Buscar este blog

2 de marzo de 2013

Paternidad "vs" Eros

Verónica Maza
Bustamante

Verónica Maza Bustamante, una muy activa promotora de la sana sexualidad que colabora en las publicaciones de Grupo Milenio dedica su entrega de éste día al erotismo en el matrimonio, algo a lo que se oponen cotidianamente numerosas circunstancias.

Las parejas valientes y con determinación, que mantienen la conexión erótica, son parejas que la valora.

México • La psicóloga especialista en terapia de pareja Esther Perel cuenta en su libro Inteligencia erótica la historia de Stephanie y Warren, una pareja con un niño de cinco años y una niña de dos. Ella es madre 24 horas, siete días de la semana. Él trabaja; tiene pocos amigos. Nunca salen ellos dos solos, pero suelen organizar actividades diferentes, divertidas, los fines de semana, ya sea con sus hijos o con la familia de alguno de ellos. Ambos afirman sentirse felices siendo padres, y creen que sus pequeños son lo mejor que les pudo pasar; sin embargo, les hace falta algo: sus encuentros eróticos son tan esporádicos, que pueden pasar meses sin que se acaricien siquiera.
Cuando finalmente los chicos se duermen, ella está demasiado cansada para acercarse a su marido, quien suele pedirle que hagan el amor. Stephanie a veces cede, por no defraudarlo, pero no lo disfruta porque está agotada y haciendo algo que en realidad no desea realizar. Warren se siente frustrado casi siempre porque tiene la necesidad del encuentro físico con su esposa, pero se da cuenta de que ella lo hace sólo por complacerlo. “Se culpan mutuamente por su desdicha sexual y ambos creen que la responsabilidad de mejorar reside en el otro”, señala Perel.
La psicoterapeuta afirma que, si pensamos en el erotismo no como sexo per se, sino como una energía vibrante y creativa, es fácil ver que el pulso erótico de Stephanie está vivo y en buen estado. Sin embargo, no gira en torno a su esposo sino a sus hijos. El erotismo femenino es impreciso: no está localizado en los genitales, sino que está distribuido por todo el cuerpo, la mente y los sentidos… La relación madre e hijo experimenta muchísimas experiencias sensuales: caricias, besos, mordidas, arrullos, risas, la búsqueda de cumplir fantasías infantiles, de hacer cosas nuevas. Eso no quiere decir, por supuesto, que las madres busquen placer sexual en los niños. Estamos hablando de energías, de potencia sensual, sensorial. En el caso de ella, la gasta con sus hijos y nada le queda para su pareja.
Como bien dice Esther, nuestra cultura equipara la devoción maternal a la falta de egoísmo: abnegación, negación y sacrificio propio. Las madres suelen renunciar a su libertad y a su independencia (ambas, bases fundamentales del deseo), dejando de ser ellas mismas. Por eso, la clave radica en separar su Yo erótico de su Yo maternal.
En este caso, la especialista comenzó a hablar con su paciente sobre la idea que tenía de la sexualidad, del placer, de sus primeras experiencias, de la forma de ser de su madre en relación al erotismo. Esto sirvió para analizarla pero también para volver a introducir el tema del sexo en su campo psíquico. Ayudó a quitar mitos, a que entendiera que había dejado el deseo en manos de Warren desde que se casaron.
Luego, ella misma decidió irse a un retiro durante un fin de semana, dejando a su esposo con los niños. Era la primera vez que lo hacía; fue un gran paso, porque para abrirse al placer compartido hay que expandir el dominio del placer personal. Para ello era necesario alejarse un poco de sus hijos.
El reencuentro con su compañero inició cuando, a petición de la psicóloga, comenzaron a programar citas como de novios: con alguna actividad fuera de la casa, cena, conversación y, al final, un encuentro erótico, tratando de hacer cosas diferentes en cada salida. Esas horas previas al cachondeo le brindaron a Stephanie un espacio de transición entre ser madre de tiempo completo y ser amante.
A Warren le sirvió para volver a ver a su esposa como una mujer, no solo como una mamá. Como expresa Leo, otro paciente de Perel, tras los embarazos algunos hombres sienten que pierden a sus amantes, a sus compañeras, y ganan una madre para sus hijos. El cuerpo femenino cambia y no todas buscan, necesitan, pueden o quieren recuperar la figura anterior; los senos, que eran para provocar placer, se vuelven fuente de alimento. Si ellos asistieron al parto, puede ser que resignifiquen la vulva y la vagina de sus parejas. Estas situaciones hacen que algunos hombres se vuelvan más cuidadosos con sus mujeres, dejen de ser apasionados, crean que ya no es posible simplemente poseerlas como antes.
Esther Perel remata: “Las parejas valientes y con determinación, que mantienen la conexión erótica, son ante todo parejas que la valoran. Cuando sienten que el deseo entra en crisis se vuelven aplicados, y realizan intencionados y concienzudos esfuerzos para resucitarlo. Saben que no son los hijos los que extinguen la llama del deseo; son los adultos quienes fracasan en mantener encendida la chispa”.

***

EL BUZÓN DE VERÓTIKA
Quiero colocarme un implante subdérmico después de haber tenido a mi segundo hijo. Hace tiempo leí sobre este método anticonceptivo. ¿Me podrías actualizar? Mi marido y yo pensamos que no tendremos más hijos, pero no es una decisión definitiva.
Susy

Susy de la vida:
Recientemente se presentó en México una versión mejorada del implante subdérmico anticonceptivo hormonal que proporciona acción hasta por tres años. Forma parte de los anticonceptivos clasificados como métodos reversibles de larga duración, junto con algunos dispositivos intrauterinos.
La implantación del que mencionas la realiza el médico en la cara interna del antebrazo con un aplicador estéril desechable. Funciona por medio de un mecanismo que inhibe la ovulación y provoca cambios en la mucosa cervical, lo cual dificulta el paso de los espermatozoides. La acción anticonceptiva del implante es reversible y ofrece un pronto retorno a un ciclo menstrual normal después de su extracción. Para ubicarlo una vez colocado, se puede realizar una radiografía bidimensional para verificar su presencia, ya que no permite el paso de los Rayos X.
El implante subdérmico forma parte del Cuadro Básico Interinstitucional de Medicamentos, y después de portarlo por tres años puedes solicitar su remoción, ya sea para insertarte uno nuevo, emplear otro método anticonceptivo o buscar un embarazo. Sin embargo, en cualquier momento antes de agotar la duración total de la protección anticonceptiva es posible que te lo quiten.
Este método se recomienda a mujeres en edad reproductiva que desean anticoncepción continua y espaciar sus futuros embarazos, a las que no toleran los efectos colaterales de los anticonceptivos orales, a quienes les resulta difícil recordar la toma de la pastilla diariamente, un parche semanal o un anillo mensual, las que tienen contraindicaciones para el uso del dispositivo intrauterino, aquellas que han completado su descendencia, pero no desean esterilización permanente, quienes padecen enfermedades crónicas en la que su salud pudiese verse afectada por un embarazo. Entonces, en tu caso estaría indicado.
Aunque no es tu caso, te cuento que el implante se puede insertar en el postparto inmediato y no afectan la lactancia, a diferencia, por ejemplo, de la píldora anticonceptiva.

Lo ideal es que te lo inserten entre los días uno y siete de tu ciclo menstrual, aunque es importante que antes del implante, tu ginecólogo te haga un chequeo médico para que defina si es adecuado para ti. Tras colocarlo es importante mantener el área de la inserción seca durante unos tres días, para que sane rápidamente, porque te queda una pequeñísima lesión. Por un par de semanas no podrás cargar cosas pesadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.