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12 de junio de 2011

Estira y Afloje...

José María MENA RENTERÍA
La columna PALABRAS, que en varios medios regionales de comunicación escribe JOSÉ MARÍA MENA RENTERÍA habla en la presente entrega de que nada factible se emprende  para que el agua sea un recurso sustentable.

En términos de cuidado del agua nada factible, a nivel oficial, se emprende para alcanzar la meta de que el agua sea un recurso sustentable.
Por principio está el hecho de que la recarga natural del acuífero en la región promedia 500 millones de metros cúbicos mientras la extracción demencial practicada día y de noche hasta hoy día en la Comarca, alcanza los mil millones de metros cúbicos, según datos de Mario Enrique Vásquez Ávila, f,  autor del Plan Meva, Agua para La Laguna. En esta región hay más de 3 mil pozos profundos en operación. Según la CNA son mil 500.
A ese paso se ha llegado a la saturación de arsénico presente en el agua alumbrada del subsuelo, fenómeno que en la mancha urbana del área conurbada de La Laguna comenzó hacia los años 80 del siglo pasado, después del desplazamiento subterráneo  de arsénico inicialmente advertido hacia los años 60 de esa centuria, al norte del municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, causado por la  sobre explotación del acuífero.
¿De qué vale entonces que organismos como el Simas- Torreón  implemente campañas de “concientización ciudadana” en escuelas y universidades para “cuidar” el agua? ¿De qué se trata? ¿Acaso de navegar sin brújula?
El problema de saturación de arsénico tiene su origen en la sobre explotación del acuífero lagunero, que bajo suelo desértico ha sido abusado durante más de medio siglo para irrigar tierras labrantías y así auxiliar cultivos forrajeros, alfalfa principalmente. ¿Cuándo, en dónde se ha visto que en regiones áridas como La Laguna se riegue agua como si a poco andar se tuviesen las cataratas del Niágara?
¿Cuidar el agua? ¿Tanto como la “cuidan” productores privados del agro que en sus predios explotan -uno solo de ellos-  hasta 10 pozos profundos situados a unos cuantos metros de las riberas del Nazas; por ejemplo,  allá por el rumbo de León Guzmán, Durango?
 En toda la Comarca acontece exactamente lo mismo y no es en su área conurbada donde se tiene que cuidar el agua.
En este momento, amable lector -como desde hace décadas- agua es alumbrada en el agro sin freno ni medida por los que en su provecho personal usurpan impunemente ese recurso no renovable. mena_josemaria@hotmail.com

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