lobo del hombre; pero también es luchar, denodadamente en los laboratorios para encontrar la cura del SIDA o del cancer.
Es capaz de escribir La Odisea, El Corán, La Biblia, Cien Años de Soledad, El Llano en Llamas, El Viajero, Por Quién Doblan las Campanas, Así Hablaba Zaratustra, como también es capaz de escribir Mi Lucha.
De que pasta está construido el hombre, que en ocasiones como dijera el poeta inmortal León Felipe Camino: "Quién en el mundo es capaz de regalar con más señorío una moneda de oro que un mexicano y quién en el mundo ha inventado la mordida".
Estas lineas, son escritas con el propósito específico de ahondar en nuestro interior y preguntar con valentía ¿hacia dónde vamos? ¿qué queremos?.
En el ámbito de las religiones los siglos han cobrado su cuota y todavía es época que ni cristianos ni católicos se han puesto de acuerdo. Los musulmanes profesan su fe y los budistas la suya; incluso existen nuevas visiones como la "inteligencia espiritual" y nada termina por llenar el vacío cosmogonico por dar respuesta a sus postulados.
En el terreno económico se debaten los pensamientos y acciones socialistas y capitalistas, con todo el arsenal de justificaciones y en España la gente se suicida por no poder pagar sus hipotecas y en México el gobierno emprende la Cruzada Contra el Hambre debido a los millones de hermanos nuestros que carecen de lo indispensable; mientras el ex gobernador Granier de Tabasco y Humberto Moreira de Coahuila, no pueden justificar sus fortunas y los hijos de Carlos Romero Deschamp's, se jactan de sus excesos en Miami.
En los caminos de la política, reuniones, asambleas, organismos nacionales e internacionales debaten la existencia de un mundo mejor y en Sudamérica Cristina Kirtchener se prorroga en el poder, en España el yerno del Rey Juan Carlos, es acusado por fraude y en Palestina, Israel ocupa inmisericordemente sus territorios, en México... Pobre México, el Presidente, Gobernadores y Legisladores, no pueden ni tan siquiera mal gobernar el país y las elecciones próximas del 7 de julio, como siempre serán ganadas no por el más capaz sino por el que cuente con más dinero.
Tal vez sea en el terreno de la filosofía, el arte y quién sabe si en lo concerniente a los Derechos Humanos, los ámbitos donde podemos pensar que caminamos, o en la medicina, siempre que no esté copada por los intereses mezquinos como el Sanatorio Español en Torreón o Clínica Los Ángeles donde la salud se otorga al que puede pagar, porque la llamada Medicina Social, balbucea entre la burocracia y la buena voluntad del IMSS y del ISSSTE.
¿No podemos hacer nada? ¿La búsqueda es infértil? ¿No podemos salirnos del consumismo? ¿No podemos superar la corrupción? ¿No podemos acabar con el secuestro y el narcotráfico?
La respuestas es si podemos, pero tenemos que fijarnos metas superiores y encontrar al hombre cósmico de José Vasconcelos, al Mahatma Ghandi de la paz, al Luther King en defensa de los negros, al Ernesto Cardenal que luchó como sacerdote por la libertad en Nicaragua, al Óscar Lewis que escribió Los Hijos de Sánchez, al Cristo que fue crucificado por sus ideas en el Golgota.
Tenemos y podemos cambiar; eso está en el sino de los tiempos, hombres de la estatura de Bill W o el Dr. Bob que encontraron la cura para el alcoholismo y la drogadicción.
No podemos, ni debemos, como generación, secuestrar las ilusiones, deseos y derechos de millones de jóvenes, adultos, niños, hombres y mujeres que dejarán un mejor día hoy y un mañana más luminoso.
En la búsqueda, en su afán por conocer todo cuanto lo rodea, no ha tenido el hombre tiempo de volver los ojos hacia sí mismo. O lo que es lo mismo en su afán por dominar sus ambiciones olvidó su interior, su espíritu.
Menos mal que empezamos a entender que ahora lo que se requiere es salvar al mundo que nos rodea. Que ahora lo que se necesita es que sirvamos al hombre genéricamente hablando, lo mismo  indígenas, negros o blancos, ricos que pobres, sin importar razas, nacionalidades, cultura, ideología o religión.
Al decir de Julián Huxley en la actualidad en la realidad existen determinado número de tendencias autodestructivas. La primera de ellas es el impetuoso crecimiento de la población del globo terrestre, ya hoy la sobrepoblación crea una considerable recarga para nuestra naturaleza. La educación debe permitir a cada niño conocer mejor sus aptitudes, tenemos que darle vida a un humanismo evolutivo.
Desde tiempos inmemoriales, los escritores nos han informado que los hombres  más inteligentes del mundo, siempre se han compadecido de los locos, sobre todo de las tres clásicas demencias de la humanidad: la esquizofrenia, la paranoia y la sicosis maniacodepresiva; desligándose por completo de la sociedad y convirtiéndose en simples organismos vivos más próximos a un animal que a un ser humano.
¿Por qué están perdiendo los jóvenes por el consumo de las drogas? Porqué los intereses de los gobiernos y los poderosos así lo han querido, es posible su solución, libremos y regulemos el consumo de las mismas.
Esto es lo que le espera a ésta infortunada generación la generación perdida. ¿Cuál será el porvenir de la humanidad?. De nosotros depende, si no actuamos seguiremos siendo sujeto de los opresores.
Con estas u otras palabras hombres de la estatura de Jean Rostand, Linus Pauling, Paul Ehrlich, Salvador Luria, Margaret Mead, Thor Eyerdahl, Bertand Rusell, Jean Paul Sartre, y Herberth Marcuse han expresado que no se puede acabar con los hombres del futuro. Eso es precisamente lo que infunde incomparable dramatismo a nuestro siglo, por eso, porque puede representar el último siglo de la historia, es a todas luces el más importante de la Historia. Todo eso sin considerar el progreso de la farmacopea y la derrota de la mayoría de las enfermedades infecciosas, la conquista del espacio extraterrestre, la utilización positiva de la energía nuclear, todo esto le concede a nuestra época un lugar privilegiado. Sin embargo es el aspecto negativo ya no solo por las bombas megatrónicas, sino por la destrucción del medio ambiente, por la destrucción de la personalidad humana, por lo que el Siglo XXI se hace horrísonamente incomparable.
Es el Siglo más bueno y más malo de nuestro pasado reciente. Sigamos en la búsqueda por construir una nueva armonía que nos haga sentirnos orgullosos de nuestra condición superior. Podemos lograrlo.
(*) Analista Social
Celular: 044 871 163 3813