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24 de agosto de 2011

La Onda Verde

María Guadalupe
MUÑOZ SALDÚA
Antes no había la onda verde en los supermercados, pero de cualquier modo la gente tenía más conciencia de que debía preservar el medio ambiente, nos explica MARÍA GUADALUPE MUÑOZ SALDÚA y ahora las nuevas generaciones nos responsabilizan de nuestra falta de conciencia ecológica.

En la  fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que  debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas plásticas  no eran buenas para el medio ambiente.
La señora pidió  disculpas y explicó:
"Es  que no había esta onda verde en mis tiempos."
El  empleado le contestó: "Ese es nuestro problema ahora. Su generación  no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente." 
Tenía  razón -- nuestra generación no tenía esa onda verde en esos  tiempos.
En  aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de refrescos y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de  nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas  de nuevo, de manera que podían usas las mismas botellas una y otra  vez. Así, realmente las reciclaban.
Pero  no teníamos onda verde en nuestros tiempos.
Subíamos  las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y  oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo  de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos  cuadras.
Pero tiene razón. No teníamos la onda verde en  nuestros días.
Por  entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había  desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas  consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios -- la energía solar  y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la  ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero está  en lo cierto: no teníamos una onda verde en nuestros días.
En  ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa -- no un  televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño  de un pañuelo (se acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un  estadio.
En la  cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas  eléctricas que lo hagan todo por nosotros. Cuando empacábamos algo  frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para  protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas.
En  esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para  cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo.  Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un  gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con  electricidad.
Pero está en lo cierto: no había en esos tiempos  una onda verde.

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